Bien que medra

[Neifhnagh]

Busqué en el mundo, alrededor, la paz,
una fuente de paz y de armonía,
una fuente de goce y alegría,
¿Dónde se esconde la felicidad?

Y más, ¿puede existir esa verdad;
verdad creíble en el soleado día,
y creíble también en la perdida
causa de una increíble infinidad?

La busqué en lo más hondo de la tierra,
La busqué en lo más profundo del mar,
La busqué en otro corazón de piedra.

No la hallé donde la creía estar,
mas bien no era más que un bien que medra,
simple, pequeño, humilde: era amar.