Hola
Capítulo VII
[spoiler]Dorian, Henry y Basil van al teatro a ver a la maravillosa Sibyl actuar. Pero a la pobre muchacha el estar enamorada, fuera de potenciar sus artes de actriz, sólo la han empeorado y descentrado. Dorian está horrorizado por ese cambio, mientras que la propia Sibyl está encantada e incluso piensa en dejar el teatro. Pero Dorian, a mi parecer, no se había enamorado de Sibyl, sino de los personajes que representaba, y de esa faceta múltiple. A resultas de todo esto va a visitarla, profundamente decepcionado y humillado (esto último gracias a Henry, que se muestra demasiado condescendiente) y le dirige unas palabras muy duras aun cuando ella parece feliz. Actúa como una persona egoista, egocéntrica, humillando a Sybil premeditadamente. Sibyl cambia radicalmente y pide perdón a Dorian, pero este no quiere escuchar, porque no le importa en absoluto lo que diga Sibyl, él quiere oír y ver a las mujeres que describe Shakespeare. La angelical Julieta,....
De este capítulo, quizá lo que más me ha chocado es la reacción de Henry y Basil, que abandonan el teatro tan precipitadamente y siendo ellos los referentes en "Buena educación británica", dejan a su "amigo" Dorian sólo y conmocionado. Máxime me choca cuando parece que ambos se han autoadjudicado el papel de "mentor" del joven, puro e inexperto Dorian.
Y Dorian aparece como un ser no sólo vacío y superficial, sino cruel e inmiserecorde con Sybil.[/spoiler]
CAPITULO VIII
[spoiler]Dorian vuelve a su casa dando un paseo por los "barrios bajos" y, cuando llega a su casa, cansado, enfadado y muy pensativo, le parece ver que algo ha cambiado en su retrato. Al principio, cuando se da cuenta, lo primero que piensa Dorian es en qué le dirá a Basil si quiere ver el cuadro. Luego reflexiona más profundamente y piensa en usar esa propiedad del cuadro como una especie de "brújula de conciencia". Pero cuando llega Henry y le dice que Sibyl se ha suicidado, habla con él de tal modo que, en lugar de hacerle sentir ciertamente responsable de ello, como lo es, le da excusas a las que Dorian se agarra como a un clavo ardiendo (es decir, no quería escuhar a Henry cuando estaba en contra de Sibyl pero ahora sí. Finalmente Dorian se queda pensando en cómo usar el cuadro.
Queda muy en el aire qué estuvo haciendo Dorian toda la noche y por dónde se encaminaron sus pasos.
Su observación y reflexiones acerca del cambio surtido en el cuadro, en el que aparecen trazos de crueldad, en un principio hacen recapacitar sobre su actuación hacie Sybil. Intenta solucionar el mal que había hecho con una carta dirigida a la joven, pero me sorprende que tan pronto se entera de la muerte de ésta, pareciera que nada hubiera ocurrido. Continua con sus salidas nocturnas y aparenta no estar afectado más que lo que dura un instante. Borra de su memoria a Sybil y toda su preocupación se centra en el ocultamiento del cuadro que, parece ser, es su delator.
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Saludos
