"La inspiración da la espalda a la pluma,
que gotea de mi propia sangre
al intentar escribir lo indecible,
mientras recorren mis venas,
nubes de humo y de confusión,
en este crepúsculo carente de alcohol
y de ojeras, y de servilletas mojadas
en el café de la madrugada.
Irrumpe en mi alma un eco agónico,
pronunciado por unos labios de un juglar,
caótico habitante de barras de bar.
Silencio absoluto, bebiendo en su rincón,
destrozando los poemas que nunca escribió.
En el suelo, cristales de una copa de tequila,
reflejando la desolación de sus pupilas,
deshojando la margarita del pasado resplandor,
llorando sin mojar su piel
ahogándose en su propio sudor,
descifrando el código que le ata a la razón,
desconociendo la perspectiva futura,
el destino de unos pasos envueltos en amargura.
Y es que hay veces, amigo, que todo es diferente,
quien nunca lo da todo, nada pierde.
Cuando las estrellas son bloques de hielo,
y la luna un surco en el firmamento,
cuando vence a la pasión el tedio,
envejece el amor en tu sonrisa,
y los sueños se despiertan con miedo,
como quien no cree en lo que no ha podido ver.
El alba se vislumbra en lontananza,
portando un halo de esperanza,
para este mundo de hospitales
con habitaciones de paredes de papel;
solo con rasgar descubres el misterio,
a falta de sentmientos compartidos,
siempre es mejor la puñetera soledad
en las concurridas avenidas de una capital,
o en los bares frente a tu sucio portal,
es preferible el aroma de un cigarro,
en compañía de una sombra a medida.
Allí donde habita el desengaño,
se encuentra mi alma, cautiva
por haber bebido el veneno de tu sonrisa enemiga,
y retado a duelo tus ojos color del cielo.
Cuando cae la noche, me siento fallar
y ruedan las lágrimas por mis mejillas,
añorando acariciar tu pelo,
y poderte ver... y poderte abrazar,
recitarte el sabor de mis besos humedos,
sucumbiendo al juego del deseo,
surtir de versos tu ajado corazón?
Sábanas en el suelo de un viejo apartamento
sobre un colchón mugriento, descorazonador
hacerme el amor sin ti,
follarte con los ojos desde mi balcón,
vestir tu mirada con el chal de mi pensamiento.
Negro, el luto de no poder saborear tus senos,
rojos, mis ojos; gris ceniza mi nariz
por no poder distinguir tu sublime fragancia
que está tan lejos a mil quilometros de aqui*
y a solo un paso de mí?
... Terminaré estas líneas para ti,
hasta siempre, hasta que la muerte venga a por mi."
Bueno,esto lo compusimos a medias un servidor y una muy buena muchacha asturiana llamada Isabel,vía messenger.Un vómito más,un ejemplo más de cuando,a pesar de que la musa está lejos,la necesidad de escribir siempre se puede apoderar de nosotros en cualquier momento
Tinta
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