Dos sacerdotes pagaron a sicarios para que los asesinaran porque tenían sida
Colombia. Ni el mejor guionista cinematográfico hubiera tramado algo tan truculento. Parece ser que quisieron evitar un escándalo público que dejaría al desnudo sus intimidades, porque al menos uno de los dos padecía una enfermedad incurable.
Dos sacerdotes católicos contrataron a una banda de sicarios para que los asesinaran cuando se enteraron de que al menos uno de ellos tenía sida, informó la Fiscalía General.
Los religiosos Rafael Reátiga, de 36 años, y Richard Píffano, de 37, pagaron 15 millones de pesos (unos 8.435 dólares) para que los mataran a inicios del 2011, explicó en entrevista telefónica con The Associated Press Maritza González, directora del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la fiscalía y que lleva la investigación sobre la muerte de los dos curas.
Con base en pruebas científicas a los cadáveres se estableció que Reátiga era portador del virus del sida, precisó González.
Monseñor Juan Vicente Córdoba, secretario de la Conferencia Episcopal de Colombia, dijo estar "aterrado" por el caso y que este representaba un duro golpe para la Iglesia colombiana. La enfermedad de Reátiga habría sido la razón para buscar la muerte, agregó la directora del CTI.
Los sacerdotes, narró González, buscaron a los cuatro sicarios ?dos de los cuales están detenidos? y les dijeron que necesitaban "un trabajo, que si ellos podían asesinar a unas personas". Los sicarios aceptaron y al final los dos curas les dijeron "que los muertos van a ser ellos dos", dijo la funcionaria.
También se estableció, según González, que tres semanas antes de autorizar su asesinato Reátiga había traspasado a su madre los bienes que tenía a su nombre. En tanto, el padre Píffano retiró de su cuenta bancaria 6,5 millones de pesos (unos 3.655 dólares) el día de su muerte.
Inicialmente la fiscalía había investigado la hipótesis de que las muertes se hubieran producido con ocasión de un robo. A fines del 2011 fueron capturados Gildardo Peñate e Isidro Castiblanco.
La fiscal del caso, Ana Patricia Larrota, dijo en la audiencia que el padre Reátiga, aparte de que también tenía sífilis, era un frecuente visitante de sitios gays del centro de Bogotá.
Larrota agregó que Reátiga empezó a despedirse de los fieles de su parroquia, a quienes les dijo que rezaran por él. A la corista de su iglesia le entregó la lista de las canciones que quería se interpretaran el día de su sepelio.
"Me quedo totalmente espeluznado, admirado, aterrado", dijo monseñor Córdoba. "No se imagina uno a dos personas jóvenes, sacerdotes o no sacerdotes, quien sea, que paguen para que los asesinen", sostuvo.
Familiares de los dos sacerdotes han dicho a medios locales que no creen en la investigación de la fiscalía.
La Conferencia Episcopal dijo que en Colombia fueron asesinados seis sacerdotes católicos en el 2011.
Según cifras de la Conferencia Episcopal, entre 1984 y septiembre del 2011, en el país han sido asesinados dos obispos, 79 sacerdotes, 8 religiosas y religiosos, así como 3 seminaristas.
Claves
Los dos sacerdotes fueron encontrados muertos el 27 de enero del 2011 en el interior de un automóvil en el sur de Bogotá, donde ambos ejercían su ministerio.
Su muerte conmocionó a la población local y motivó marchas de protesta exigiendo a las autoridades más control sobre las bandas criminales.
Para la fiscalía se trata de un caso de homicidio y no de suicidio asistido.
http://www.larepublica.pe/15-02-2012/do ... enian-sida
Dos sacerdotes pagaron a sicarios para que los asesinaran
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