una fuerza brutal. Fue como si de los cielos hubiera caído un rayo y
partido un árbol vivo. Oí el sonido producido por aquella estructura
que yo había construido pieza a pieza, con todas mis fuerzas, hasta
el momento presente, al derrumbarse lamentablemente al suelo.
Sentí lo mismo que hubiera sentido si hubiese sido testigo del instante
en que mi existencia se transformara en un temible no ser. Cerré
los ojos, y, a los pocos instantes, volvía a hallarme en plena posesión
de mi helado sentido del deber.
Yukio Mishima
De: Confesiones de una máscara, 1949.
http://es.wikipedia.org/wiki/Yukio_Mishima



"... Después se dirigió junto con los miembros de su grupo a un cuartel del ejército que ocuparon, y tras un discurso a la tropa, él y su compañero Masakatsu Morita se suicidaron mediante seppuku. Mishima realizó su seppuku en el despacho del General Kanetoshi Mashita. Su kaishaku (asistente) trató 3 veces de decapitarlo sin éxito. Finalmente, fue Hiroyasu Koga quien realizó la decapitación. Posteriormente, Masakatsu Morita intentó realizar su propio seppuku. Aunque sus cortes fueron poco profundos para ser fatales, hizo una señal a Koga para que también le decapitase.
Con su muerte desapareció uno de los críticos más lúcidos de la sociedad japonesa de posguerra y un artista superdotado que marcó señaladamente un rumbo en la historia de la literatura japonesa contemporánea."
"Fue propuesto para el Premio Nobel de Literatura en tres ocasiones".
Confesiones de una Máscara de Yukio Mishima:
La primera novela de Yukio Mishima, Confesiones de una máscara, es su obra más dolorosamente autobiográfica y la que, no obstante, más malentendidos y controversia ha sucitado. Ya en su título nos encontramos con dos términos capitales en las modernas teorías sobre la sexualidad y el género, dos vocablos que remiten a dos herramientas epistemológicas capitales para acercarnos a la obra del escritor japonés. El título en sí mismo es una paradoja y una misteriosa tautología. Se autoinscribe de inmediato en el género de la literatura confesional, Confesiones, para seguidamente hacernos chocar con un término antitético un término de redefinición, performance y resistencia, Máscara. La literatura confesional traspasa los límites de una modalidad o un género literario para situarse en una modalidad escrita de discurso de configuración, fijación y control de las identidades. Sabemos desde Foucault que el sexo, la sexualidad moderna, no es sólo reprimida sino también incitada a mostrarse, a hablar de sí misma, a confesarse. La modalidad de confesión de la tradición cristiana y de la tradición psicoanalítica va a perfilar una identidad corporeizada y sexualizada que se esablece a través de discursos culturales y estrategias de poder.