apenas duermo si no muero
enfermando de amor
te vomité mis sentimientos
asustándote al sentirte culpable
Con tu reflejo aún en los ojos
y tu olor en los pulmones
tu tacto entre mis dedos
y tu sabor en la boca
Ahora vago como un alma perdida
en el purgatorio de mi vida
con el pavor a tu miedo
desde el solsticio al equinoco
sintiendo cada amanecer como un ocaso
Pero intentaré derribar ese muro
construido con desilusiones y falsas esperanzas
solo con la fuerza de tu mirada, sonrisas y palabras
Sólo los tontos son felices, me creo
intento pensar pero no puedo
me dices ángel pero me cortas las alas
me dices que no me mate y no me muero
También estoy asustado:
la novedad de haber sido feliz
quizá podramos comprendernos
y no soñar y vivir de recuerdos
de aquel dia que te tuve junto a mi
Aunque sea di que me odias
al menos oiré tu voz
y sentiré ese pequeño escalofrío
y fingiré que no me importas
y reiré cuando me duela
y no sangraré cuando me cortes
pero la indiferencia me mata
Muchas veces ni intentamos ser felices por el miedo a que algún dia podrá terminarse y volver a la mísera rutina de nuestras vidas. Yo hubo un día que fui feliz, me sentí extraño y vulnerable, era algo nuevo y tardé en asimilarlo dándome cuenta un poco tarde. Hace 7 putos dias todos mis males se curaron y mi alma resucitó cual Lázaro cabalgando en un fénix (weno ahí me he pasao...). Ahora me dedico a esperar lacónicamente que ese día pueda repetirse, una utópica ensoñación quizás, pero al menos tengo algo por lo que vivir y salir de mi puta pusilánime desidia habitual

