¿La razón por la cual me estoy despidiendo?. No es ni más ni menos que la de poner algo de orden en mi vida. Tengo 30 años, estoy en paro, aposté por una oposición al cuerpo de profesores de secundaria y la apuesta fue fallida. El subsidio por desempleo se me agota en breve y si en ese breve período de tiempo no encuentro nada entonces el adiós será definitivo. (cibernéticamente hablando, claro).
La otra gran preocupación que me mantiene alejado de estos barrios es la novela que estoy escribiendo. Sí. Habeis leido bien. Una novela. Y la culpa es vuestra, sólo vuestra. Si no hubiera ganado aquel concurso en Junio, si no hubiera nadie que me felicitara por lo que escrito está nada de esto hubiera sucedido. Bueno, para ser sinceros, es una de las poquitas cosas que aún me mantienen algo cuerdo. Me habeis vuelto a resucitar la ilusión y las ganas de hacer algo que llevaba cinco años muerto en lo más profundo de mi mismo.
Por ello, por vuestras lecturas, por vuestras palabras, por vuestros votos (jejeje) y sobre todo, por hacerme sentir VIVO otra vez, gracias, muchas gracias a todos. De corazón.
Os dejo con algo añejo. Algo que escribí hace diez años y que creo que refleja, de entre todas las cosas que tengo, lo que sentía en aquella época cuando aún estaba en algún viejo pupitre del instituto y que he vuelto a sentir de nuevo.
Un brindis por y para todos.

P.d.: Que me ausente no significa que ya no espere la camiseta correspondiente (y el cd) por ganar aquel premio.
13 ? XII - 1994
Fuego, camina conmigo.
Deben ser aquellas golondrinas que ya no volverán en mi balcón sus nidos a colgar. Deben ser aquellos nombres de los que no quiero y sin embargo, logro acordarme. Deben ser las lágrimas, que se tornan arrugas en la piel y nos enseñan a callar. A seguir adelante, pase lo que pase. Debe ser la inocencia, que peregrina a cuerpos más jóvenes. Deben ser esos gritos que nadie oye pero todos escuchamos. Debe ser la soledad, que me acompaña allí donde voy. Debe ser aquel corazón que tuve y perdí por el camino.
Son los años, sólo los años, los culpables de cuanto escribo.
Soy la víctima que estaban esperando. El verdugo de mi memoria, la enfermedad que siempre tuve.
-¡Espera!. ¿Has visto la felicidad?. Estaba aquí hace un momento.
La realidad acompañada de tristeza, mi musa y mi castigo. La única compañera que no rechaza mis labios. La única que no ha sabido a besos amargos.
Hablo de soledades porque estoy solo. Hablo de desamor porque lo he padecido. La inspiración es sólo el principio. Es esa pequeña llama que más tarde se convertirá en una gran fogata. Para ello, hay que alimentarla. Cortar leña en los bosques más profundos. Al fondo, más al fondo. En lo más hondo de uno mismo. Que ardan las astillas, que se quiebren las ramas, que se asfixie el cielo, que lloren las llamas?.
Que marche todo al firmamento blanco y puro, que hay mucho por quemar?.
Que arda todo bien ardido?.. que quiero seguir vivo
Y soñar, tal vez no despertar?..
Son éstos, momentos de silencio? a solas con uno mismo.
Santiago Expósito Amaro. "kamawookie".