Poesía.
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- Registrado: Mar Dic 06, 2005 10:24 pm
- Ubicación: No hay nada peor que la incultura. Ya lo dijeron Ortega y Gasset.
Poesía.
¿Qué os parece que utilicemos un topic para publicar poemas que nos gusten o nos digan algo, o incluso para recomendar nuevos y no tan nuevos poetas? Lo pongo en este subforo porque creo que es un tema del ámbito de la cultura, pero si opináis que estaría mejor en Más de cien mentiras decidlo y que lo trasladen.
Y bien, no era muy dada a leer poesía, será que en el colegio/instituto no se hizo con gusto, pero desde hace poco cada vez me atrevo más. Voy a poner por aquí un par de poemas que me han llamado bastante la atención, hagan ustedes lo mismo si quieren y comentemos un poco entre todos.
El primero, cómo no, Neruda. Tenía por aquí el Canto general y qué decir, cojo el libro, lo abro por cualquier página, y disfruto.
Barrio sin luz
¿Se va la poesía de las cosas
o no la puede condensar mi vida?
Ayer -mirando el último crepúsculo-
yo era un manchón de musgo entre unas ruinas.
Las ciudades -hollines y venganzas-,
la cochinada gris de los suburbios,
la oficina que encorva las espaldas,
el jefe de ojos turbios.
Sangre de un arrebol sobre los cerros,
sangre sobre las calles y las plazas,
dolor de corazones rotos,
podre de hastíos y de lágrimas.
Un río abraza el arrabal
como una mano helada que tienta en las tinieblas:
sobre sus aguas se avergüenzan
de verse las estrellas.
Y las casas que esconden los deseos
detrás de las ventanas luminosas,
mientras afuera el viento
lleva un poco de barro a cada rosa.
Lejos... la bruma de las olvidanzas
-humos espesos, tajamares rotos-,
y el campo, ¡el campo verde!, en que jadean
los bueyes y los hombres sudorosos.
Y aquí estoy yo, brotado entre las ruinas,
mordiendo solo todas las tristezas,
como si el llanto fuera una semilla
y yo el único surco de la tierra.
Y éste de otro Nobel, Vicente Aleixandre.
Corazón negro
Corazón negro.
Enigma o sangre de otras vidas pasadas,
suprema interrogación que ante los ojos me habla,
signo que no comprendo a la luz de la luna.
Sangre negra, corazón dolorido que desde lejos la envías
a latidos inciertos, bocanadas calientes,
vaho pesado de estío, río en que no me hundo,
que sin luz pasa como silencio, sin perfume ni amor.
Triste historia de un cuerpo que existe como existe un planeta,
como existe la luna, la abandonada luna,
hueso que todavía tiene un claror de carne.
Aquí, aquí en la tierra echado entre unos juncos,
entre lo verde presente, entre lo siempre fresco,
veo esa pena o sombra, esa linfa o espectro,
esa sola sospecha de sangre que no pasa.
¡Corazón negro, origen del dolor o la luna,
corazón que algún día latiste entre unas manos.
beso que navegaste por unas venas rojas,
cuerpo que te ceñiste a una tapia vibrante!
Y bien, no era muy dada a leer poesía, será que en el colegio/instituto no se hizo con gusto, pero desde hace poco cada vez me atrevo más. Voy a poner por aquí un par de poemas que me han llamado bastante la atención, hagan ustedes lo mismo si quieren y comentemos un poco entre todos.
El primero, cómo no, Neruda. Tenía por aquí el Canto general y qué decir, cojo el libro, lo abro por cualquier página, y disfruto.
Barrio sin luz
¿Se va la poesía de las cosas
o no la puede condensar mi vida?
Ayer -mirando el último crepúsculo-
yo era un manchón de musgo entre unas ruinas.
Las ciudades -hollines y venganzas-,
la cochinada gris de los suburbios,
la oficina que encorva las espaldas,
el jefe de ojos turbios.
Sangre de un arrebol sobre los cerros,
sangre sobre las calles y las plazas,
dolor de corazones rotos,
podre de hastíos y de lágrimas.
Un río abraza el arrabal
como una mano helada que tienta en las tinieblas:
sobre sus aguas se avergüenzan
de verse las estrellas.
Y las casas que esconden los deseos
detrás de las ventanas luminosas,
mientras afuera el viento
lleva un poco de barro a cada rosa.
Lejos... la bruma de las olvidanzas
-humos espesos, tajamares rotos-,
y el campo, ¡el campo verde!, en que jadean
los bueyes y los hombres sudorosos.
Y aquí estoy yo, brotado entre las ruinas,
mordiendo solo todas las tristezas,
como si el llanto fuera una semilla
y yo el único surco de la tierra.
Y éste de otro Nobel, Vicente Aleixandre.
Corazón negro
Corazón negro.
Enigma o sangre de otras vidas pasadas,
suprema interrogación que ante los ojos me habla,
signo que no comprendo a la luz de la luna.
Sangre negra, corazón dolorido que desde lejos la envías
a latidos inciertos, bocanadas calientes,
vaho pesado de estío, río en que no me hundo,
que sin luz pasa como silencio, sin perfume ni amor.
Triste historia de un cuerpo que existe como existe un planeta,
como existe la luna, la abandonada luna,
hueso que todavía tiene un claror de carne.
Aquí, aquí en la tierra echado entre unos juncos,
entre lo verde presente, entre lo siempre fresco,
veo esa pena o sombra, esa linfa o espectro,
esa sola sospecha de sangre que no pasa.
¡Corazón negro, origen del dolor o la luna,
corazón que algún día latiste entre unas manos.
beso que navegaste por unas venas rojas,
cuerpo que te ceñiste a una tapia vibrante!
El más hermoso y desesperanzador al mismo tiempo, que haya leÃdo nunca:
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico dÃa llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanÃa.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que valen menos que la bala que los mata.
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico dÃa llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanÃa.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que valen menos que la bala que los mata.
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- Registrado: Mar Dic 06, 2005 10:24 pm
- Ubicación: No hay nada peor que la incultura. Ya lo dijeron Ortega y Gasset.
Qué grande Galeano!
Sólo los nadies se merecían semejante texto.
Yo por fomentar la poesía actual, dejo aquí un poema de Elena Medel, que en su día me llegó mucho. Pertenece a su primer libro Mi primer bikini y creo que tenía 18 añitos cuando lo escribió.
RAGAZZA
<<Disc>>
- sueño que le interrumpo en plena calle -
<<Lleva>>.
Y, entonces,
descubro que también me envuelve
el violeta dulce y calmo de sus ojos.
Sólo los nadies se merecían semejante texto.
Yo por fomentar la poesía actual, dejo aquí un poema de Elena Medel, que en su día me llegó mucho. Pertenece a su primer libro Mi primer bikini y creo que tenía 18 añitos cuando lo escribió.
RAGAZZA
<<Disc>>
- sueño que le interrumpo en plena calle -
<<Lleva>>.
Y, entonces,
descubro que también me envuelve
el violeta dulce y calmo de sus ojos.
RAGAZZA
"Discúlpeme"
- sueño que le interrumpo en plena calle-
"Lleva usted mi corazón
pegado a suela del zapato"
Y, entonces,
descubro que también me envuelve
el violeta dulce y calmo de sus ojos.
Perdón, creo que cuando lo leí llevaba los signos estos << >> , pero como aparece ahí algo extraño, transcribo entrecomillas el diálogo.
"Discúlpeme"
- sueño que le interrumpo en plena calle-
"Lleva usted mi corazón
pegado a suela del zapato"
Y, entonces,
descubro que también me envuelve
el violeta dulce y calmo de sus ojos.
Perdón, creo que cuando lo leí llevaba los signos estos << >> , pero como aparece ahí algo extraño, transcribo entrecomillas el diálogo.
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- Registrado: Mié Abr 14, 2004 7:36 pm
- Ubicación: ¿La deportista?
La poesía debe disfrutarse de manera ajena a lo académico.
Si realmente la necesitas, llega un momento de tu vida donde aparece sola. Para mí se ha convertido en una necesidad diaria. Disfruto especialmente con autores del modernismo, y bueno, últimamente tengo un interés muy exclusivo por mujeres.
En unos días si puedo cuelgo algunos fragmentos de una poeta malagueña muy desconocida, ¿? España (no recuerdo nombre ahora). Y de otros literatos también más desconocidos, como Salvador Rueda, poeta modernista parejo a Rubén Darío (que obviamente, nunca tuvo la fama de su compañero, primero amigo y más tarde enemigo).
Bueno, por comenzar, como veo a RoJa le gusta Aleixandre...
Vicente Aleixandre- Ciudad del paraíso
Siempre te ven mis ojos, ciudad de mis días marinos.
Colgada del imponente monte, apenas detenida
en tu vertical caída a las ondas azules,
pareces reinar bajo el cielo, sobre las aguas,
intermedia en los aires, como si una mano dichosa
te hubiera retenido, un momento de gloria, antes de hundirte para
siempre en las olas amantes.
Pero tú duras, nunca desciendes, y el mar suspira
o brama por ti, ciudad de mis días alegres,
ciudad madre y blanquísima donde viví, y recuerdo,
angélica ciudad que, más alta que el mar, presides sus espumas.
Calles apenas, leves, musicales. Jardines
donde flores tropicales elevan sus juveniles palmas gruesas.
Palmas de luz que sobre las cabezas, aladas,
merecen el brillo de la brisa y suspenden
por un instante labios celestiales que cruzan
con destino a las islas remotísimas, mágicas,
que allá en el azul índigo, libertadas, navegan.
Allí también viví, allí, ciudad graciosa, ciudad honda.
Allí donde los jóvenes resbalan sobre la piedra amable,
y donde las rutilantes paredes besan siempre
a quienes siempre cruzan, hervidores de brillos.
Allí fui conducido por una mano materna.
Acaso de una reja florida una guitarra triste
cantaba la súbita canción suspendida del tiempo;
quieta la noche, más quieto el amante,
bajo la lucha eterna que instantánea transcurre.
Un soplo de eternidad pudo destruirte,
ciudad prodigiosa, momento que en la mente de un dios emergiste.
Los hombres por un sueño vivieron, no vivieron,
eternamente fúlgidos como un soplo divino.
Jardines, flores. Mar alentado como un brazo que anhela
a la ciudad voladora entre monte y abismo,
blanca en los aires, con calidad de pájaro suspenso
que nunca arriba. ¡Oh ciudad no en la tierra!
Por aquella mano materna fui llevado ligero
por tus calles ingrávidas. Pie desnudo en el día.
Pie desnudo en la noche. Luna grande. Sol puro.
Allí el cielo eras tú, ciudad que en él morabas.
Ciudad que en él volabas con tus alas abiertas.
Salvador Rueda- La lámpara de la poesía (hay algo por internet y todo)
Desde la frente, que es lámpara lírica, desborda su acento
como un aceite de aroma y de gracia la ardiente poesía,
y a los ensalmos exhala cantando su fresca armonía,
vase llenando de luz inefable la esponja del viento.
Rozan los versos como alas ungidas de lírico ungüento
sobre las frentes, que se abren cual rosas de blanca alegría;
y un abanico de ritmos celestes el aire deslía,
cual si moviera sus plumas de magia de Dios el aliento.
Vierte en el aire la lámpara noble sus sones divinos,
que goteantes de sílabas puras derraman sus trinos
desde el tazón del cerebro de lumbre que canta sonoro.
Y revolando las almas acuden de sed abrasadas
como palomas que beben rocío y ondulan bañadas
en el temblor de la fuente sube del verso de oro.
Si realmente la necesitas, llega un momento de tu vida donde aparece sola. Para mí se ha convertido en una necesidad diaria. Disfruto especialmente con autores del modernismo, y bueno, últimamente tengo un interés muy exclusivo por mujeres.
En unos días si puedo cuelgo algunos fragmentos de una poeta malagueña muy desconocida, ¿? España (no recuerdo nombre ahora). Y de otros literatos también más desconocidos, como Salvador Rueda, poeta modernista parejo a Rubén Darío (que obviamente, nunca tuvo la fama de su compañero, primero amigo y más tarde enemigo).
Bueno, por comenzar, como veo a RoJa le gusta Aleixandre...
Vicente Aleixandre- Ciudad del paraíso
Siempre te ven mis ojos, ciudad de mis días marinos.
Colgada del imponente monte, apenas detenida
en tu vertical caída a las ondas azules,
pareces reinar bajo el cielo, sobre las aguas,
intermedia en los aires, como si una mano dichosa
te hubiera retenido, un momento de gloria, antes de hundirte para
siempre en las olas amantes.
Pero tú duras, nunca desciendes, y el mar suspira
o brama por ti, ciudad de mis días alegres,
ciudad madre y blanquísima donde viví, y recuerdo,
angélica ciudad que, más alta que el mar, presides sus espumas.
Calles apenas, leves, musicales. Jardines
donde flores tropicales elevan sus juveniles palmas gruesas.
Palmas de luz que sobre las cabezas, aladas,
merecen el brillo de la brisa y suspenden
por un instante labios celestiales que cruzan
con destino a las islas remotísimas, mágicas,
que allá en el azul índigo, libertadas, navegan.
Allí también viví, allí, ciudad graciosa, ciudad honda.
Allí donde los jóvenes resbalan sobre la piedra amable,
y donde las rutilantes paredes besan siempre
a quienes siempre cruzan, hervidores de brillos.
Allí fui conducido por una mano materna.
Acaso de una reja florida una guitarra triste
cantaba la súbita canción suspendida del tiempo;
quieta la noche, más quieto el amante,
bajo la lucha eterna que instantánea transcurre.
Un soplo de eternidad pudo destruirte,
ciudad prodigiosa, momento que en la mente de un dios emergiste.
Los hombres por un sueño vivieron, no vivieron,
eternamente fúlgidos como un soplo divino.
Jardines, flores. Mar alentado como un brazo que anhela
a la ciudad voladora entre monte y abismo,
blanca en los aires, con calidad de pájaro suspenso
que nunca arriba. ¡Oh ciudad no en la tierra!
Por aquella mano materna fui llevado ligero
por tus calles ingrávidas. Pie desnudo en el día.
Pie desnudo en la noche. Luna grande. Sol puro.
Allí el cielo eras tú, ciudad que en él morabas.
Ciudad que en él volabas con tus alas abiertas.
Salvador Rueda- La lámpara de la poesía (hay algo por internet y todo)
Desde la frente, que es lámpara lírica, desborda su acento
como un aceite de aroma y de gracia la ardiente poesía,
y a los ensalmos exhala cantando su fresca armonía,
vase llenando de luz inefable la esponja del viento.
Rozan los versos como alas ungidas de lírico ungüento
sobre las frentes, que se abren cual rosas de blanca alegría;
y un abanico de ritmos celestes el aire deslía,
cual si moviera sus plumas de magia de Dios el aliento.
Vierte en el aire la lámpara noble sus sones divinos,
que goteantes de sílabas puras derraman sus trinos
desde el tazón del cerebro de lumbre que canta sonoro.
Y revolando las almas acuden de sed abrasadas
como palomas que beben rocío y ondulan bañadas
en el temblor de la fuente sube del verso de oro.
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- Registrado: Mié Abr 14, 2004 7:36 pm
- Ubicación: ¿La deportista?
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- Registrado: Vie Sep 23, 2005 2:46 pm
- Ubicación: Capital artificial de un pais singular
A mi el que ha puesto la navarrica ahi arriba me ha encantado, no lo había leido. Peeeero (siempre hay un pero xD), mi preferido, el que mas me ha calado y me cala en lo mas hondo...es el "Te quiero", de Benedetti.
Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro
Tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
Y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero
Y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola
Te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro
Tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
Y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero
Y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola
Te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
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- Registrado: Mar Dic 06, 2005 10:24 pm
- Ubicación: No hay nada peor que la incultura. Ya lo dijeron Ortega y Gasset.
De Salvador Rueda nos habían hablado de mala manera en Literatura, como de todos los autores y épocas, una pena. El de Benedetti es muy bueno, sí. Otro que me llamó la atención fue Blas de Otero.
Si he perdido la vida
Si he perdido la vida, el tiempo,
todo lo tiré como un anillo al agua.
Si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre,
todo lo que era mío y resultó ser nada.
Si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los ojos para ver el rostro
puro y terrible de mi patria.
Si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
Y esto no es una poesía de un poeta propiamente dicho, pero a mí me pone los pelos de punta.
Báilame el agua - Daniel Valdés
Báilame el agua.
Úntame de amor y otras fragancias de su jardín secreto.
Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor.
Sácame de quicio.
Llévame a pasear atado con una correa que apriete demasiado.
Hazme sufrir.
Aviva las ascuas.
Ponme a secar como un trapo mojado.
No desates las cuerdas hasta que sea tarde.
Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea tuya ni mía, que sea de todos.
Líbrame de mi estigma.
Llámame tonto.
Sacrifica tu aureola.
Perdóname.
Olvida todo lo que haya podido decir hasta ahora.
No me arrastres.
No me asustes.
Vete lejos.
Pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Sangra mi labio con sanguijuelas de colores.
Fuma un cigarro para mí.
Traga el humo.
Arréglalo y que no vuelva a estropearse.
Échalo fuera.
Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora.
Sueña retorcido.
Sueña feliz, que yo me encargaré de tus enemigos.
Dame la llave de tus oídos.
Toca mis ojos abiertos.
Nota la textura del calor.
Hasta reventar.
Sé yo mismo y no te arrepentirás.
¿Por cuánto te vendes? Regálame a tus ídolos.
Yo te enviaré a los míos.
Píllate los dedos.
Los lameré hasta que no sepan a miel.
Hasta que no dejen de ser miel.
Sal, niega todo y después vuelve.
Te invito a un café.
Caliente claro.
Y sin azucar. Sin aliento.
Si he perdido la vida
Si he perdido la vida, el tiempo,
todo lo tiré como un anillo al agua.
Si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre,
todo lo que era mío y resultó ser nada.
Si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los ojos para ver el rostro
puro y terrible de mi patria.
Si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
Y esto no es una poesía de un poeta propiamente dicho, pero a mí me pone los pelos de punta.
Báilame el agua - Daniel Valdés
Báilame el agua.
Úntame de amor y otras fragancias de su jardín secreto.
Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor.
Sácame de quicio.
Llévame a pasear atado con una correa que apriete demasiado.
Hazme sufrir.
Aviva las ascuas.
Ponme a secar como un trapo mojado.
No desates las cuerdas hasta que sea tarde.
Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea tuya ni mía, que sea de todos.
Líbrame de mi estigma.
Llámame tonto.
Sacrifica tu aureola.
Perdóname.
Olvida todo lo que haya podido decir hasta ahora.
No me arrastres.
No me asustes.
Vete lejos.
Pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Sangra mi labio con sanguijuelas de colores.
Fuma un cigarro para mí.
Traga el humo.
Arréglalo y que no vuelva a estropearse.
Échalo fuera.
Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora.
Sueña retorcido.
Sueña feliz, que yo me encargaré de tus enemigos.
Dame la llave de tus oídos.
Toca mis ojos abiertos.
Nota la textura del calor.
Hasta reventar.
Sé yo mismo y no te arrepentirás.
¿Por cuánto te vendes? Regálame a tus ídolos.
Yo te enviaré a los míos.
Píllate los dedos.
Los lameré hasta que no sepan a miel.
Hasta que no dejen de ser miel.
Sal, niega todo y después vuelve.
Te invito a un café.
Caliente claro.
Y sin azucar. Sin aliento.
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- Registrado: Mié Abr 14, 2004 7:36 pm
- Ubicación: ¿La deportista?
No entiendo. ¿De mala manera? ¿Te refieres a que hablaban poco o nada, o a que lo hacían despectivamente?
Lota España se llamaba la poeta o poetisa, malagueña tristemente olvidada. Copio un fragmento de una poesía, que son especialmente largas.
Protección
Entre mis pobres manos
crujen tus manos largas,
como las hojas secas
que el viento loco arrastra:
y mientras yo medito
y mientras "Ella" ronda con su pisada blanca
¿qué vaguedad eterna
refleja tu mirada?..
Alma mía: -me dices
con voz que me llega al alma:
Ya se quedan vacíos como bocas sin besos
los nidos en las ramas...
¿escaparé este año
de la fría guadaña
siempre pálido y triste
por esta encrucijada?..
*************************
Lota España se llamaba la poeta o poetisa, malagueña tristemente olvidada. Copio un fragmento de una poesía, que son especialmente largas.
Protección
Entre mis pobres manos
crujen tus manos largas,
como las hojas secas
que el viento loco arrastra:
y mientras yo medito
y mientras "Ella" ronda con su pisada blanca
¿qué vaguedad eterna
refleja tu mirada?..
Alma mía: -me dices
con voz que me llega al alma:
Ya se quedan vacíos como bocas sin besos
los nidos en las ramas...
¿escaparé este año
de la fría guadaña
siempre pálido y triste
por esta encrucijada?..
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- Registrado: Mar Dic 06, 2005 10:24 pm
- Ubicación: No hay nada peor que la incultura. Ya lo dijeron Ortega y Gasset.
Aquà uno de Jenófanes (versión de GarcÃa Calvo, hay muchas pero ésta es la primera que he encontrado). Sobra decir que por la traducción se pierde la rima, pero no me parece eso lo importante del peoma, sino las metáforas.
Las yeguas que me transportan y a cuanto el ansia llegara
me aviaban, asà que me echaron al milvocero camino
de la deidad, que por toda ciudad lleva al hombre que sabe,
por él iba: por él me llevaban las yeguas milsabideras
tirando del carro; pero iban guiando el rumbo las niñas.
Y contra los bujes el eje soltaba gemido de flauta,
rojo de ardor (que en dos apoyaba vertiginosas
ruedas de un lado y el otro), cuando aceleraban al viaje
las niñas del Sol, dejando atrás la mansión de la noche,
hacia la luz, de las sienes sus manos corriendo los velos.
La puerta está de las rutas allà de la noche y el dÃa,
que encuadrada la tienen dintel y umbrales de piedra;
y ella arriba, celeste, ajustada en recio jambaje.
Tiene llave de fuera y de dentro Justicia la milpagadora.
A la que al fin las niñas hablando en dulce palabra
cautas la persuadieron a que el bellotudo cerrojo
les descorriera del tranco en un vuelo; y del marco las hojas
vano vacÃo abrieron de par en par, en sus cuencos
haciendo girar a vaivén los milbronceños quiciales
clavados de goznes y flejes. Asà pasando, a derecho
por la calzada guiaban las niñas yeguas y carro.
Conque la diosa gentil me acogió; me tomó de su diestra
mano en mano; y asà de su voz me habló, y me decÃa:
«Mozo, tu, compañero de aurigas nomorideras,
que llegas con yeguas que te transportan a nuestra morada,
salve: que no es tu mal hado lo que a seguir te movÃa
este camino (bien lejos está del tráfago humano),
sino ley y justicia. Mas has de enterarte de todo, lo mismo
corazón sin temblor de la bienredonda verdad que creencias
de los mortales, en las que no cabe fe verdadera;
y aun ésas, con todo, habrás de aprender, cómo, siendo creÃdas,
tendrán en creencia que ser, por todos todas entrando.
Y me da lo mismo por dónde
deba empezar: pues aquà llegaré de vuelta de nuevo.
Ea, y yo te diré (guarda tú la palabra que oigas)
las vÃas que solas ver como vÃas de búsqueda cabe:
la una, la de que es y que no puede ser que no sea,
es ruta de fe y de fiar (pues la verdad la acompaña);
la otra, la de que no es y que ha de ser que no sea,
esa -te aviso- es senda de toda fe desviada:
que lo que no es ni podrás conocerlo (eso nunca se alcanza)
ni en ello pensar.
Las yeguas que me transportan y a cuanto el ansia llegara
me aviaban, asà que me echaron al milvocero camino
de la deidad, que por toda ciudad lleva al hombre que sabe,
por él iba: por él me llevaban las yeguas milsabideras
tirando del carro; pero iban guiando el rumbo las niñas.
Y contra los bujes el eje soltaba gemido de flauta,
rojo de ardor (que en dos apoyaba vertiginosas
ruedas de un lado y el otro), cuando aceleraban al viaje
las niñas del Sol, dejando atrás la mansión de la noche,
hacia la luz, de las sienes sus manos corriendo los velos.
La puerta está de las rutas allà de la noche y el dÃa,
que encuadrada la tienen dintel y umbrales de piedra;
y ella arriba, celeste, ajustada en recio jambaje.
Tiene llave de fuera y de dentro Justicia la milpagadora.
A la que al fin las niñas hablando en dulce palabra
cautas la persuadieron a que el bellotudo cerrojo
les descorriera del tranco en un vuelo; y del marco las hojas
vano vacÃo abrieron de par en par, en sus cuencos
haciendo girar a vaivén los milbronceños quiciales
clavados de goznes y flejes. Asà pasando, a derecho
por la calzada guiaban las niñas yeguas y carro.
Conque la diosa gentil me acogió; me tomó de su diestra
mano en mano; y asà de su voz me habló, y me decÃa:
«Mozo, tu, compañero de aurigas nomorideras,
que llegas con yeguas que te transportan a nuestra morada,
salve: que no es tu mal hado lo que a seguir te movÃa
este camino (bien lejos está del tráfago humano),
sino ley y justicia. Mas has de enterarte de todo, lo mismo
corazón sin temblor de la bienredonda verdad que creencias
de los mortales, en las que no cabe fe verdadera;
y aun ésas, con todo, habrás de aprender, cómo, siendo creÃdas,
tendrán en creencia que ser, por todos todas entrando.
Y me da lo mismo por dónde
deba empezar: pues aquà llegaré de vuelta de nuevo.
Ea, y yo te diré (guarda tú la palabra que oigas)
las vÃas que solas ver como vÃas de búsqueda cabe:
la una, la de que es y que no puede ser que no sea,
es ruta de fe y de fiar (pues la verdad la acompaña);
la otra, la de que no es y que ha de ser que no sea,
esa -te aviso- es senda de toda fe desviada:
que lo que no es ni podrás conocerlo (eso nunca se alcanza)
ni en ello pensar.
Un poema de Angel Gonzalez, ovetense fallecido recientemente:
BREVES ACOTACIONES PARA UNA BIOGRAF�A
Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo,
pero luego no digas que no sabes lo que haces.
Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.
Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte ésta es la puerta:
se llama �ngel y conduce al llanto.
BREVES ACOTACIONES PARA UNA BIOGRAF�A
Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo,
pero luego no digas que no sabes lo que haces.
Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.
Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte ésta es la puerta:
se llama �ngel y conduce al llanto.
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- Registrado: Jue Jun 30, 2005 5:38 pm
otro de Benedetti que es la reostia:
Hombre preso que mira a su hijo
Al viejo hache
Cuando era como vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes,
que Libertad o Muerte era una redundancia,
a quién se le ocurría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas,
que la Patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos.
Realmente botija no sabian un corno,
pobrecitos creían que Libertad
era tan sólo una palabra aguda,
que Muerte era tan sólo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula,
olvidaban poner el acento en el hombre.
La culpa no era exactamente de ellos
sino de otros más duros y siniestros,
y éstos sí,
cómo nos ensartaron
con la limpia república verbal,
cómo idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros,
y cómo nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles.
Uno no siempre hace lo que quiere,
uno no siempre puede
por eso estoy aquí
mirándote y echándote
de menos.
Por eso es que no puedo despeinarte el jopo,
ni ayudarte con la tabla del nueve,
ni acribillarte a pelotazos,
vos sabés que tuve que elegir otros juegos
y que los jugué en serio
y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías
y jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre.
Botija aunque tengas pocos años,
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides,
por eso no te oculto que me dieron picana,
que casi me revientan los riñones,
todas estas llagas hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados,
son durísimos golpes,
son botas en la cara,
demasiado dolor para que te lo oculte,
demasiado suplicio para que se me borre.
Pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló,
o puteó como un loco,
que es una linda forma de callar,
que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos
y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina,
en qué bar,
qué parada,
qué casa.
Y acordarse de vos,
de tu carita,
lo ayudaba a callar,
una cosa es morirse de dolor
y otra cosas morirse de verguenza,
por eso ahora
me podés preguntar
y sobre todo
puedo yo responder.
Uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere,
llorá nomás botija,
son macanas
que los hombres no lloran,
aquí lloramos todos,
gritamos, berreamos, moqueamos, chillamos,
maldecimos.
Porque es mejor llorar que traicionar,
porque es mejor llorar que traicionarse,
llorá,
pero no olvides.
Hombre preso que mira a su hijo
Al viejo hache
Cuando era como vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes,
que Libertad o Muerte era una redundancia,
a quién se le ocurría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas,
que la Patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos.
Realmente botija no sabian un corno,
pobrecitos creían que Libertad
era tan sólo una palabra aguda,
que Muerte era tan sólo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula,
olvidaban poner el acento en el hombre.
La culpa no era exactamente de ellos
sino de otros más duros y siniestros,
y éstos sí,
cómo nos ensartaron
con la limpia república verbal,
cómo idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros,
y cómo nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles.
Uno no siempre hace lo que quiere,
uno no siempre puede
por eso estoy aquí
mirándote y echándote
de menos.
Por eso es que no puedo despeinarte el jopo,
ni ayudarte con la tabla del nueve,
ni acribillarte a pelotazos,
vos sabés que tuve que elegir otros juegos
y que los jugué en serio
y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías
y jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre.
Botija aunque tengas pocos años,
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides,
por eso no te oculto que me dieron picana,
que casi me revientan los riñones,
todas estas llagas hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados,
son durísimos golpes,
son botas en la cara,
demasiado dolor para que te lo oculte,
demasiado suplicio para que se me borre.
Pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló,
o puteó como un loco,
que es una linda forma de callar,
que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos
y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina,
en qué bar,
qué parada,
qué casa.
Y acordarse de vos,
de tu carita,
lo ayudaba a callar,
una cosa es morirse de dolor
y otra cosas morirse de verguenza,
por eso ahora
me podés preguntar
y sobre todo
puedo yo responder.
Uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere,
llorá nomás botija,
son macanas
que los hombres no lloran,
aquí lloramos todos,
gritamos, berreamos, moqueamos, chillamos,
maldecimos.
Porque es mejor llorar que traicionar,
porque es mejor llorar que traicionarse,
llorá,
pero no olvides.
Qué zampá me acabo de meter al abrir el post
El tema de las mujeres poetas (no reconocidas en la mayoría de los casos) es muy interesante. A Lota España no la conocía, he estado buscando algo en el google, no encuentro nada, seguiré buscando.
El año pasado descubrí a una extremeña del Romanticismo, Carolina Coronado. Tenía por ahí un poema que le dedicó Espronceda, pero no lo encuentro. Dejo un fragmentito de ella:
Dejaba apenas la inocente cuna
cuando una hermosa noche en la pradera
los juegos suspendí por ver la luna
y en sus rayos te vi, la vez primera.

El tema de las mujeres poetas (no reconocidas en la mayoría de los casos) es muy interesante. A Lota España no la conocía, he estado buscando algo en el google, no encuentro nada, seguiré buscando.
El año pasado descubrí a una extremeña del Romanticismo, Carolina Coronado. Tenía por ahí un poema que le dedicó Espronceda, pero no lo encuentro. Dejo un fragmentito de ella:
Dejaba apenas la inocente cuna
cuando una hermosa noche en la pradera
los juegos suspendí por ver la luna
y en sus rayos te vi, la vez primera.
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- Registrado: Mié Abr 14, 2004 7:36 pm
- Ubicación: ¿La deportista?
De Lota España no encontrarás nada. Los textos que yo tengo de ella son de un libro que surgió a través de una tesis. Encontraron textos suyos entre archivos, pero ella desapareció en el 36, justo al llegar las tropas franquistas a Málaga. A partir de ahí, todo es un misterio.
Lota España tiene también un honor: fue la última poeta en publicar en España antes de la guerra. En concreto, el poema fue "Durruti", en honor al anarquista asesinado. Eso le creo muchos enemigos.
Bueno, sigamos con mujeres.
Concha Mendez (ex-esposa de Manuel Altolaguirre)
SE DESPRENDIÓ MI SANGRE PARA FORMAR TU CUERPO...
Se desprendió mi sangre para formar tu cuerpo.
Se repartió mi alma para formar tu alma.
y fueron nueve lunas y fue toda una angustia
de días sin reposo y noches desveladas.
Y fue en la hora de verte que te perdí sin verte.
¿De qué color tus ojos, tu cabello, tu sombra?
Mi corazón que es cuna que en secreto te guarda,
porque sabe que fuiste y te llevó en la vida,
te seguirá meciendo hasta el fin de mis horas.
Lota España tiene también un honor: fue la última poeta en publicar en España antes de la guerra. En concreto, el poema fue "Durruti", en honor al anarquista asesinado. Eso le creo muchos enemigos.
Bueno, sigamos con mujeres.
Concha Mendez (ex-esposa de Manuel Altolaguirre)
SE DESPRENDIÓ MI SANGRE PARA FORMAR TU CUERPO...
Se desprendió mi sangre para formar tu cuerpo.
Se repartió mi alma para formar tu alma.
y fueron nueve lunas y fue toda una angustia
de días sin reposo y noches desveladas.
Y fue en la hora de verte que te perdí sin verte.
¿De qué color tus ojos, tu cabello, tu sombra?
Mi corazón que es cuna que en secreto te guarda,
porque sabe que fuiste y te llevó en la vida,
te seguirá meciendo hasta el fin de mis horas.
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