Feliç diada
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Feliç diada
Un dia com avui el Cap de Govern, Rafael Casanovas va defensar Espanya, des de Catalunya, dels francesos amb la ajuda del poble valerós català
Rafael Casanovas va ser un patriota espanyol que estimava la seva terra i menys s'imaginava que anys després aquest dia es anava a desenvolupar com avui, ple de joves carregats d'odi i cremant banderes espanyoles. És dir, utilitzant l'onze de setembre com odi a la seva terra
¡VISCA CATALUNYA! ¡VISCA ESPANYA!
Rafael Casanovas va ser un patriota espanyol que estimava la seva terra i menys s'imaginava que anys després aquest dia es anava a desenvolupar com avui, ple de joves carregats d'odi i cremant banderes espanyoles. És dir, utilitzant l'onze de setembre com odi a la seva terra
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tu estas sin bilis ninguna. menos de 100 mensajes y todos de asquerosazo repelente. te importara a ti mucho toda la mierda de la que hablas. tu eres el tipico tonto de todos los foros. aqui no se autohumilla nadie , te piensas que humillas tu a alguien con toda esa mierda que pones que ni sabes lo que es, eres de risa. toma anda, que me sobranHoward Langston escribió:Vuestros argumentos de peso no hacen más que darle la razón al hilo.
Bilis 100% gracias por autohumillaros.

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ceferino raffles escribió:tu estas sin bilis ninguna. menos de 100 mensajes y todos de asquerosazo repelente. te importara a ti mucho toda la mierda de la que hablas. tu eres el tipico tonto de todos los foros. aqui no se autohumilla nadie , te piensas que humillas tu a alguien con toda esa mierda que pones que ni sabes lo que es, eres de risa. toma anda, que me sobranHoward Langston escribió:Vuestros argumentos de peso no hacen más que darle la razón al hilo.
Bilis 100% gracias por autohumillaros.
Con ese montaje de hace, por lo menos diez años, y hablando así, una vez más dando la razón al hilo.
Venga dame razones más convincentes, pídele ayuda al pequeño de tus hijos.
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Howard Langston escribió:ceferino raffles escribió:tu estas sin bilis ninguna. menos de 100 mensajes y todos de asquerosazo repelente. te importara a ti mucho toda la mierda de la que hablas. tu eres el tipico tonto de todos los foros. aqui no se autohumilla nadie , te piensas que humillas tu a alguien con toda esa mierda que pones que ni sabes lo que es, eres de risa. toma anda, que me sobranHoward Langston escribió:Vuestros argumentos de peso no hacen más que darle la razón al hilo.
Bilis 100% gracias por autohumillaros.
Con ese montaje de hace, por lo menos diez años, y hablando así, una vez más dando la razón al hilo.
Venga dame razones más convincentes, pídele ayuda al pequeño de tus hijos.

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POETAS PERUANOS FAMOSOS
Sonetos modernos, baladas, verso libre, notas sobre poetas y poética
Famoso poeta Billy Collins aconseja ¿Cómo leer un poema?
MAS POETAS PERUANOS AQUI:
El órden en que están indexados los poetas peruanos contemporáneos, es por época. A la cabeza van los poetas nacidos a fines del siglo XIX o a principios del siguiente, luego siguen los poetas más recientes.
De acuerdo a este orden, el primer nombre de poeta de mayor edad.
En algunos casos este órden no es exacto, estaremos fallando por algunos años o meses y por ello pedimos disculpas. Lo que es más cierto aquí es la calidad de la poesía escogida.
Para acceder al poeta de su preferencia, clique en número de página que está arriba de los nombres..
UNO
Pablo Guevara
Mi padre un zapatero
Jorge Bendezú Canales
Casalicio sagrado
Alberto Vega (Arequipa)
La tragedia de Julio César
Enrique Verástegui
Visiones de un sicótico
Javier Huapaya
Ensueño en el bosque
DOS
Washington Delgado
Los pensamientos puros
Las buenas maneras
Juan Carlos Lázaro
El beduino
Quiero llegar a Ecbatana
Miguel Carrillo Natteri
Ah, mis días abolidos
Gustavo Armijos
Magnolia
Muchacha italiana en oscuro peregrinaje
Contemplaciones
María del Cármen Ulloa
Gema
TRES
Alejandro Romualdo
A otra cosa
Canto coral a Tupac Amaru
José Livia Torino
II y III
Elvira Ordoñez
Hermandad
Ulises Valencia
Rompe el mar entre las peñas
Julio Aponte
Pájaros de alas quebradas
CUATRO
Jorge Eduardo Eielson
He aquí el amor
Luis Hernández
Ezra Pound: cenizas y silicio
Angel Yzquierdo Duclós
Albatroz
Roberto Rosario
Por fin comprendí que en invierno
Filonino Catalina (Arequipa)
La casa llena de un vacío
CINCO
Javier Sologuren
La visita del mar
Jorge Pimentel
Balada para un caballo
Cecilia Izquierdo Rios
Retorno
SEIS
Enrique Peña Barrenechea
Camino del hombre
Canción antigua
Carlos Garayar
Fósforos que se apagan sin que nadie los prenda
Max Dextre
Gracias por el fuego
Miguel Angel Zapata
El momento propicio
Buscando cobijo en el muelle 39
El árbol de la vida
Celia Flores
Rojo radiante
SIETE
Poetas del Asfalto - Poesía, de la Generación Beat, o contracultural de Lima
Andrea Marina Durand Zúñiga
Poema S/T
Jéssica Asto
Poema S/T
Pilco Llacza
Soy
Fernando Laguna
Poema S/T
Daysi Jasmin Fabian
Poema S/T
Armando Arteaga
SEuO
OCHO
Yolanda Westphalen
Marina
XX
Armando Arteaga
S.E.ú O.
A la manera de Keneth Koch
Jorge Espinoza Sánchez
La estación de nuestro amor
Porfirio Mamani Macedo
Extranjero
Voz a orillas de un río
NUEVE
Carlos German Belli
Sextina de los desiguales
María Emilia Cornejo
Como tú lo estableciste
Oscar Málaga
Dos poemas saturados
Miguel Ildefonso
Estuve mucho tiempo en la esquina
DIEZ
Sebastian Salazar Bondy
Testamento ológrafo
Confidencia en alta voz
Leopoldo Chariarse
Los juegos y los sueños
Carlos Zúñiga Segura
Luz lúnula
Cesáreo Martinez
Tendrás un arquitecto
Olga Manyari Rey de Córdova
Impóluto
ONCE
Magda Portal
(quisiera perderme de mi misma)
Rodolfo Hinostroza
Relato de Otelo
José Watanabe
Cuatro muchachas alrededor de una manzana
Carlos Olivera
Babilonia
Vedriano Lozano Achuy
Tres
DOCE
Mario Razzeto
Otoño
Cesar Toro Montalvo
matrimonio de la dulce maru y su
hermoso okobin cuidador de odres
Luis Valdés Pallete
Pasión por la existencia
Esperanza
Carlos Wertherman
Viejas penas en una sacristía
TRECE
Blanca Varela
Destiempo
Juan Cristobal
Osario I
Feliz Puescas Montero
Poema para ser leído
en tono confidencial
Samantha Berger
Lejos de la tierra
CATORCE
Esther M. Allison
Tan el amado amor
Antonio Cisneros
Entonces en las aguas de Conchán
Mirko Lauer
Jornada entre los más sucios algodones de la caridad
Carlos Portocarrero
Calor
QUINCE
Luis Nieto
La noche y sus andrajos
César Calvo
Preguntas y penumbras
Alonso Ruiz Rosas
El discípulo amado
Alida Castañeda Guerra
Mi vieja andina
Josefina Barrón
Aria triste
DIECISEIS
Luis Valle Goycochea
El sábado y la casa
Manuel Morales
Y se me ocurre pensar
Delia Vargas Machuca de Caravedo
Acaríciame mi amor
Ana María Intili
Espacio
Frank Otero Luque
Nuestro íntimo big bang
DIECISIETE
Reynaldo Naranjo
Carta única
Feliciano Mejía
Canto al agua
Vladimir Herrera
Si tuviera una tarjeta de embarque
Hernan Hurtado Trujillo
El país de mi destino
DIECIOCHO
Abraham Valdelomar
2 sonetos:
Tristitia
El hermano ausente en la cena pascual
José Cerna
En gris
Alejandro Medina Bustinza
Hamicha
Juan Carlos de la Fuente
La noche se ha extraviado en mi jardín
DIECINUEVE
Manuel Moreno Jimeno
Somos libres
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Canto a Arequipa
Blasfemia
Obsesión (soneto)
Nelson Castañeda
Los bailarines
Mapy Kruger
Aureliana
Héctor Ñaupari
Breve impresión de Salamanca
VEINTE
Emilio Adolfo Westphalen
He dejado descansar
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Poema sin forma
(Cable de Roma)
Rosella di Paolo
Inútil tras la noche
Esferas
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Isla rosa
Alguien vendrá por tí
VEINTIUNO
Alejandro Peralta
La pastora florida
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Poemas orientales
Ladislao Plasencki
Tiempo de espinas
Willy Gómez Migliaro
Historia de una canción inamisible
Isabella Fendi
Me tocarás como un piano
VEINTIDOS
Arturo Corcuera
Las sirenas y las estaciones
En el Cedar's Hospital
Winston Orrillo
Los oficios del amante
Alberto Valcarcel
Cantar de Sangrar (canto coral)
Federico Torres
Pequeño ensayo filosófico
Gustavo Zorrilla
Retorno
VEINTITRES
Samuel Velarde (Arequipa)
Patriotismo
Percy Gibson (Arequipa)
Cerro Colorado
Alberto Hidalgo
El Misti (soneto)
Papá
Giovanna Polarollo
Una noche
Raúl Heraud
Testimonio
VEINTICUATRO
Antenor Samaniego
Las campanas de Lima
José Luis Ayala
Dioses de Chichén Itzá
Sandro Chiri
Borges pasea por el centro de Buenos Aires
Safo contempla la luna de Lesbos
Oscar Aguirre Méndiz
Un cambio de gabinete (sátira política)
VEINTICINCO
Leonidas Yerovi
Recóndita
Mandolinata
Florencia del Río
Isabel de la Peña de Calderón (oda)
Carta a Víctor Humareda (elegía)
Tulio Mora
Declaración de amor
Frank Herbert Alfaro
Mujer divina
VEINTISEIS
Marco Martos
Naranjita
Casti connubi
Abelardo Sánchez León
Los tristes efectos
Roger Santivañez
Escrito en la oficina
Rodolfo Pacheco
Torre condenada
VEINTISIETE
José María Arguedas
Iman Guayasamin
Katatay
Ricardo Silva Santisteban
Poiesis
Nilton Santiago
XXVIII
VEINTIOCHO
Alberto Ureta (Arequipa)
Balada de la Rosa Náutica
Francisco Carrillo
Poesía mía
Eduardo Chirinos
Canto de Esperanza
Víctor Guillén
Travelling para una sonrisa detenida
VEINTINUEVE
Gustavo Valcarcel
4 sonetos:
XX
XXI
El fuego de una vida
7 de septiembre
Rocío Silva Santisteban
Clitemnestra infiel
Josefina Jimenez
Duéleme
Carlos Guevara Morán
Monólogo
Taller dorado
Alessandra Tenorio
Retrato (casa)
TREINTA
Luis Fabio Xammar
Romance de la chola de Ripan
Lenguaje
Juan Ramirez Ruiz
Encuentro con el terror
Héctor Rosas Padilla
Girl
Homenaje a un caserío de Cañete
Marcela Robles
Haití
TREINTIUNO
Augusto Tamayo Vargas
Voces que rondan el hotel
Guillermo Mercado Barroso (Arequipa)
Mi canto al Titicaca
Marita Troiano
Desmesurada incongruencia
Rodolfo Ybarra
XVIII
Virginia Macías Torres
Santiago
TREINTIDOS
Ricardo Palma
Farewell
Augusto Elmore
Tu no permaneces
Edición paterna
Carlos López Degregori
Siempre es al Sur
Rosina Valcarcel
Otoño
Luzgardo Medina Egoavil
Aquí te espero hasta el último ocaso
TREINTA Y TRES
Federico Barreto
Antes que tú
Nelly Fonseca Recavarren
Aroma de la tierra
Yo quiero ser un mástil
Chrystian Zegarra Benitez
Escena primordial
TREINTA Y CUATRO
César Moro
El mundo ilustrado
Batalla al borde de una catarata
Carolina O. Fernandez
Yo no tenía ganas de hablar
Víctor Coral
Lejos del claro/Arte Poética
Serapio Bajalqui Mitma (Ayacucho)
Camisa de la revolución
TREINTA Y CINCO
Xavier Abril
Elegía a la mujer inventada
Paisaje de mujer
Lola Thorne
La diária sorpresa
José Luis Grados
La soledad de mi padre
Enrique Carbajal
El día ocho mil treinta
TREINTA Y SEIS
Ricardo Peña Barrenechea
Etatuaria
La caravana de los albos pájaros
Juan Ojeda
Soliloquio
Caput morten
Roxana Crisólogo
La carne permanece amalgamada en los barrios
Fransiles Gallardo
Soy
TREINTA Y SIETE
Manuel Scorza
Una canción para mi abuelo
Serenata
Livio Gómez
Epigrama 2
Roger Casalino Castro
Conclusión
Contemplación
Gaby Arce Muñoz
Ocaso
TREINTA Y OCHO
Federico Sassone
Fue en el jardín
Lily Moral
Deshilachando el tiempo, 1980
Amor, amor, cuanto te amo, 1980
Patricia del Valle
Deseo
Tatuaje
Elisa Fuenzalida
Destrucción de la página
TREINTA Y NUEVE
César Vallejo
Considerando en frio
Parado en una piedra
Carlos Reyes Ramirez
De un traje Yagua exhibido
Ana María Falconí
Día prfecto
Rolando Sifuentes
Las licenciadas
Responso
¡¡NUEVA PAGINA!!
CUARENTA
Pedro Escribano
Lima no es una golondrina entre los dientes
La ciudad y las hormigas
La bugambilla
Ruth Hurtado
Inmaterial
El puente de Macavilca
Silvia Ortiz
Altiva alma vuelve
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Nueva Sección: Ensayos Sobre Poetas y Poética
La tensión Eros/Tánatos en la obra poética de César Vallejo
Irene Vegas García
César Vallejo en París
La obra poética de Vallejo (1892-1938), tiene evidentes íconos poéticos. Uno de los más importantes y, ampliamente estudiado por la crítica, es la imagen de la muerte, que atraviesa su poesía de principio a fin.
En este ensayo, me propongo demostrar que los textos poéticos vallejianos presentan varias manifestaciones de la tensión Eros/Tánatos, con diversas variantes de representación. Al efecto, como lo indico en el título, realizaré una interpretación hermenéutico-psicoanalítica, para lo cual utilizaré como marco teórico a Freud, Heidegger y Lacan, a cuyas ideas me iré refiriendo cuando sea necesario... Para leer más, clique en Eros/Tánatos en Vallejo
La poesía peruana cuenta con una pléyade de excelentes poetas, muchos de los cuales brillan en el firmamento del mundo literario hispano. En estas páginas dedicadas a los poetas peruanos, se puede decir que no están todos los que son, pero si son todos los que están.
Poco a poco iremos agregando a los demás valores jovenes asi como también a muchos consagrados de la literatura peruana que faltan - de todos los rincones del Perú.
Pero nunca se podrá decir que la lista ya está completa, siempre habrán nuevos creadores y como consecuencia de ello, habrá también omisiones involuntarias. Cuando no haya más poetas sobre la tierra seguramente será porque la humanidad dejó de ser humanidad. Cada pueblo tiene sus poetas, debemos colocarlos en el sitial que les corresponde, pues ellos son trabajadores de la palabra. La poesía hace que aprendamos a valorar la palabra y, el idioma, en este caso el castellano.
CONSEJOS DEL POETA LAUREADO BILLY COLLINS
Como Leer un Poema en Voz Alta
Listen to former Poet Laureate Billy Collins talk about reading a poem.
Tengo la certeza que la mayoría de lectores de este sitio lo componen estudiantes, con poca o ninguna experiencia en la lectura de poemas en voz alta, para ser escuchado por un gran auditorio. Sabemos bien que un poema vivirá o morirá dependiendo de la manera como sea leído. Consecuentemente, lo que sigue son unos cuantos consejos sobre el recitado oral de poesía.
Dicho sea de paso, los lectores no deben leer en frío; deben conocer el poema días antes para que puedan practicar, quizás, en presencia de un profesor. Además de exponer a los estudiantes los sonidos de la poesía contemporánea, Poetry 180 (página poética de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, especial para estudiantes), también puede servir como medio para mejorar las habilidades del estudiante para comunicarse públicamente. He aquí los consejos:
Leer el poema lentamente. La mayoría de adolescentes hablan atropelladamente, y si están nerviosos, tanto peor; tenderá a hacer lo mismo con el poema para terminar rápido. Lo mejor es leer el poema lentamente para lograr que salga claro y sea entendido por la audiencia. Aprender a leer un poema pausadamente, no solo hará que se escuche mejor el poema, también ayudará a dar énfasis a lo importante de la poesía, a cada una de las palabras; pero tampoco puede ser leído tan lentamente. Un buen método a utilizar para establecer el mejor paso en la lectura, es hacer una pausa de pocos segundos entre el título y la primera línea del poema.
Leer con tono de voz normal y relajada. No es necesario hacer una lectura dramática como si se estuviera actuando en una obra de teatro. Hay que tratar de seleccionar los poemas y escoger, en su mayoría, los que están escritos con un estilo natural y coloquial, e igualmente, deben ser leídos en esa forma: natural. Dejar que las palabras del poema hagan cada una su trabajo. Solamente leer claro y con calma.
Naturalmente que los poemas están ordenados en líneas, sin embargo, hacer pausa al final de cada línea creará un efecto de líneas entrecortadas, lo que interrumpirá el normal influjo del sentido poético. El lector sólo debe hacer pausa donde hay puntuación, tal como es en la lectura en prosa, la diferencia es que en poesía se va más lento.
Es importante utilizar un diccionario para buscar las palabras no conocidas o algunas de difícil pronunciación. Para leer con convicción, el lector debe saber al menos el significado de cada palabra, según el diccionario. En algunos casos, el lector puede escribir la fonética de la palabra como una ayuda memoria para saber cómo pronunciarla correctamente al momento de leer. Hay que recalcar una y otra vez, la importancia de aprender a leer un poema en voz alta, pues es un modo de lograr comprender el poema mejor que escribiendo una composición sobre el mismo.
Acerca del autor:
Billy Collins (Nueva York, 1941-), tiene publicados varios libros de poesía. En 2001 fue honrado con los Laureles de Poesía, y actualmente dirige el programa POETRY 180 en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, donde enseña poesía a estudiantes. En ese programa, el laureado poeta tiene el propósito de hacer que la mayoría de niños lean un poema al día.
Presentamos aquí el análisis de un soneto de Francisco de Quevedo, gran poeta español del siglo XVII. Hay que notar la diferencia entre la poesía de corte clásico, como el presente soneto de Quevedo, de riguroso esquema formal, casi perfecto, y que no tiene comparación con el verso libre actual que está desprovisto de muchas de estas formalidades. Ver poemas que siguen en la parte baja, ( de los poetas Samantha Berger y Washington Delgado). En estos dos últimos poemas, vale más el contenido que la forma.
1 Erase un hombre a una nariz pegado, 11 sílabas métricas
2 érase una nariz superlativa, 11 sílabas métricas
3 érase una nariz sayón y escriba, 11 sílabas métricas
4 érase un pez espada muy barbado. 11 sílabas métricas
5 Era un reloj de sol mal encarado, 11 sílabas métricas
6 érase un alquitara pensativa, 11 sílabas métricas
7 érase un elefante boca arriba, 11 sílabas métricas
8 era Ovidio Nasón mas narizado. 11 sílabas métricas
9 érase un espolón de una galera, 11 sílabas métricas
10 érase una pirámide de Egipto, 11 sílabas métricas
11 las doce tribus de narices era. 11 sílabas métricas
12 érase un naricísimo infinito, 11 sílabas métricas
13 muchísima nariz, nariz tan fiera, 11 sílabas métricas
14 que en la cara de Anás fuera delito. 11 sílabas métricas
Para leer más sobre sonetos, ir a la página Soneto Moderno, y leer también, una notita sobre el verso libre, ambos en este mismo sitio.
LEJOS DE LA TIERRA
Samantha Berger
Contemplé tanto la belleza
Que mi visión le pertenece
Kostantinos Kavafis
Súbitamente descubro en tu cuerpo mis líneas,
como el reflejo silencioso de una imagen delirante
como el susurro suplicante de palabras sofocadas
súbitamente
te propongo absoluta,
y redundando,
rindo culto a los murmullos de una estrella sumergida
Mujer terrestre
Mujer museo
Mujer delirio
Mujer estruendo
Desde estos nardos desvalidos te propongo imperturbable,
tan levemente develada
que te respiro cuando surges,
tan levemente resurgiendo
que te respiro cuando emerges
cuando te sueñas
imperfecta y sugerida
disonante nínfula de acero.
LOS PENSAMIENTOS PUROS
Washington Delgado
Señor rentista, señor funcionario,
se�or terrateniente,
señor coronel de artillería,
el hombre es inmortal:
vosotros sois mortales.
Es curioso como la podredumbre
se adelanta a veces al cad�ver.
Soportad vuestro olor, mostradlo
si queréis, poquito a poco.
Pero no habláis.
Señores, ense�ad el trasero,
pero no lloréis nunca,
cierta decencia es necesaria.
en las alas blancas
y en la música de las arpas
dulcemente tocadas
por vuestras dulces manos.
Pensad en vuestros libros de lectura, en las viudas
tísicas y abandonadas que ayudaréis con una
trompeta de oro.
Pensad en vuestros billetes, en los veranos junto
al mar, en la mucama rubia, en el amante
moreno, en los pobre que besaréis en la otra
vida, en las distancias terrestres, en los cielos
de almíbar.
Pensad en todo,
vuestros días sobre la tierra no serán numerosos.
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En algunos casos este órden no es exacto, estaremos fallando por algunos años o meses y por ello pedimos disculpas. Lo que es más cierto aquí es la calidad de la poesía escogida.
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UNO
Pablo Guevara
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DOS
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Las buenas maneras
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El beduino
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Muchacha italiana en oscuro peregrinaje
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Gema
TRES
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A otra cosa
Canto coral a Tupac Amaru
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II y III
Elvira Ordoñez
Hermandad
Ulises Valencia
Rompe el mar entre las peñas
Julio Aponte
Pájaros de alas quebradas
CUATRO
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He aquí el amor
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Albatroz
Roberto Rosario
Por fin comprendí que en invierno
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CINCO
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Extranjero
Voz a orillas de un río
NUEVE
Carlos German Belli
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María Emilia Cornejo
Como tú lo estableciste
Oscar Málaga
Dos poemas saturados
Miguel Ildefonso
Estuve mucho tiempo en la esquina
DIEZ
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Los juegos y los sueños
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Destiempo
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En el Cedar's Hospital
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Federico Torres
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Gustavo Zorrilla
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Safo contempla la luna de Lesbos
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Un cambio de gabinete (sátira política)
VEINTICINCO
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Recóndita
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Mujer divina
VEINTISEIS
Marco Martos
Naranjita
Casti connubi
Abelardo Sánchez León
Los tristes efectos
Roger Santivañez
Escrito en la oficina
Rodolfo Pacheco
Torre condenada
VEINTISIETE
José María Arguedas
Iman Guayasamin
Katatay
Ricardo Silva Santisteban
Poiesis
Nilton Santiago
XXVIII
VEINTIOCHO
Alberto Ureta (Arequipa)
Balada de la Rosa Náutica
Francisco Carrillo
Poesía mía
Eduardo Chirinos
Canto de Esperanza
Víctor Guillén
Travelling para una sonrisa detenida
VEINTINUEVE
Gustavo Valcarcel
4 sonetos:
XX
XXI
El fuego de una vida
7 de septiembre
Rocío Silva Santisteban
Clitemnestra infiel
Josefina Jimenez
Duéleme
Carlos Guevara Morán
Monólogo
Taller dorado
Alessandra Tenorio
Retrato (casa)
TREINTA
Luis Fabio Xammar
Romance de la chola de Ripan
Lenguaje
Juan Ramirez Ruiz
Encuentro con el terror
Héctor Rosas Padilla
Girl
Homenaje a un caserío de Cañete
Marcela Robles
Haití
TREINTIUNO
Augusto Tamayo Vargas
Voces que rondan el hotel
Guillermo Mercado Barroso (Arequipa)
Mi canto al Titicaca
Marita Troiano
Desmesurada incongruencia
Rodolfo Ybarra
XVIII
Virginia Macías Torres
Santiago
TREINTIDOS
Ricardo Palma
Farewell
Augusto Elmore
Tu no permaneces
Edición paterna
Carlos López Degregori
Siempre es al Sur
Rosina Valcarcel
Otoño
Luzgardo Medina Egoavil
Aquí te espero hasta el último ocaso
TREINTA Y TRES
Federico Barreto
Antes que tú
Nelly Fonseca Recavarren
Aroma de la tierra
Yo quiero ser un mástil
Chrystian Zegarra Benitez
Escena primordial
TREINTA Y CUATRO
César Moro
El mundo ilustrado
Batalla al borde de una catarata
Carolina O. Fernandez
Yo no tenía ganas de hablar
Víctor Coral
Lejos del claro/Arte Poética
Serapio Bajalqui Mitma (Ayacucho)
Camisa de la revolución
TREINTA Y CINCO
Xavier Abril
Elegía a la mujer inventada
Paisaje de mujer
Lola Thorne
La diária sorpresa
José Luis Grados
La soledad de mi padre
Enrique Carbajal
El día ocho mil treinta
TREINTA Y SEIS
Ricardo Peña Barrenechea
Etatuaria
La caravana de los albos pájaros
Juan Ojeda
Soliloquio
Caput morten
Roxana Crisólogo
La carne permanece amalgamada en los barrios
Fransiles Gallardo
Soy
TREINTA Y SIETE
Manuel Scorza
Una canción para mi abuelo
Serenata
Livio Gómez
Epigrama 2
Roger Casalino Castro
Conclusión
Contemplación
Gaby Arce Muñoz
Ocaso
TREINTA Y OCHO
Federico Sassone
Fue en el jardín
Lily Moral
Deshilachando el tiempo, 1980
Amor, amor, cuanto te amo, 1980
Patricia del Valle
Deseo
Tatuaje
Elisa Fuenzalida
Destrucción de la página
TREINTA Y NUEVE
César Vallejo
Considerando en frio
Parado en una piedra
Carlos Reyes Ramirez
De un traje Yagua exhibido
Ana María Falconí
Día prfecto
Rolando Sifuentes
Las licenciadas
Responso
¡¡NUEVA PAGINA!!
CUARENTA
Pedro Escribano
Lima no es una golondrina entre los dientes
La ciudad y las hormigas
La bugambilla
Ruth Hurtado
Inmaterial
El puente de Macavilca
Silvia Ortiz
Altiva alma vuelve
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Nueva Sección: Ensayos Sobre Poetas y Poética
La tensión Eros/Tánatos en la obra poética de César Vallejo
Irene Vegas García
César Vallejo en París
La obra poética de Vallejo (1892-1938), tiene evidentes íconos poéticos. Uno de los más importantes y, ampliamente estudiado por la crítica, es la imagen de la muerte, que atraviesa su poesía de principio a fin.
En este ensayo, me propongo demostrar que los textos poéticos vallejianos presentan varias manifestaciones de la tensión Eros/Tánatos, con diversas variantes de representación. Al efecto, como lo indico en el título, realizaré una interpretación hermenéutico-psicoanalítica, para lo cual utilizaré como marco teórico a Freud, Heidegger y Lacan, a cuyas ideas me iré refiriendo cuando sea necesario... Para leer más, clique en Eros/Tánatos en Vallejo
La poesía peruana cuenta con una pléyade de excelentes poetas, muchos de los cuales brillan en el firmamento del mundo literario hispano. En estas páginas dedicadas a los poetas peruanos, se puede decir que no están todos los que son, pero si son todos los que están.
Poco a poco iremos agregando a los demás valores jovenes asi como también a muchos consagrados de la literatura peruana que faltan - de todos los rincones del Perú.
Pero nunca se podrá decir que la lista ya está completa, siempre habrán nuevos creadores y como consecuencia de ello, habrá también omisiones involuntarias. Cuando no haya más poetas sobre la tierra seguramente será porque la humanidad dejó de ser humanidad. Cada pueblo tiene sus poetas, debemos colocarlos en el sitial que les corresponde, pues ellos son trabajadores de la palabra. La poesía hace que aprendamos a valorar la palabra y, el idioma, en este caso el castellano.
CONSEJOS DEL POETA LAUREADO BILLY COLLINS
Como Leer un Poema en Voz Alta
Listen to former Poet Laureate Billy Collins talk about reading a poem.
Tengo la certeza que la mayoría de lectores de este sitio lo componen estudiantes, con poca o ninguna experiencia en la lectura de poemas en voz alta, para ser escuchado por un gran auditorio. Sabemos bien que un poema vivirá o morirá dependiendo de la manera como sea leído. Consecuentemente, lo que sigue son unos cuantos consejos sobre el recitado oral de poesía.
Dicho sea de paso, los lectores no deben leer en frío; deben conocer el poema días antes para que puedan practicar, quizás, en presencia de un profesor. Además de exponer a los estudiantes los sonidos de la poesía contemporánea, Poetry 180 (página poética de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, especial para estudiantes), también puede servir como medio para mejorar las habilidades del estudiante para comunicarse públicamente. He aquí los consejos:
Leer el poema lentamente. La mayoría de adolescentes hablan atropelladamente, y si están nerviosos, tanto peor; tenderá a hacer lo mismo con el poema para terminar rápido. Lo mejor es leer el poema lentamente para lograr que salga claro y sea entendido por la audiencia. Aprender a leer un poema pausadamente, no solo hará que se escuche mejor el poema, también ayudará a dar énfasis a lo importante de la poesía, a cada una de las palabras; pero tampoco puede ser leído tan lentamente. Un buen método a utilizar para establecer el mejor paso en la lectura, es hacer una pausa de pocos segundos entre el título y la primera línea del poema.
Leer con tono de voz normal y relajada. No es necesario hacer una lectura dramática como si se estuviera actuando en una obra de teatro. Hay que tratar de seleccionar los poemas y escoger, en su mayoría, los que están escritos con un estilo natural y coloquial, e igualmente, deben ser leídos en esa forma: natural. Dejar que las palabras del poema hagan cada una su trabajo. Solamente leer claro y con calma.
Naturalmente que los poemas están ordenados en líneas, sin embargo, hacer pausa al final de cada línea creará un efecto de líneas entrecortadas, lo que interrumpirá el normal influjo del sentido poético. El lector sólo debe hacer pausa donde hay puntuación, tal como es en la lectura en prosa, la diferencia es que en poesía se va más lento.
Es importante utilizar un diccionario para buscar las palabras no conocidas o algunas de difícil pronunciación. Para leer con convicción, el lector debe saber al menos el significado de cada palabra, según el diccionario. En algunos casos, el lector puede escribir la fonética de la palabra como una ayuda memoria para saber cómo pronunciarla correctamente al momento de leer. Hay que recalcar una y otra vez, la importancia de aprender a leer un poema en voz alta, pues es un modo de lograr comprender el poema mejor que escribiendo una composición sobre el mismo.
Acerca del autor:
Billy Collins (Nueva York, 1941-), tiene publicados varios libros de poesía. En 2001 fue honrado con los Laureles de Poesía, y actualmente dirige el programa POETRY 180 en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, donde enseña poesía a estudiantes. En ese programa, el laureado poeta tiene el propósito de hacer que la mayoría de niños lean un poema al día.
Presentamos aquí el análisis de un soneto de Francisco de Quevedo, gran poeta español del siglo XVII. Hay que notar la diferencia entre la poesía de corte clásico, como el presente soneto de Quevedo, de riguroso esquema formal, casi perfecto, y que no tiene comparación con el verso libre actual que está desprovisto de muchas de estas formalidades. Ver poemas que siguen en la parte baja, ( de los poetas Samantha Berger y Washington Delgado). En estos dos últimos poemas, vale más el contenido que la forma.
1 Erase un hombre a una nariz pegado, 11 sílabas métricas
2 érase una nariz superlativa, 11 sílabas métricas
3 érase una nariz sayón y escriba, 11 sílabas métricas
4 érase un pez espada muy barbado. 11 sílabas métricas
5 Era un reloj de sol mal encarado, 11 sílabas métricas
6 érase un alquitara pensativa, 11 sílabas métricas
7 érase un elefante boca arriba, 11 sílabas métricas
8 era Ovidio Nasón mas narizado. 11 sílabas métricas
9 érase un espolón de una galera, 11 sílabas métricas
10 érase una pirámide de Egipto, 11 sílabas métricas
11 las doce tribus de narices era. 11 sílabas métricas
12 érase un naricísimo infinito, 11 sílabas métricas
13 muchísima nariz, nariz tan fiera, 11 sílabas métricas
14 que en la cara de Anás fuera delito. 11 sílabas métricas
Para leer más sobre sonetos, ir a la página Soneto Moderno, y leer también, una notita sobre el verso libre, ambos en este mismo sitio.
LEJOS DE LA TIERRA
Samantha Berger
Contemplé tanto la belleza
Que mi visión le pertenece
Kostantinos Kavafis
Súbitamente descubro en tu cuerpo mis líneas,
como el reflejo silencioso de una imagen delirante
como el susurro suplicante de palabras sofocadas
súbitamente
te propongo absoluta,
y redundando,
rindo culto a los murmullos de una estrella sumergida
Mujer terrestre
Mujer museo
Mujer delirio
Mujer estruendo
Desde estos nardos desvalidos te propongo imperturbable,
tan levemente develada
que te respiro cuando surges,
tan levemente resurgiendo
que te respiro cuando emerges
cuando te sueñas
imperfecta y sugerida
disonante nínfula de acero.
LOS PENSAMIENTOS PUROS
Washington Delgado
Señor rentista, señor funcionario,
se�or terrateniente,
señor coronel de artillería,
el hombre es inmortal:
vosotros sois mortales.
Es curioso como la podredumbre
se adelanta a veces al cad�ver.
Soportad vuestro olor, mostradlo
si queréis, poquito a poco.
Pero no habláis.
Señores, ense�ad el trasero,
pero no lloréis nunca,
cierta decencia es necesaria.
en las alas blancas
y en la música de las arpas
dulcemente tocadas
por vuestras dulces manos.
Pensad en vuestros libros de lectura, en las viudas
tísicas y abandonadas que ayudaréis con una
trompeta de oro.
Pensad en vuestros billetes, en los veranos junto
al mar, en la mucama rubia, en el amante
moreno, en los pobre que besaréis en la otra
vida, en las distancias terrestres, en los cielos
de almíbar.
Pensad en todo,
vuestros días sobre la tierra no serán numerosos.
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POETAS PERUANOS FAMOSOS
Sonetos modernos, baladas, verso libre, notas sobre poetas y poética
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El órden en que están indexados los poetas peruanos contemporáneos, es por época. A la cabeza van los poetas nacidos a fines del siglo XIX o a principios del siguiente, luego siguen los poetas más recientes.
De acuerdo a este orden, el primer nombre de poeta de mayor edad.
En algunos casos este órden no es exacto, estaremos fallando por algunos años o meses y por ello pedimos disculpas. Lo que es más cierto aquí es la calidad de la poesía escogida.
Para acceder al poeta de su preferencia, clique en número de página que está arriba de los nombres..
UNO
Pablo Guevara
Mi padre un zapatero
Jorge Bendezú Canales
Casalicio sagrado
Alberto Vega (Arequipa)
La tragedia de Julio César
Enrique Verástegui
Visiones de un sicótico
Javier Huapaya
Ensueño en el bosque
DOS
Washington Delgado
Los pensamientos puros
Las buenas maneras
Juan Carlos Lázaro
El beduino
Quiero llegar a Ecbatana
Miguel Carrillo Natteri
Ah, mis días abolidos
Gustavo Armijos
Magnolia
Muchacha italiana en oscuro peregrinaje
Contemplaciones
María del Cármen Ulloa
Gema
TRES
Alejandro Romualdo
A otra cosa
Canto coral a Tupac Amaru
José Livia Torino
II y III
Elvira Ordoñez
Hermandad
Ulises Valencia
Rompe el mar entre las peñas
Julio Aponte
Pájaros de alas quebradas
CUATRO
Jorge Eduardo Eielson
He aquí el amor
Luis Hernández
Ezra Pound: cenizas y silicio
Angel Yzquierdo Duclós
Albatroz
Roberto Rosario
Por fin comprendí que en invierno
Filonino Catalina (Arequipa)
La casa llena de un vacío
CINCO
Javier Sologuren
La visita del mar
Jorge Pimentel
Balada para un caballo
Cecilia Izquierdo Rios
Retorno
SEIS
Enrique Peña Barrenechea
Camino del hombre
Canción antigua
Carlos Garayar
Fósforos que se apagan sin que nadie los prenda
Max Dextre
Gracias por el fuego
Miguel Angel Zapata
El momento propicio
Buscando cobijo en el muelle 39
El árbol de la vida
Celia Flores
Rojo radiante
SIETE
Poetas del Asfalto - Poesía, de la Generación Beat, o contracultural de Lima
Andrea Marina Durand Zúñiga
Poema S/T
Jéssica Asto
Poema S/T
Pilco Llacza
Soy
Fernando Laguna
Poema S/T
Daysi Jasmin Fabian
Poema S/T
Armando Arteaga
SEuO
OCHO
Yolanda Westphalen
Marina
XX
Armando Arteaga
S.E.ú O.
A la manera de Keneth Koch
Jorge Espinoza Sánchez
La estación de nuestro amor
Porfirio Mamani Macedo
Extranjero
Voz a orillas de un río
NUEVE
Carlos German Belli
Sextina de los desiguales
María Emilia Cornejo
Como tú lo estableciste
Oscar Málaga
Dos poemas saturados
Miguel Ildefonso
Estuve mucho tiempo en la esquina
DIEZ
Sebastian Salazar Bondy
Testamento ológrafo
Confidencia en alta voz
Leopoldo Chariarse
Los juegos y los sueños
Carlos Zúñiga Segura
Luz lúnula
Cesáreo Martinez
Tendrás un arquitecto
Olga Manyari Rey de Córdova
Impóluto
ONCE
Magda Portal
(quisiera perderme de mi misma)
Rodolfo Hinostroza
Relato de Otelo
José Watanabe
Cuatro muchachas alrededor de una manzana
Carlos Olivera
Babilonia
Vedriano Lozano Achuy
Tres
DOCE
Mario Razzeto
Otoño
Cesar Toro Montalvo
matrimonio de la dulce maru y su
hermoso okobin cuidador de odres
Luis Valdés Pallete
Pasión por la existencia
Esperanza
Carlos Wertherman
Viejas penas en una sacristía
TRECE
Blanca Varela
Destiempo
Juan Cristobal
Osario I
Feliz Puescas Montero
Poema para ser leído
en tono confidencial
Samantha Berger
Lejos de la tierra
CATORCE
Esther M. Allison
Tan el amado amor
Antonio Cisneros
Entonces en las aguas de Conchán
Mirko Lauer
Jornada entre los más sucios algodones de la caridad
Carlos Portocarrero
Calor
QUINCE
Luis Nieto
La noche y sus andrajos
César Calvo
Preguntas y penumbras
Alonso Ruiz Rosas
El discípulo amado
Alida Castañeda Guerra
Mi vieja andina
Josefina Barrón
Aria triste
DIECISEIS
Luis Valle Goycochea
El sábado y la casa
Manuel Morales
Y se me ocurre pensar
Delia Vargas Machuca de Caravedo
Acaríciame mi amor
Ana María Intili
Espacio
Frank Otero Luque
Nuestro íntimo big bang
DIECISIETE
Reynaldo Naranjo
Carta única
Feliciano Mejía
Canto al agua
Vladimir Herrera
Si tuviera una tarjeta de embarque
Hernan Hurtado Trujillo
El país de mi destino
DIECIOCHO
Abraham Valdelomar
2 sonetos:
Tristitia
El hermano ausente en la cena pascual
José Cerna
En gris
Alejandro Medina Bustinza
Hamicha
Juan Carlos de la Fuente
La noche se ha extraviado en mi jardín
DIECINUEVE
Manuel Moreno Jimeno
Somos libres
Manuel A. Rodríguez (Arequipa)
Canto a Arequipa
Blasfemia
Obsesión (soneto)
Nelson Castañeda
Los bailarines
Mapy Kruger
Aureliana
Héctor Ñaupari
Breve impresión de Salamanca
VEINTE
Emilio Adolfo Westphalen
He dejado descansar
Catalina Recavarren de Zizold
Poema sin forma
(Cable de Roma)
Rosella di Paolo
Inútil tras la noche
Esferas
Alberto A. González Alcántara
Isla rosa
Alguien vendrá por tí
VEINTIUNO
Alejandro Peralta
La pastora florida
Leo Zelada
Poemas orientales
Ladislao Plasencki
Tiempo de espinas
Willy Gómez Migliaro
Historia de una canción inamisible
Isabella Fendi
Me tocarás como un piano
VEINTIDOS
Arturo Corcuera
Las sirenas y las estaciones
En el Cedar's Hospital
Winston Orrillo
Los oficios del amante
Alberto Valcarcel
Cantar de Sangrar (canto coral)
Federico Torres
Pequeño ensayo filosófico
Gustavo Zorrilla
Retorno
VEINTITRES
Samuel Velarde (Arequipa)
Patriotismo
Percy Gibson (Arequipa)
Cerro Colorado
Alberto Hidalgo
El Misti (soneto)
Papá
Giovanna Polarollo
Una noche
Raúl Heraud
Testimonio
VEINTICUATRO
Antenor Samaniego
Las campanas de Lima
José Luis Ayala
Dioses de Chichén Itzá
Sandro Chiri
Borges pasea por el centro de Buenos Aires
Safo contempla la luna de Lesbos
Oscar Aguirre Méndiz
Un cambio de gabinete (sátira política)
VEINTICINCO
Leonidas Yerovi
Recóndita
Mandolinata
Florencia del Río
Isabel de la Peña de Calderón (oda)
Carta a Víctor Humareda (elegía)
Tulio Mora
Declaración de amor
Frank Herbert Alfaro
Mujer divina
VEINTISEIS
Marco Martos
Naranjita
Casti connubi
Abelardo Sánchez León
Los tristes efectos
Roger Santivañez
Escrito en la oficina
Rodolfo Pacheco
Torre condenada
VEINTISIETE
José María Arguedas
Iman Guayasamin
Katatay
Ricardo Silva Santisteban
Poiesis
Nilton Santiago
XXVIII
VEINTIOCHO
Alberto Ureta (Arequipa)
Balada de la Rosa Náutica
Francisco Carrillo
Poesía mía
Eduardo Chirinos
Canto de Esperanza
Víctor Guillén
Travelling para una sonrisa detenida
VEINTINUEVE
Gustavo Valcarcel
4 sonetos:
XX
XXI
El fuego de una vida
7 de septiembre
Rocío Silva Santisteban
Clitemnestra infiel
Josefina Jimenez
Duéleme
Carlos Guevara Morán
Monólogo
Taller dorado
Alessandra Tenorio
Retrato (casa)
TREINTA
Luis Fabio Xammar
Romance de la chola de Ripan
Lenguaje
Juan Ramirez Ruiz
Encuentro con el terror
Héctor Rosas Padilla
Girl
Homenaje a un caserío de Cañete
Marcela Robles
Haití
TREINTIUNO
Augusto Tamayo Vargas
Voces que rondan el hotel
Guillermo Mercado Barroso (Arequipa)
Mi canto al Titicaca
Marita Troiano
Desmesurada incongruencia
Rodolfo Ybarra
XVIII
Virginia Macías Torres
Santiago
TREINTIDOS
Ricardo Palma
Farewell
Augusto Elmore
Tu no permaneces
Edición paterna
Carlos López Degregori
Siempre es al Sur
Rosina Valcarcel
Otoño
Luzgardo Medina Egoavil
Aquí te espero hasta el último ocaso
TREINTA Y TRES
Federico Barreto
Antes que tú
Nelly Fonseca Recavarren
Aroma de la tierra
Yo quiero ser un mástil
Chrystian Zegarra Benitez
Escena primordial
TREINTA Y CUATRO
César Moro
El mundo ilustrado
Batalla al borde de una catarata
Carolina O. Fernandez
Yo no tenía ganas de hablar
Víctor Coral
Lejos del claro/Arte Poética
Serapio Bajalqui Mitma (Ayacucho)
Camisa de la revolución
TREINTA Y CINCO
Xavier Abril
Elegía a la mujer inventada
Paisaje de mujer
Lola Thorne
La diária sorpresa
José Luis Grados
La soledad de mi padre
Enrique Carbajal
El día ocho mil treinta
TREINTA Y SEIS
Ricardo Peña Barrenechea
Etatuaria
La caravana de los albos pájaros
Juan Ojeda
Soliloquio
Caput morten
Roxana Crisólogo
La carne permanece amalgamada en los barrios
Fransiles Gallardo
Soy
TREINTA Y SIETE
Manuel Scorza
Una canción para mi abuelo
Serenata
Livio Gómez
Epigrama 2
Roger Casalino Castro
Conclusión
Contemplación
Gaby Arce Muñoz
Ocaso
TREINTA Y OCHO
Federico Sassone
Fue en el jardín
Lily Moral
Deshilachando el tiempo, 1980
Amor, amor, cuanto te amo, 1980
Patricia del Valle
Deseo
Tatuaje
Elisa Fuenzalida
Destrucción de la página
TREINTA Y NUEVE
César Vallejo
Considerando en frio
Parado en una piedra
Carlos Reyes Ramirez
De un traje Yagua exhibido
Ana María Falconí
Día prfecto
Rolando Sifuentes
Las licenciadas
Responso
¡¡NUEVA PAGINA!!
CUARENTA
Pedro Escribano
Lima no es una golondrina entre los dientes
La ciudad y las hormigas
La bugambilla
Ruth Hurtado
Inmaterial
El puente de Macavilca
Silvia Ortiz
Altiva alma vuelve
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Nueva Sección: Ensayos Sobre Poetas y Poética
La tensión Eros/Tánatos en la obra poética de César Vallejo
Irene Vegas García
César Vallejo en París
La obra poética de Vallejo (1892-1938), tiene evidentes íconos poéticos. Uno de los más importantes y, ampliamente estudiado por la crítica, es la imagen de la muerte, que atraviesa su poesía de principio a fin.
En este ensayo, me propongo demostrar que los textos poéticos vallejianos presentan varias manifestaciones de la tensión Eros/Tánatos, con diversas variantes de representación. Al efecto, como lo indico en el título, realizaré una interpretación hermenéutico-psicoanalítica, para lo cual utilizaré como marco teórico a Freud, Heidegger y Lacan, a cuyas ideas me iré refiriendo cuando sea necesario... Para leer más, clique en Eros/Tánatos en Vallejo
La poesía peruana cuenta con una pléyade de excelentes poetas, muchos de los cuales brillan en el firmamento del mundo literario hispano. En estas páginas dedicadas a los poetas peruanos, se puede decir que no están todos los que son, pero si son todos los que están.
Poco a poco iremos agregando a los demás valores jovenes asi como también a muchos consagrados de la literatura peruana que faltan - de todos los rincones del Perú.
Pero nunca se podrá decir que la lista ya está completa, siempre habrán nuevos creadores y como consecuencia de ello, habrá también omisiones involuntarias. Cuando no haya más poetas sobre la tierra seguramente será porque la humanidad dejó de ser humanidad. Cada pueblo tiene sus poetas, debemos colocarlos en el sitial que les corresponde, pues ellos son trabajadores de la palabra. La poesía hace que aprendamos a valorar la palabra y, el idioma, en este caso el castellano.
CONSEJOS DEL POETA LAUREADO BILLY COLLINS
Como Leer un Poema en Voz Alta
Listen to former Poet Laureate Billy Collins talk about reading a poem.
Tengo la certeza que la mayoría de lectores de este sitio lo componen estudiantes, con poca o ninguna experiencia en la lectura de poemas en voz alta, para ser escuchado por un gran auditorio. Sabemos bien que un poema vivirá o morirá dependiendo de la manera como sea leído. Consecuentemente, lo que sigue son unos cuantos consejos sobre el recitado oral de poesía.
Dicho sea de paso, los lectores no deben leer en frío; deben conocer el poema días antes para que puedan practicar, quizás, en presencia de un profesor. Además de exponer a los estudiantes los sonidos de la poesía contemporánea, Poetry 180 (página poética de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, especial para estudiantes), también puede servir como medio para mejorar las habilidades del estudiante para comunicarse públicamente. He aquí los consejos:
Leer el poema lentamente. La mayoría de adolescentes hablan atropelladamente, y si están nerviosos, tanto peor; tenderá a hacer lo mismo con el poema para terminar rápido. Lo mejor es leer el poema lentamente para lograr que salga claro y sea entendido por la audiencia. Aprender a leer un poema pausadamente, no solo hará que se escuche mejor el poema, también ayudará a dar énfasis a lo importante de la poesía, a cada una de las palabras; pero tampoco puede ser leído tan lentamente. Un buen método a utilizar para establecer el mejor paso en la lectura, es hacer una pausa de pocos segundos entre el título y la primera línea del poema.
Leer con tono de voz normal y relajada. No es necesario hacer una lectura dramática como si se estuviera actuando en una obra de teatro. Hay que tratar de seleccionar los poemas y escoger, en su mayoría, los que están escritos con un estilo natural y coloquial, e igualmente, deben ser leídos en esa forma: natural. Dejar que las palabras del poema hagan cada una su trabajo. Solamente leer claro y con calma.
Naturalmente que los poemas están ordenados en líneas, sin embargo, hacer pausa al final de cada línea creará un efecto de líneas entrecortadas, lo que interrumpirá el normal influjo del sentido poético. El lector sólo debe hacer pausa donde hay puntuación, tal como es en la lectura en prosa, la diferencia es que en poesía se va más lento.
Es importante utilizar un diccionario para buscar las palabras no conocidas o algunas de difícil pronunciación. Para leer con convicción, el lector debe saber al menos el significado de cada palabra, según el diccionario. En algunos casos, el lector puede escribir la fonética de la palabra como una ayuda memoria para saber cómo pronunciarla correctamente al momento de leer. Hay que recalcar una y otra vez, la importancia de aprender a leer un poema en voz alta, pues es un modo de lograr comprender el poema mejor que escribiendo una composición sobre el mismo.
Acerca del autor:
Billy Collins (Nueva York, 1941-), tiene publicados varios libros de poesía. En 2001 fue honrado con los Laureles de Poesía, y actualmente dirige el programa POETRY 180 en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, donde enseña poesía a estudiantes. En ese programa, el laureado poeta tiene el propósito de hacer que la mayoría de niños lean un poema al día.
Presentamos aquí el análisis de un soneto de Francisco de Quevedo, gran poeta español del siglo XVII. Hay que notar la diferencia entre la poesía de corte clásico, como el presente soneto de Quevedo, de riguroso esquema formal, casi perfecto, y que no tiene comparación con el verso libre actual que está desprovisto de muchas de estas formalidades. Ver poemas que siguen en la parte baja, ( de los poetas Samantha Berger y Washington Delgado). En estos dos últimos poemas, vale más el contenido que la forma.
1 Erase un hombre a una nariz pegado, 11 sílabas métricas
2 érase una nariz superlativa, 11 sílabas métricas
3 érase una nariz sayón y escriba, 11 sílabas métricas
4 érase un pez espada muy barbado. 11 sílabas métricas
5 Era un reloj de sol mal encarado, 11 sílabas métricas
6 érase un alquitara pensativa, 11 sílabas métricas
7 érase un elefante boca arriba, 11 sílabas métricas
8 era Ovidio Nasón mas narizado. 11 sílabas métricas
9 érase un espolón de una galera, 11 sílabas métricas
10 érase una pirámide de Egipto, 11 sílabas métricas
11 las doce tribus de narices era. 11 sílabas métricas
12 érase un naricísimo infinito, 11 sílabas métricas
13 muchísima nariz, nariz tan fiera, 11 sílabas métricas
14 que en la cara de Anás fuera delito. 11 sílabas métricas
Para leer más sobre sonetos, ir a la página Soneto Moderno, y leer también, una notita sobre el verso libre, ambos en este mismo sitio.
LEJOS DE LA TIERRA
Samantha Berger
Contemplé tanto la belleza
Que mi visión le pertenece
Kostantinos Kavafis
Súbitamente descubro en tu cuerpo mis líneas,
como el reflejo silencioso de una imagen delirante
como el susurro suplicante de palabras sofocadas
súbitamente
te propongo absoluta,
y redundando,
rindo culto a los murmullos de una estrella sumergida
Mujer terrestre
Mujer museo
Mujer delirio
Mujer estruendo
Desde estos nardos desvalidos te propongo imperturbable,
tan levemente develada
que te respiro cuando surges,
tan levemente resurgiendo
que te respiro cuando emerges
cuando te sueñas
imperfecta y sugerida
disonante nínfula de acero.
LOS PENSAMIENTOS PUROS
Washington Delgado
Señor rentista, señor funcionario,
se�or terrateniente,
señor coronel de artillería,
el hombre es inmortal:
vosotros sois mortales.
Es curioso como la podredumbre
se adelanta a veces al cad�ver.
Soportad vuestro olor, mostradlo
si queréis, poquito a poco.
Pero no habláis.
Señores, ense�ad el trasero,
pero no lloréis nunca,
cierta decencia es necesaria.
en las alas blancas
y en la música de las arpas
dulcemente tocadas
por vuestras dulces manos.
Pensad en vuestros libros de lectura, en las viudas
tísicas y abandonadas que ayudaréis con una
trompeta de oro.
Pensad en vuestros billetes, en los veranos junto
al mar, en la mucama rubia, en el amante
moreno, en los pobre que besaréis en la otra
vida, en las distancias terrestres, en los cielos
de almíbar.
Pensad en todo,
vuestros días sobre la tierra no serán numerosos.
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POETAS PERUANOS FAMOSOS
Sonetos modernos, baladas, verso libre, notas sobre poetas y poética
Famoso poeta Billy Collins aconseja ¿Cómo leer un poema?
MAS POETAS PERUANOS AQUI:
El órden en que están indexados los poetas peruanos contemporáneos, es por época. A la cabeza van los poetas nacidos a fines del siglo XIX o a principios del siguiente, luego siguen los poetas más recientes.
De acuerdo a este orden, el primer nombre de poeta de mayor edad.
En algunos casos este órden no es exacto, estaremos fallando por algunos años o meses y por ello pedimos disculpas. Lo que es más cierto aquí es la calidad de la poesía escogida.
Para acceder al poeta de su preferencia, clique en número de página que está arriba de los nombres..
UNO
Pablo Guevara
Mi padre un zapatero
Jorge Bendezú Canales
Casalicio sagrado
Alberto Vega (Arequipa)
La tragedia de Julio César
Enrique Verástegui
Visiones de un sicótico
Javier Huapaya
Ensueño en el bosque
DOS
Washington Delgado
Los pensamientos puros
Las buenas maneras
Juan Carlos Lázaro
El beduino
Quiero llegar a Ecbatana
Miguel Carrillo Natteri
Ah, mis días abolidos
Gustavo Armijos
Magnolia
Muchacha italiana en oscuro peregrinaje
Contemplaciones
María del Cármen Ulloa
Gema
TRES
Alejandro Romualdo
A otra cosa
Canto coral a Tupac Amaru
José Livia Torino
II y III
Elvira Ordoñez
Hermandad
Ulises Valencia
Rompe el mar entre las peñas
Julio Aponte
Pájaros de alas quebradas
CUATRO
Jorge Eduardo Eielson
He aquí el amor
Luis Hernández
Ezra Pound: cenizas y silicio
Angel Yzquierdo Duclós
Albatroz
Roberto Rosario
Por fin comprendí que en invierno
Filonino Catalina (Arequipa)
La casa llena de un vacío
CINCO
Javier Sologuren
La visita del mar
Jorge Pimentel
Balada para un caballo
Cecilia Izquierdo Rios
Retorno
SEIS
Enrique Peña Barrenechea
Camino del hombre
Canción antigua
Carlos Garayar
Fósforos que se apagan sin que nadie los prenda
Max Dextre
Gracias por el fuego
Miguel Angel Zapata
El momento propicio
Buscando cobijo en el muelle 39
El árbol de la vida
Celia Flores
Rojo radiante
SIETE
Poetas del Asfalto - Poesía, de la Generación Beat, o contracultural de Lima
Andrea Marina Durand Zúñiga
Poema S/T
Jéssica Asto
Poema S/T
Pilco Llacza
Soy
Fernando Laguna
Poema S/T
Daysi Jasmin Fabian
Poema S/T
Armando Arteaga
SEuO
OCHO
Yolanda Westphalen
Marina
XX
Armando Arteaga
S.E.ú O.
A la manera de Keneth Koch
Jorge Espinoza Sánchez
La estación de nuestro amor
Porfirio Mamani Macedo
Extranjero
Voz a orillas de un río
NUEVE
Carlos German Belli
Sextina de los desiguales
María Emilia Cornejo
Como tú lo estableciste
Oscar Málaga
Dos poemas saturados
Miguel Ildefonso
Estuve mucho tiempo en la esquina
DIEZ
Sebastian Salazar Bondy
Testamento ológrafo
Confidencia en alta voz
Leopoldo Chariarse
Los juegos y los sueños
Carlos Zúñiga Segura
Luz lúnula
Cesáreo Martinez
Tendrás un arquitecto
Olga Manyari Rey de Córdova
Impóluto
ONCE
Magda Portal
(quisiera perderme de mi misma)
Rodolfo Hinostroza
Relato de Otelo
José Watanabe
Cuatro muchachas alrededor de una manzana
Carlos Olivera
Babilonia
Vedriano Lozano Achuy
Tres
DOCE
Mario Razzeto
Otoño
Cesar Toro Montalvo
matrimonio de la dulce maru y su
hermoso okobin cuidador de odres
Luis Valdés Pallete
Pasión por la existencia
Esperanza
Carlos Wertherman
Viejas penas en una sacristía
TRECE
Blanca Varela
Destiempo
Juan Cristobal
Osario I
Feliz Puescas Montero
Poema para ser leído
en tono confidencial
Samantha Berger
Lejos de la tierra
CATORCE
Esther M. Allison
Tan el amado amor
Antonio Cisneros
Entonces en las aguas de Conchán
Mirko Lauer
Jornada entre los más sucios algodones de la caridad
Carlos Portocarrero
Calor
QUINCE
Luis Nieto
La noche y sus andrajos
César Calvo
Preguntas y penumbras
Alonso Ruiz Rosas
El discípulo amado
Alida Castañeda Guerra
Mi vieja andina
Josefina Barrón
Aria triste
DIECISEIS
Luis Valle Goycochea
El sábado y la casa
Manuel Morales
Y se me ocurre pensar
Delia Vargas Machuca de Caravedo
Acaríciame mi amor
Ana María Intili
Espacio
Frank Otero Luque
Nuestro íntimo big bang
DIECISIETE
Reynaldo Naranjo
Carta única
Feliciano Mejía
Canto al agua
Vladimir Herrera
Si tuviera una tarjeta de embarque
Hernan Hurtado Trujillo
El país de mi destino
DIECIOCHO
Abraham Valdelomar
2 sonetos:
Tristitia
El hermano ausente en la cena pascual
José Cerna
En gris
Alejandro Medina Bustinza
Hamicha
Juan Carlos de la Fuente
La noche se ha extraviado en mi jardín
DIECINUEVE
Manuel Moreno Jimeno
Somos libres
Manuel A. Rodríguez (Arequipa)
Canto a Arequipa
Blasfemia
Obsesión (soneto)
Nelson Castañeda
Los bailarines
Mapy Kruger
Aureliana
Héctor Ñaupari
Breve impresión de Salamanca
VEINTE
Emilio Adolfo Westphalen
He dejado descansar
Catalina Recavarren de Zizold
Poema sin forma
(Cable de Roma)
Rosella di Paolo
Inútil tras la noche
Esferas
Alberto A. González Alcántara
Isla rosa
Alguien vendrá por tí
VEINTIUNO
Alejandro Peralta
La pastora florida
Leo Zelada
Poemas orientales
Ladislao Plasencki
Tiempo de espinas
Willy Gómez Migliaro
Historia de una canción inamisible
Isabella Fendi
Me tocarás como un piano
VEINTIDOS
Arturo Corcuera
Las sirenas y las estaciones
En el Cedar's Hospital
Winston Orrillo
Los oficios del amante
Alberto Valcarcel
Cantar de Sangrar (canto coral)
Federico Torres
Pequeño ensayo filosófico
Gustavo Zorrilla
Retorno
VEINTITRES
Samuel Velarde (Arequipa)
Patriotismo
Percy Gibson (Arequipa)
Cerro Colorado
Alberto Hidalgo
El Misti (soneto)
Papá
Giovanna Polarollo
Una noche
Raúl Heraud
Testimonio
VEINTICUATRO
Antenor Samaniego
Las campanas de Lima
José Luis Ayala
Dioses de Chichén Itzá
Sandro Chiri
Borges pasea por el centro de Buenos Aires
Safo contempla la luna de Lesbos
Oscar Aguirre Méndiz
Un cambio de gabinete (sátira política)
VEINTICINCO
Leonidas Yerovi
Recóndita
Mandolinata
Florencia del Río
Isabel de la Peña de Calderón (oda)
Carta a Víctor Humareda (elegía)
Tulio Mora
Declaración de amor
Frank Herbert Alfaro
Mujer divina
VEINTISEIS
Marco Martos
Naranjita
Casti connubi
Abelardo Sánchez León
Los tristes efectos
Roger Santivañez
Escrito en la oficina
Rodolfo Pacheco
Torre condenada
VEINTISIETE
José María Arguedas
Iman Guayasamin
Katatay
Ricardo Silva Santisteban
Poiesis
Nilton Santiago
XXVIII
VEINTIOCHO
Alberto Ureta (Arequipa)
Balada de la Rosa Náutica
Francisco Carrillo
Poesía mía
Eduardo Chirinos
Canto de Esperanza
Víctor Guillén
Travelling para una sonrisa detenida
VEINTINUEVE
Gustavo Valcarcel
4 sonetos:
XX
XXI
El fuego de una vida
7 de septiembre
Rocío Silva Santisteban
Clitemnestra infiel
Josefina Jimenez
Duéleme
Carlos Guevara Morán
Monólogo
Taller dorado
Alessandra Tenorio
Retrato (casa)
TREINTA
Luis Fabio Xammar
Romance de la chola de Ripan
Lenguaje
Juan Ramirez Ruiz
Encuentro con el terror
Héctor Rosas Padilla
Girl
Homenaje a un caserío de Cañete
Marcela Robles
Haití
TREINTIUNO
Augusto Tamayo Vargas
Voces que rondan el hotel
Guillermo Mercado Barroso (Arequipa)
Mi canto al Titicaca
Marita Troiano
Desmesurada incongruencia
Rodolfo Ybarra
XVIII
Virginia Macías Torres
Santiago
TREINTIDOS
Ricardo Palma
Farewell
Augusto Elmore
Tu no permaneces
Edición paterna
Carlos López Degregori
Siempre es al Sur
Rosina Valcarcel
Otoño
Luzgardo Medina Egoavil
Aquí te espero hasta el último ocaso
TREINTA Y TRES
Federico Barreto
Antes que tú
Nelly Fonseca Recavarren
Aroma de la tierra
Yo quiero ser un mástil
Chrystian Zegarra Benitez
Escena primordial
TREINTA Y CUATRO
César Moro
El mundo ilustrado
Batalla al borde de una catarata
Carolina O. Fernandez
Yo no tenía ganas de hablar
Víctor Coral
Lejos del claro/Arte Poética
Serapio Bajalqui Mitma (Ayacucho)
Camisa de la revolución
TREINTA Y CINCO
Xavier Abril
Elegía a la mujer inventada
Paisaje de mujer
Lola Thorne
La diária sorpresa
José Luis Grados
La soledad de mi padre
Enrique Carbajal
El día ocho mil treinta
TREINTA Y SEIS
Ricardo Peña Barrenechea
Etatuaria
La caravana de los albos pájaros
Juan Ojeda
Soliloquio
Caput morten
Roxana Crisólogo
La carne permanece amalgamada en los barrios
Fransiles Gallardo
Soy
TREINTA Y SIETE
Manuel Scorza
Una canción para mi abuelo
Serenata
Livio Gómez
Epigrama 2
Roger Casalino Castro
Conclusión
Contemplación
Gaby Arce Muñoz
Ocaso
TREINTA Y OCHO
Federico Sassone
Fue en el jardín
Lily Moral
Deshilachando el tiempo, 1980
Amor, amor, cuanto te amo, 1980
Patricia del Valle
Deseo
Tatuaje
Elisa Fuenzalida
Destrucción de la página
TREINTA Y NUEVE
César Vallejo
Considerando en frio
Parado en una piedra
Carlos Reyes Ramirez
De un traje Yagua exhibido
Ana María Falconí
Día prfecto
Rolando Sifuentes
Las licenciadas
Responso
¡¡NUEVA PAGINA!!
CUARENTA
Pedro Escribano
Lima no es una golondrina entre los dientes
La ciudad y las hormigas
La bugambilla
Ruth Hurtado
Inmaterial
El puente de Macavilca
Silvia Ortiz
Altiva alma vuelve
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Nueva Sección: Ensayos Sobre Poetas y Poética
La tensión Eros/Tánatos en la obra poética de César Vallejo
Irene Vegas García
César Vallejo en París
La obra poética de Vallejo (1892-1938), tiene evidentes íconos poéticos. Uno de los más importantes y, ampliamente estudiado por la crítica, es la imagen de la muerte, que atraviesa su poesía de principio a fin.
En este ensayo, me propongo demostrar que los textos poéticos vallejianos presentan varias manifestaciones de la tensión Eros/Tánatos, con diversas variantes de representación. Al efecto, como lo indico en el título, realizaré una interpretación hermenéutico-psicoanalítica, para lo cual utilizaré como marco teórico a Freud, Heidegger y Lacan, a cuyas ideas me iré refiriendo cuando sea necesario... Para leer más, clique en Eros/Tánatos en Vallejo
La poesía peruana cuenta con una pléyade de excelentes poetas, muchos de los cuales brillan en el firmamento del mundo literario hispano. En estas páginas dedicadas a los poetas peruanos, se puede decir que no están todos los que son, pero si son todos los que están.
Poco a poco iremos agregando a los demás valores jovenes asi como también a muchos consagrados de la literatura peruana que faltan - de todos los rincones del Perú.
Pero nunca se podrá decir que la lista ya está completa, siempre habrán nuevos creadores y como consecuencia de ello, habrá también omisiones involuntarias. Cuando no haya más poetas sobre la tierra seguramente será porque la humanidad dejó de ser humanidad. Cada pueblo tiene sus poetas, debemos colocarlos en el sitial que les corresponde, pues ellos son trabajadores de la palabra. La poesía hace que aprendamos a valorar la palabra y, el idioma, en este caso el castellano.
CONSEJOS DEL POETA LAUREADO BILLY COLLINS
Como Leer un Poema en Voz Alta
Listen to former Poet Laureate Billy Collins talk about reading a poem.
Tengo la certeza que la mayoría de lectores de este sitio lo componen estudiantes, con poca o ninguna experiencia en la lectura de poemas en voz alta, para ser escuchado por un gran auditorio. Sabemos bien que un poema vivirá o morirá dependiendo de la manera como sea leído. Consecuentemente, lo que sigue son unos cuantos consejos sobre el recitado oral de poesía.
Dicho sea de paso, los lectores no deben leer en frío; deben conocer el poema días antes para que puedan practicar, quizás, en presencia de un profesor. Además de exponer a los estudiantes los sonidos de la poesía contemporánea, Poetry 180 (página poética de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, especial para estudiantes), también puede servir como medio para mejorar las habilidades del estudiante para comunicarse públicamente. He aquí los consejos:
Leer el poema lentamente. La mayoría de adolescentes hablan atropelladamente, y si están nerviosos, tanto peor; tenderá a hacer lo mismo con el poema para terminar rápido. Lo mejor es leer el poema lentamente para lograr que salga claro y sea entendido por la audiencia. Aprender a leer un poema pausadamente, no solo hará que se escuche mejor el poema, también ayudará a dar énfasis a lo importante de la poesía, a cada una de las palabras; pero tampoco puede ser leído tan lentamente. Un buen método a utilizar para establecer el mejor paso en la lectura, es hacer una pausa de pocos segundos entre el título y la primera línea del poema.
Leer con tono de voz normal y relajada. No es necesario hacer una lectura dramática como si se estuviera actuando en una obra de teatro. Hay que tratar de seleccionar los poemas y escoger, en su mayoría, los que están escritos con un estilo natural y coloquial, e igualmente, deben ser leídos en esa forma: natural. Dejar que las palabras del poema hagan cada una su trabajo. Solamente leer claro y con calma.
Naturalmente que los poemas están ordenados en líneas, sin embargo, hacer pausa al final de cada línea creará un efecto de líneas entrecortadas, lo que interrumpirá el normal influjo del sentido poético. El lector sólo debe hacer pausa donde hay puntuación, tal como es en la lectura en prosa, la diferencia es que en poesía se va más lento.
Es importante utilizar un diccionario para buscar las palabras no conocidas o algunas de difícil pronunciación. Para leer con convicción, el lector debe saber al menos el significado de cada palabra, según el diccionario. En algunos casos, el lector puede escribir la fonética de la palabra como una ayuda memoria para saber cómo pronunciarla correctamente al momento de leer. Hay que recalcar una y otra vez, la importancia de aprender a leer un poema en voz alta, pues es un modo de lograr comprender el poema mejor que escribiendo una composición sobre el mismo.
Acerca del autor:
Billy Collins (Nueva York, 1941-), tiene publicados varios libros de poesía. En 2001 fue honrado con los Laureles de Poesía, y actualmente dirige el programa POETRY 180 en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, donde enseña poesía a estudiantes. En ese programa, el laureado poeta tiene el propósito de hacer que la mayoría de niños lean un poema al día.
Presentamos aquí el análisis de un soneto de Francisco de Quevedo, gran poeta español del siglo XVII. Hay que notar la diferencia entre la poesía de corte clásico, como el presente soneto de Quevedo, de riguroso esquema formal, casi perfecto, y que no tiene comparación con el verso libre actual que está desprovisto de muchas de estas formalidades. Ver poemas que siguen en la parte baja, ( de los poetas Samantha Berger y Washington Delgado). En estos dos últimos poemas, vale más el contenido que la forma.
1 Erase un hombre a una nariz pegado, 11 sílabas métricas
2 érase una nariz superlativa, 11 sílabas métricas
3 érase una nariz sayón y escriba, 11 sílabas métricas
4 érase un pez espada muy barbado. 11 sílabas métricas
5 Era un reloj de sol mal encarado, 11 sílabas métricas
6 érase un alquitara pensativa, 11 sílabas métricas
7 érase un elefante boca arriba, 11 sílabas métricas
8 era Ovidio Nasón mas narizado. 11 sílabas métricas
9 érase un espolón de una galera, 11 sílabas métricas
10 érase una pirámide de Egipto, 11 sílabas métricas
11 las doce tribus de narices era. 11 sílabas métricas
12 érase un naricísimo infinito, 11 sílabas métricas
13 muchísima nariz, nariz tan fiera, 11 sílabas métricas
14 que en la cara de Anás fuera delito. 11 sílabas métricas
Para leer más sobre sonetos, ir a la página Soneto Moderno, y leer también, una notita sobre el verso libre, ambos en este mismo sitio.
LEJOS DE LA TIERRA
Samantha Berger
Contemplé tanto la belleza
Que mi visión le pertenece
Kostantinos Kavafis
Súbitamente descubro en tu cuerpo mis líneas,
como el reflejo silencioso de una imagen delirante
como el susurro suplicante de palabras sofocadas
súbitamente
te propongo absoluta,
y redundando,
rindo culto a los murmullos de una estrella sumergida
Mujer terrestre
Mujer museo
Mujer delirio
Mujer estruendo
Desde estos nardos desvalidos te propongo imperturbable,
tan levemente develada
que te respiro cuando surges,
tan levemente resurgiendo
que te respiro cuando emerges
cuando te sueñas
imperfecta y sugerida
disonante nínfula de acero.
LOS PENSAMIENTOS PUROS
Washington Delgado
Señor rentista, señor funcionario,
se�or terrateniente,
señor coronel de artillería,
el hombre es inmortal:
vosotros sois mortales.
Es curioso como la podredumbre
se adelanta a veces al cad�ver.
Soportad vuestro olor, mostradlo
si queréis, poquito a poco.
Pero no habláis.
Señores, ense�ad el trasero,
pero no lloréis nunca,
cierta decencia es necesaria.
en las alas blancas
y en la música de las arpas
dulcemente tocadas
por vuestras dulces manos.
Pensad en vuestros libros de lectura, en las viudas
tísicas y abandonadas que ayudaréis con una
trompeta de oro.
Pensad en vuestros billetes, en los veranos junto
al mar, en la mucama rubia, en el amante
moreno, en los pobre que besaréis en la otra
vida, en las distancias terrestres, en los cielos
de almíbar.
Pensad en todo,
vuestros días sobre la tierra no serán numerosos.
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Sonetos modernos, baladas, verso libre, notas sobre poetas y poética
Famoso poeta Billy Collins aconseja ¿Cómo leer un poema?
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El órden en que están indexados los poetas peruanos contemporáneos, es por época. A la cabeza van los poetas nacidos a fines del siglo XIX o a principios del siguiente, luego siguen los poetas más recientes.
De acuerdo a este orden, el primer nombre de poeta de mayor edad.
En algunos casos este órden no es exacto, estaremos fallando por algunos años o meses y por ello pedimos disculpas. Lo que es más cierto aquí es la calidad de la poesía escogida.
Para acceder al poeta de su preferencia, clique en número de página que está arriba de los nombres..
UNO
Pablo Guevara
Mi padre un zapatero
Jorge Bendezú Canales
Casalicio sagrado
Alberto Vega (Arequipa)
La tragedia de Julio César
Enrique Verástegui
Visiones de un sicótico
Javier Huapaya
Ensueño en el bosque
DOS
Washington Delgado
Los pensamientos puros
Las buenas maneras
Juan Carlos Lázaro
El beduino
Quiero llegar a Ecbatana
Miguel Carrillo Natteri
Ah, mis días abolidos
Gustavo Armijos
Magnolia
Muchacha italiana en oscuro peregrinaje
Contemplaciones
María del Cármen Ulloa
Gema
TRES
Alejandro Romualdo
A otra cosa
Canto coral a Tupac Amaru
José Livia Torino
II y III
Elvira Ordoñez
Hermandad
Ulises Valencia
Rompe el mar entre las peñas
Julio Aponte
Pájaros de alas quebradas
CUATRO
Jorge Eduardo Eielson
He aquí el amor
Luis Hernández
Ezra Pound: cenizas y silicio
Angel Yzquierdo Duclós
Albatroz
Roberto Rosario
Por fin comprendí que en invierno
Filonino Catalina (Arequipa)
La casa llena de un vacío
CINCO
Javier Sologuren
La visita del mar
Jorge Pimentel
Balada para un caballo
Cecilia Izquierdo Rios
Retorno
SEIS
Enrique Peña Barrenechea
Camino del hombre
Canción antigua
Carlos Garayar
Fósforos que se apagan sin que nadie los prenda
Max Dextre
Gracias por el fuego
Miguel Angel Zapata
El momento propicio
Buscando cobijo en el muelle 39
El árbol de la vida
Celia Flores
Rojo radiante
SIETE
Poetas del Asfalto - Poesía, de la Generación Beat, o contracultural de Lima
Andrea Marina Durand Zúñiga
Poema S/T
Jéssica Asto
Poema S/T
Pilco Llacza
Soy
Fernando Laguna
Poema S/T
Daysi Jasmin Fabian
Poema S/T
Armando Arteaga
SEuO
OCHO
Yolanda Westphalen
Marina
XX
Armando Arteaga
S.E.ú O.
A la manera de Keneth Koch
Jorge Espinoza Sánchez
La estación de nuestro amor
Porfirio Mamani Macedo
Extranjero
Voz a orillas de un río
NUEVE
Carlos German Belli
Sextina de los desiguales
María Emilia Cornejo
Como tú lo estableciste
Oscar Málaga
Dos poemas saturados
Miguel Ildefonso
Estuve mucho tiempo en la esquina
DIEZ
Sebastian Salazar Bondy
Testamento ológrafo
Confidencia en alta voz
Leopoldo Chariarse
Los juegos y los sueños
Carlos Zúñiga Segura
Luz lúnula
Cesáreo Martinez
Tendrás un arquitecto
Olga Manyari Rey de Córdova
Impóluto
ONCE
Magda Portal
(quisiera perderme de mi misma)
Rodolfo Hinostroza
Relato de Otelo
José Watanabe
Cuatro muchachas alrededor de una manzana
Carlos Olivera
Babilonia
Vedriano Lozano Achuy
Tres
DOCE
Mario Razzeto
Otoño
Cesar Toro Montalvo
matrimonio de la dulce maru y su
hermoso okobin cuidador de odres
Luis Valdés Pallete
Pasión por la existencia
Esperanza
Carlos Wertherman
Viejas penas en una sacristía
TRECE
Blanca Varela
Destiempo
Juan Cristobal
Osario I
Feliz Puescas Montero
Poema para ser leído
en tono confidencial
Samantha Berger
Lejos de la tierra
CATORCE
Esther M. Allison
Tan el amado amor
Antonio Cisneros
Entonces en las aguas de Conchán
Mirko Lauer
Jornada entre los más sucios algodones de la caridad
Carlos Portocarrero
Calor
QUINCE
Luis Nieto
La noche y sus andrajos
César Calvo
Preguntas y penumbras
Alonso Ruiz Rosas
El discípulo amado
Alida Castañeda Guerra
Mi vieja andina
Josefina Barrón
Aria triste
DIECISEIS
Luis Valle Goycochea
El sábado y la casa
Manuel Morales
Y se me ocurre pensar
Delia Vargas Machuca de Caravedo
Acaríciame mi amor
Ana María Intili
Espacio
Frank Otero Luque
Nuestro íntimo big bang
DIECISIETE
Reynaldo Naranjo
Carta única
Feliciano Mejía
Canto al agua
Vladimir Herrera
Si tuviera una tarjeta de embarque
Hernan Hurtado Trujillo
El país de mi destino
DIECIOCHO
Abraham Valdelomar
2 sonetos:
Tristitia
El hermano ausente en la cena pascual
José Cerna
En gris
Alejandro Medina Bustinza
Hamicha
Juan Carlos de la Fuente
La noche se ha extraviado en mi jardín
DIECINUEVE
Manuel Moreno Jimeno
Somos libres
Manuel A. Rodríguez (Arequipa)
Canto a Arequipa
Blasfemia
Obsesión (soneto)
Nelson Castañeda
Los bailarines
Mapy Kruger
Aureliana
Héctor Ñaupari
Breve impresión de Salamanca
VEINTE
Emilio Adolfo Westphalen
He dejado descansar
Catalina Recavarren de Zizold
Poema sin forma
(Cable de Roma)
Rosella di Paolo
Inútil tras la noche
Esferas
Alberto A. González Alcántara
Isla rosa
Alguien vendrá por tí
VEINTIUNO
Alejandro Peralta
La pastora florida
Leo Zelada
Poemas orientales
Ladislao Plasencki
Tiempo de espinas
Willy Gómez Migliaro
Historia de una canción inamisible
Isabella Fendi
Me tocarás como un piano
VEINTIDOS
Arturo Corcuera
Las sirenas y las estaciones
En el Cedar's Hospital
Winston Orrillo
Los oficios del amante
Alberto Valcarcel
Cantar de Sangrar (canto coral)
Federico Torres
Pequeño ensayo filosófico
Gustavo Zorrilla
Retorno
VEINTITRES
Samuel Velarde (Arequipa)
Patriotismo
Percy Gibson (Arequipa)
Cerro Colorado
Alberto Hidalgo
El Misti (soneto)
Papá
Giovanna Polarollo
Una noche
Raúl Heraud
Testimonio
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Antenor Samaniego
Las campanas de Lima
José Luis Ayala
Dioses de Chichén Itzá
Sandro Chiri
Borges pasea por el centro de Buenos Aires
Safo contempla la luna de Lesbos
Oscar Aguirre Méndiz
Un cambio de gabinete (sátira política)
VEINTICINCO
Leonidas Yerovi
Recóndita
Mandolinata
Florencia del Río
Isabel de la Peña de Calderón (oda)
Carta a Víctor Humareda (elegía)
Tulio Mora
Declaración de amor
Frank Herbert Alfaro
Mujer divina
VEINTISEIS
Marco Martos
Naranjita
Casti connubi
Abelardo Sánchez León
Los tristes efectos
Roger Santivañez
Escrito en la oficina
Rodolfo Pacheco
Torre condenada
VEINTISIETE
José María Arguedas
Iman Guayasamin
Katatay
Ricardo Silva Santisteban
Poiesis
Nilton Santiago
XXVIII
VEINTIOCHO
Alberto Ureta (Arequipa)
Balada de la Rosa Náutica
Francisco Carrillo
Poesía mía
Eduardo Chirinos
Canto de Esperanza
Víctor Guillén
Travelling para una sonrisa detenida
VEINTINUEVE
Gustavo Valcarcel
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XX
XXI
El fuego de una vida
7 de septiembre
Rocío Silva Santisteban
Clitemnestra infiel
Josefina Jimenez
Duéleme
Carlos Guevara Morán
Monólogo
Taller dorado
Alessandra Tenorio
Retrato (casa)
TREINTA
Luis Fabio Xammar
Romance de la chola de Ripan
Lenguaje
Juan Ramirez Ruiz
Encuentro con el terror
Héctor Rosas Padilla
Girl
Homenaje a un caserío de Cañete
Marcela Robles
Haití
TREINTIUNO
Augusto Tamayo Vargas
Voces que rondan el hotel
Guillermo Mercado Barroso (Arequipa)
Mi canto al Titicaca
Marita Troiano
Desmesurada incongruencia
Rodolfo Ybarra
XVIII
Virginia Macías Torres
Santiago
TREINTIDOS
Ricardo Palma
Farewell
Augusto Elmore
Tu no permaneces
Edición paterna
Carlos López Degregori
Siempre es al Sur
Rosina Valcarcel
Otoño
Luzgardo Medina Egoavil
Aquí te espero hasta el último ocaso
TREINTA Y TRES
Federico Barreto
Antes que tú
Nelly Fonseca Recavarren
Aroma de la tierra
Yo quiero ser un mástil
Chrystian Zegarra Benitez
Escena primordial
TREINTA Y CUATRO
César Moro
El mundo ilustrado
Batalla al borde de una catarata
Carolina O. Fernandez
Yo no tenía ganas de hablar
Víctor Coral
Lejos del claro/Arte Poética
Serapio Bajalqui Mitma (Ayacucho)
Camisa de la revolución
TREINTA Y CINCO
Xavier Abril
Elegía a la mujer inventada
Paisaje de mujer
Lola Thorne
La diária sorpresa
José Luis Grados
La soledad de mi padre
Enrique Carbajal
El día ocho mil treinta
TREINTA Y SEIS
Ricardo Peña Barrenechea
Etatuaria
La caravana de los albos pájaros
Juan Ojeda
Soliloquio
Caput morten
Roxana Crisólogo
La carne permanece amalgamada en los barrios
Fransiles Gallardo
Soy
TREINTA Y SIETE
Manuel Scorza
Una canción para mi abuelo
Serenata
Livio Gómez
Epigrama 2
Roger Casalino Castro
Conclusión
Contemplación
Gaby Arce Muñoz
Ocaso
TREINTA Y OCHO
Federico Sassone
Fue en el jardín
Lily Moral
Deshilachando el tiempo, 1980
Amor, amor, cuanto te amo, 1980
Patricia del Valle
Deseo
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Destrucción de la página
TREINTA Y NUEVE
César Vallejo
Considerando en frio
Parado en una piedra
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De un traje Yagua exhibido
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Día prfecto
Rolando Sifuentes
Las licenciadas
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CUARENTA
Pedro Escribano
Lima no es una golondrina entre los dientes
La ciudad y las hormigas
La bugambilla
Ruth Hurtado
Inmaterial
El puente de Macavilca
Silvia Ortiz
Altiva alma vuelve
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Nueva Sección: Ensayos Sobre Poetas y Poética
La tensión Eros/Tánatos en la obra poética de César Vallejo
Irene Vegas García
César Vallejo en París
La obra poética de Vallejo (1892-1938), tiene evidentes íconos poéticos. Uno de los más importantes y, ampliamente estudiado por la crítica, es la imagen de la muerte, que atraviesa su poesía de principio a fin.
En este ensayo, me propongo demostrar que los textos poéticos vallejianos presentan varias manifestaciones de la tensión Eros/Tánatos, con diversas variantes de representación. Al efecto, como lo indico en el título, realizaré una interpretación hermenéutico-psicoanalítica, para lo cual utilizaré como marco teórico a Freud, Heidegger y Lacan, a cuyas ideas me iré refiriendo cuando sea necesario... Para leer más, clique en Eros/Tánatos en Vallejo
La poesía peruana cuenta con una pléyade de excelentes poetas, muchos de los cuales brillan en el firmamento del mundo literario hispano. En estas páginas dedicadas a los poetas peruanos, se puede decir que no están todos los que son, pero si son todos los que están.
Poco a poco iremos agregando a los demás valores jovenes asi como también a muchos consagrados de la literatura peruana que faltan - de todos los rincones del Perú.
Pero nunca se podrá decir que la lista ya está completa, siempre habrán nuevos creadores y como consecuencia de ello, habrá también omisiones involuntarias. Cuando no haya más poetas sobre la tierra seguramente será porque la humanidad dejó de ser humanidad. Cada pueblo tiene sus poetas, debemos colocarlos en el sitial que les corresponde, pues ellos son trabajadores de la palabra. La poesía hace que aprendamos a valorar la palabra y, el idioma, en este caso el castellano.
CONSEJOS DEL POETA LAUREADO BILLY COLLINS
Como Leer un Poema en Voz Alta
Listen to former Poet Laureate Billy Collins talk about reading a poem.
Tengo la certeza que la mayoría de lectores de este sitio lo componen estudiantes, con poca o ninguna experiencia en la lectura de poemas en voz alta, para ser escuchado por un gran auditorio. Sabemos bien que un poema vivirá o morirá dependiendo de la manera como sea leído. Consecuentemente, lo que sigue son unos cuantos consejos sobre el recitado oral de poesía.
Dicho sea de paso, los lectores no deben leer en frío; deben conocer el poema días antes para que puedan practicar, quizás, en presencia de un profesor. Además de exponer a los estudiantes los sonidos de la poesía contemporánea, Poetry 180 (página poética de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, especial para estudiantes), también puede servir como medio para mejorar las habilidades del estudiante para comunicarse públicamente. He aquí los consejos:
Leer el poema lentamente. La mayoría de adolescentes hablan atropelladamente, y si están nerviosos, tanto peor; tenderá a hacer lo mismo con el poema para terminar rápido. Lo mejor es leer el poema lentamente para lograr que salga claro y sea entendido por la audiencia. Aprender a leer un poema pausadamente, no solo hará que se escuche mejor el poema, también ayudará a dar énfasis a lo importante de la poesía, a cada una de las palabras; pero tampoco puede ser leído tan lentamente. Un buen método a utilizar para establecer el mejor paso en la lectura, es hacer una pausa de pocos segundos entre el título y la primera línea del poema.
Leer con tono de voz normal y relajada. No es necesario hacer una lectura dramática como si se estuviera actuando en una obra de teatro. Hay que tratar de seleccionar los poemas y escoger, en su mayoría, los que están escritos con un estilo natural y coloquial, e igualmente, deben ser leídos en esa forma: natural. Dejar que las palabras del poema hagan cada una su trabajo. Solamente leer claro y con calma.
Naturalmente que los poemas están ordenados en líneas, sin embargo, hacer pausa al final de cada línea creará un efecto de líneas entrecortadas, lo que interrumpirá el normal influjo del sentido poético. El lector sólo debe hacer pausa donde hay puntuación, tal como es en la lectura en prosa, la diferencia es que en poesía se va más lento.
Es importante utilizar un diccionario para buscar las palabras no conocidas o algunas de difícil pronunciación. Para leer con convicción, el lector debe saber al menos el significado de cada palabra, según el diccionario. En algunos casos, el lector puede escribir la fonética de la palabra como una ayuda memoria para saber cómo pronunciarla correctamente al momento de leer. Hay que recalcar una y otra vez, la importancia de aprender a leer un poema en voz alta, pues es un modo de lograr comprender el poema mejor que escribiendo una composición sobre el mismo.
Acerca del autor:
Billy Collins (Nueva York, 1941-), tiene publicados varios libros de poesía. En 2001 fue honrado con los Laureles de Poesía, y actualmente dirige el programa POETRY 180 en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, donde enseña poesía a estudiantes. En ese programa, el laureado poeta tiene el propósito de hacer que la mayoría de niños lean un poema al día.
Presentamos aquí el análisis de un soneto de Francisco de Quevedo, gran poeta español del siglo XVII. Hay que notar la diferencia entre la poesía de corte clásico, como el presente soneto de Quevedo, de riguroso esquema formal, casi perfecto, y que no tiene comparación con el verso libre actual que está desprovisto de muchas de estas formalidades. Ver poemas que siguen en la parte baja, ( de los poetas Samantha Berger y Washington Delgado). En estos dos últimos poemas, vale más el contenido que la forma.
1 Erase un hombre a una nariz pegado, 11 sílabas métricas
2 érase una nariz superlativa, 11 sílabas métricas
3 érase una nariz sayón y escriba, 11 sílabas métricas
4 érase un pez espada muy barbado. 11 sílabas métricas
5 Era un reloj de sol mal encarado, 11 sílabas métricas
6 érase un alquitara pensativa, 11 sílabas métricas
7 érase un elefante boca arriba, 11 sílabas métricas
8 era Ovidio Nasón mas narizado. 11 sílabas métricas
9 érase un espolón de una galera, 11 sílabas métricas
10 érase una pirámide de Egipto, 11 sílabas métricas
11 las doce tribus de narices era. 11 sílabas métricas
12 érase un naricísimo infinito, 11 sílabas métricas
13 muchísima nariz, nariz tan fiera, 11 sílabas métricas
14 que en la cara de Anás fuera delito. 11 sílabas métricas
Para leer más sobre sonetos, ir a la página Soneto Moderno, y leer también, una notita sobre el verso libre, ambos en este mismo sitio.
LEJOS DE LA TIERRA
Samantha Berger
Contemplé tanto la belleza
Que mi visión le pertenece
Kostantinos Kavafis
Súbitamente descubro en tu cuerpo mis líneas,
como el reflejo silencioso de una imagen delirante
como el susurro suplicante de palabras sofocadas
súbitamente
te propongo absoluta,
y redundando,
rindo culto a los murmullos de una estrella sumergida
Mujer terrestre
Mujer museo
Mujer delirio
Mujer estruendo
Desde estos nardos desvalidos te propongo imperturbable,
tan levemente develada
que te respiro cuando surges,
tan levemente resurgiendo
que te respiro cuando emerges
cuando te sueñas
imperfecta y sugerida
disonante nínfula de acero.
LOS PENSAMIENTOS PUROS
Washington Delgado
Señor rentista, señor funcionario,
se�or terrateniente,
señor coronel de artillería,
el hombre es inmortal:
vosotros sois mortales.
Es curioso como la podredumbre
se adelanta a veces al cad�ver.
Soportad vuestro olor, mostradlo
si queréis, poquito a poco.
Pero no habláis.
Señores, ense�ad el trasero,
pero no lloréis nunca,
cierta decencia es necesaria.
en las alas blancas
y en la música de las arpas
dulcemente tocadas
por vuestras dulces manos.
Pensad en vuestros libros de lectura, en las viudas
tísicas y abandonadas que ayudaréis con una
trompeta de oro.
Pensad en vuestros billetes, en los veranos junto
al mar, en la mucama rubia, en el amante
moreno, en los pobre que besaréis en la otra
vida, en las distancias terrestres, en los cielos
de almíbar.
Pensad en todo,
vuestros días sobre la tierra no serán numerosos.
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POETAS PERUANOS FAMOSOS
Sonetos modernos, baladas, verso libre, notas sobre poetas y poética
Famoso poeta Billy Collins aconseja ¿Cómo leer un poema?
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El órden en que están indexados los poetas peruanos contemporáneos, es por época. A la cabeza van los poetas nacidos a fines del siglo XIX o a principios del siguiente, luego siguen los poetas más recientes.
De acuerdo a este orden, el primer nombre de poeta de mayor edad.
En algunos casos este órden no es exacto, estaremos fallando por algunos años o meses y por ello pedimos disculpas. Lo que es más cierto aquí es la calidad de la poesía escogida.
Para acceder al poeta de su preferencia, clique en número de página que está arriba de los nombres..
UNO
Pablo Guevara
Mi padre un zapatero
Jorge Bendezú Canales
Casalicio sagrado
Alberto Vega (Arequipa)
La tragedia de Julio César
Enrique Verástegui
Visiones de un sicótico
Javier Huapaya
Ensueño en el bosque
DOS
Washington Delgado
Los pensamientos puros
Las buenas maneras
Juan Carlos Lázaro
El beduino
Quiero llegar a Ecbatana
Miguel Carrillo Natteri
Ah, mis días abolidos
Gustavo Armijos
Magnolia
Muchacha italiana en oscuro peregrinaje
Contemplaciones
María del Cármen Ulloa
Gema
TRES
Alejandro Romualdo
A otra cosa
Canto coral a Tupac Amaru
José Livia Torino
II y III
Elvira Ordoñez
Hermandad
Ulises Valencia
Rompe el mar entre las peñas
Julio Aponte
Pájaros de alas quebradas
CUATRO
Jorge Eduardo Eielson
He aquí el amor
Luis Hernández
Ezra Pound: cenizas y silicio
Angel Yzquierdo Duclós
Albatroz
Roberto Rosario
Por fin comprendí que en invierno
Filonino Catalina (Arequipa)
La casa llena de un vacío
CINCO
Javier Sologuren
La visita del mar
Jorge Pimentel
Balada para un caballo
Cecilia Izquierdo Rios
Retorno
SEIS
Enrique Peña Barrenechea
Camino del hombre
Canción antigua
Carlos Garayar
Fósforos que se apagan sin que nadie los prenda
Max Dextre
Gracias por el fuego
Miguel Angel Zapata
El momento propicio
Buscando cobijo en el muelle 39
El árbol de la vida
Celia Flores
Rojo radiante
SIETE
Poetas del Asfalto - Poesía, de la Generación Beat, o contracultural de Lima
Andrea Marina Durand Zúñiga
Poema S/T
Jéssica Asto
Poema S/T
Pilco Llacza
Soy
Fernando Laguna
Poema S/T
Daysi Jasmin Fabian
Poema S/T
Armando Arteaga
SEuO
OCHO
Yolanda Westphalen
Marina
XX
Armando Arteaga
S.E.ú O.
A la manera de Keneth Koch
Jorge Espinoza Sánchez
La estación de nuestro amor
Porfirio Mamani Macedo
Extranjero
Voz a orillas de un río
NUEVE
Carlos German Belli
Sextina de los desiguales
María Emilia Cornejo
Como tú lo estableciste
Oscar Málaga
Dos poemas saturados
Miguel Ildefonso
Estuve mucho tiempo en la esquina
DIEZ
Sebastian Salazar Bondy
Testamento ológrafo
Confidencia en alta voz
Leopoldo Chariarse
Los juegos y los sueños
Carlos Zúñiga Segura
Luz lúnula
Cesáreo Martinez
Tendrás un arquitecto
Olga Manyari Rey de Córdova
Impóluto
ONCE
Magda Portal
(quisiera perderme de mi misma)
Rodolfo Hinostroza
Relato de Otelo
José Watanabe
Cuatro muchachas alrededor de una manzana
Carlos Olivera
Babilonia
Vedriano Lozano Achuy
Tres
DOCE
Mario Razzeto
Otoño
Cesar Toro Montalvo
matrimonio de la dulce maru y su
hermoso okobin cuidador de odres
Luis Valdés Pallete
Pasión por la existencia
Esperanza
Carlos Wertherman
Viejas penas en una sacristía
TRECE
Blanca Varela
Destiempo
Juan Cristobal
Osario I
Feliz Puescas Montero
Poema para ser leído
en tono confidencial
Samantha Berger
Lejos de la tierra
CATORCE
Esther M. Allison
Tan el amado amor
Antonio Cisneros
Entonces en las aguas de Conchán
Mirko Lauer
Jornada entre los más sucios algodones de la caridad
Carlos Portocarrero
Calor
QUINCE
Luis Nieto
La noche y sus andrajos
César Calvo
Preguntas y penumbras
Alonso Ruiz Rosas
El discípulo amado
Alida Castañeda Guerra
Mi vieja andina
Josefina Barrón
Aria triste
DIECISEIS
Luis Valle Goycochea
El sábado y la casa
Manuel Morales
Y se me ocurre pensar
Delia Vargas Machuca de Caravedo
Acaríciame mi amor
Ana María Intili
Espacio
Frank Otero Luque
Nuestro íntimo big bang
DIECISIETE
Reynaldo Naranjo
Carta única
Feliciano Mejía
Canto al agua
Vladimir Herrera
Si tuviera una tarjeta de embarque
Hernan Hurtado Trujillo
El país de mi destino
DIECIOCHO
Abraham Valdelomar
2 sonetos:
Tristitia
El hermano ausente en la cena pascual
José Cerna
En gris
Alejandro Medina Bustinza
Hamicha
Juan Carlos de la Fuente
La noche se ha extraviado en mi jardín
DIECINUEVE
Manuel Moreno Jimeno
Somos libres
Manuel A. Rodríguez (Arequipa)
Canto a Arequipa
Blasfemia
Obsesión (soneto)
Nelson Castañeda
Los bailarines
Mapy Kruger
Aureliana
Héctor Ñaupari
Breve impresión de Salamanca
VEINTE
Emilio Adolfo Westphalen
He dejado descansar
Catalina Recavarren de Zizold
Poema sin forma
(Cable de Roma)
Rosella di Paolo
Inútil tras la noche
Esferas
Alberto A. González Alcántara
Isla rosa
Alguien vendrá por tí
VEINTIUNO
Alejandro Peralta
La pastora florida
Leo Zelada
Poemas orientales
Ladislao Plasencki
Tiempo de espinas
Willy Gómez Migliaro
Historia de una canción inamisible
Isabella Fendi
Me tocarás como un piano
VEINTIDOS
Arturo Corcuera
Las sirenas y las estaciones
En el Cedar's Hospital
Winston Orrillo
Los oficios del amante
Alberto Valcarcel
Cantar de Sangrar (canto coral)
Federico Torres
Pequeño ensayo filosófico
Gustavo Zorrilla
Retorno
VEINTITRES
Samuel Velarde (Arequipa)
Patriotismo
Percy Gibson (Arequipa)
Cerro Colorado
Alberto Hidalgo
El Misti (soneto)
Papá
Giovanna Polarollo
Una noche
Raúl Heraud
Testimonio
VEINTICUATRO
Antenor Samaniego
Las campanas de Lima
José Luis Ayala
Dioses de Chichén Itzá
Sandro Chiri
Borges pasea por el centro de Buenos Aires
Safo contempla la luna de Lesbos
Oscar Aguirre Méndiz
Un cambio de gabinete (sátira política)
VEINTICINCO
Leonidas Yerovi
Recóndita
Mandolinata
Florencia del Río
Isabel de la Peña de Calderón (oda)
Carta a Víctor Humareda (elegía)
Tulio Mora
Declaración de amor
Frank Herbert Alfaro
Mujer divina
VEINTISEIS
Marco Martos
Naranjita
Casti connubi
Abelardo Sánchez León
Los tristes efectos
Roger Santivañez
Escrito en la oficina
Rodolfo Pacheco
Torre condenada
VEINTISIETE
José María Arguedas
Iman Guayasamin
Katatay
Ricardo Silva Santisteban
Poiesis
Nilton Santiago
XXVIII
VEINTIOCHO
Alberto Ureta (Arequipa)
Balada de la Rosa Náutica
Francisco Carrillo
Poesía mía
Eduardo Chirinos
Canto de Esperanza
Víctor Guillén
Travelling para una sonrisa detenida
VEINTINUEVE
Gustavo Valcarcel
4 sonetos:
XX
XXI
El fuego de una vida
7 de septiembre
Rocío Silva Santisteban
Clitemnestra infiel
Josefina Jimenez
Duéleme
Carlos Guevara Morán
Monólogo
Taller dorado
Alessandra Tenorio
Retrato (casa)
TREINTA
Luis Fabio Xammar
Romance de la chola de Ripan
Lenguaje
Juan Ramirez Ruiz
Encuentro con el terror
Héctor Rosas Padilla
Girl
Homenaje a un caserío de Cañete
Marcela Robles
Haití
TREINTIUNO
Augusto Tamayo Vargas
Voces que rondan el hotel
Guillermo Mercado Barroso (Arequipa)
Mi canto al Titicaca
Marita Troiano
Desmesurada incongruencia
Rodolfo Ybarra
XVIII
Virginia Macías Torres
Santiago
TREINTIDOS
Ricardo Palma
Farewell
Augusto Elmore
Tu no permaneces
Edición paterna
Carlos López Degregori
Siempre es al Sur
Rosina Valcarcel
Otoño
Luzgardo Medina Egoavil
Aquí te espero hasta el último ocaso
TREINTA Y TRES
Federico Barreto
Antes que tú
Nelly Fonseca Recavarren
Aroma de la tierra
Yo quiero ser un mástil
Chrystian Zegarra Benitez
Escena primordial
TREINTA Y CUATRO
César Moro
El mundo ilustrado
Batalla al borde de una catarata
Carolina O. Fernandez
Yo no tenía ganas de hablar
Víctor Coral
Lejos del claro/Arte Poética
Serapio Bajalqui Mitma (Ayacucho)
Camisa de la revolución
TREINTA Y CINCO
Xavier Abril
Elegía a la mujer inventada
Paisaje de mujer
Lola Thorne
La diária sorpresa
José Luis Grados
La soledad de mi padre
Enrique Carbajal
El día ocho mil treinta
TREINTA Y SEIS
Ricardo Peña Barrenechea
Etatuaria
La caravana de los albos pájaros
Juan Ojeda
Soliloquio
Caput morten
Roxana Crisólogo
La carne permanece amalgamada en los barrios
Fransiles Gallardo
Soy
TREINTA Y SIETE
Manuel Scorza
Una canción para mi abuelo
Serenata
Livio Gómez
Epigrama 2
Roger Casalino Castro
Conclusión
Contemplación
Gaby Arce Muñoz
Ocaso
TREINTA Y OCHO
Federico Sassone
Fue en el jardín
Lily Moral
Deshilachando el tiempo, 1980
Amor, amor, cuanto te amo, 1980
Patricia del Valle
Deseo
Tatuaje
Elisa Fuenzalida
Destrucción de la página
TREINTA Y NUEVE
César Vallejo
Considerando en frio
Parado en una piedra
Carlos Reyes Ramirez
De un traje Yagua exhibido
Ana María Falconí
Día prfecto
Rolando Sifuentes
Las licenciadas
Responso
¡¡NUEVA PAGINA!!
CUARENTA
Pedro Escribano
Lima no es una golondrina entre los dientes
La ciudad y las hormigas
La bugambilla
Ruth Hurtado
Inmaterial
El puente de Macavilca
Silvia Ortiz
Altiva alma vuelve
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Nueva Sección: Ensayos Sobre Poetas y Poética
La tensión Eros/Tánatos en la obra poética de César Vallejo
Irene Vegas García
César Vallejo en París
La obra poética de Vallejo (1892-1938), tiene evidentes íconos poéticos. Uno de los más importantes y, ampliamente estudiado por la crítica, es la imagen de la muerte, que atraviesa su poesía de principio a fin.
En este ensayo, me propongo demostrar que los textos poéticos vallejianos presentan varias manifestaciones de la tensión Eros/Tánatos, con diversas variantes de representación. Al efecto, como lo indico en el título, realizaré una interpretación hermenéutico-psicoanalítica, para lo cual utilizaré como marco teórico a Freud, Heidegger y Lacan, a cuyas ideas me iré refiriendo cuando sea necesario... Para leer más, clique en Eros/Tánatos en Vallejo
La poesía peruana cuenta con una pléyade de excelentes poetas, muchos de los cuales brillan en el firmamento del mundo literario hispano. En estas páginas dedicadas a los poetas peruanos, se puede decir que no están todos los que son, pero si son todos los que están.
Poco a poco iremos agregando a los demás valores jovenes asi como también a muchos consagrados de la literatura peruana que faltan - de todos los rincones del Perú.
Pero nunca se podrá decir que la lista ya está completa, siempre habrán nuevos creadores y como consecuencia de ello, habrá también omisiones involuntarias. Cuando no haya más poetas sobre la tierra seguramente será porque la humanidad dejó de ser humanidad. Cada pueblo tiene sus poetas, debemos colocarlos en el sitial que les corresponde, pues ellos son trabajadores de la palabra. La poesía hace que aprendamos a valorar la palabra y, el idioma, en este caso el castellano.
CONSEJOS DEL POETA LAUREADO BILLY COLLINS
Como Leer un Poema en Voz Alta
Listen to former Poet Laureate Billy Collins talk about reading a poem.
Tengo la certeza que la mayoría de lectores de este sitio lo componen estudiantes, con poca o ninguna experiencia en la lectura de poemas en voz alta, para ser escuchado por un gran auditorio. Sabemos bien que un poema vivirá o morirá dependiendo de la manera como sea leído. Consecuentemente, lo que sigue son unos cuantos consejos sobre el recitado oral de poesía.
Dicho sea de paso, los lectores no deben leer en frío; deben conocer el poema días antes para que puedan practicar, quizás, en presencia de un profesor. Además de exponer a los estudiantes los sonidos de la poesía contemporánea, Poetry 180 (página poética de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, especial para estudiantes), también puede servir como medio para mejorar las habilidades del estudiante para comunicarse públicamente. He aquí los consejos:
Leer el poema lentamente. La mayoría de adolescentes hablan atropelladamente, y si están nerviosos, tanto peor; tenderá a hacer lo mismo con el poema para terminar rápido. Lo mejor es leer el poema lentamente para lograr que salga claro y sea entendido por la audiencia. Aprender a leer un poema pausadamente, no solo hará que se escuche mejor el poema, también ayudará a dar énfasis a lo importante de la poesía, a cada una de las palabras; pero tampoco puede ser leído tan lentamente. Un buen método a utilizar para establecer el mejor paso en la lectura, es hacer una pausa de pocos segundos entre el título y la primera línea del poema.
Leer con tono de voz normal y relajada. No es necesario hacer una lectura dramática como si se estuviera actuando en una obra de teatro. Hay que tratar de seleccionar los poemas y escoger, en su mayoría, los que están escritos con un estilo natural y coloquial, e igualmente, deben ser leídos en esa forma: natural. Dejar que las palabras del poema hagan cada una su trabajo. Solamente leer claro y con calma.
Naturalmente que los poemas están ordenados en líneas, sin embargo, hacer pausa al final de cada línea creará un efecto de líneas entrecortadas, lo que interrumpirá el normal influjo del sentido poético. El lector sólo debe hacer pausa donde hay puntuación, tal como es en la lectura en prosa, la diferencia es que en poesía se va más lento.
Es importante utilizar un diccionario para buscar las palabras no conocidas o algunas de difícil pronunciación. Para leer con convicción, el lector debe saber al menos el significado de cada palabra, según el diccionario. En algunos casos, el lector puede escribir la fonética de la palabra como una ayuda memoria para saber cómo pronunciarla correctamente al momento de leer. Hay que recalcar una y otra vez, la importancia de aprender a leer un poema en voz alta, pues es un modo de lograr comprender el poema mejor que escribiendo una composición sobre el mismo.
Acerca del autor:
Billy Collins (Nueva York, 1941-), tiene publicados varios libros de poesía. En 2001 fue honrado con los Laureles de Poesía, y actualmente dirige el programa POETRY 180 en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, donde enseña poesía a estudiantes. En ese programa, el laureado poeta tiene el propósito de hacer que la mayoría de niños lean un poema al día.
Presentamos aquí el análisis de un soneto de Francisco de Quevedo, gran poeta español del siglo XVII. Hay que notar la diferencia entre la poesía de corte clásico, como el presente soneto de Quevedo, de riguroso esquema formal, casi perfecto, y que no tiene comparación con el verso libre actual que está desprovisto de muchas de estas formalidades. Ver poemas que siguen en la parte baja, ( de los poetas Samantha Berger y Washington Delgado). En estos dos últimos poemas, vale más el contenido que la forma.
1 Erase un hombre a una nariz pegado, 11 sílabas métricas
2 érase una nariz superlativa, 11 sílabas métricas
3 érase una nariz sayón y escriba, 11 sílabas métricas
4 érase un pez espada muy barbado. 11 sílabas métricas
5 Era un reloj de sol mal encarado, 11 sílabas métricas
6 érase un alquitara pensativa, 11 sílabas métricas
7 érase un elefante boca arriba, 11 sílabas métricas
8 era Ovidio Nasón mas narizado. 11 sílabas métricas
9 érase un espolón de una galera, 11 sílabas métricas
10 érase una pirámide de Egipto, 11 sílabas métricas
11 las doce tribus de narices era. 11 sílabas métricas
12 érase un naricísimo infinito, 11 sílabas métricas
13 muchísima nariz, nariz tan fiera, 11 sílabas métricas
14 que en la cara de Anás fuera delito. 11 sílabas métricas
Para leer más sobre sonetos, ir a la página Soneto Moderno, y leer también, una notita sobre el verso libre, ambos en este mismo sitio.
LEJOS DE LA TIERRA
Samantha Berger
Contemplé tanto la belleza
Que mi visión le pertenece
Kostantinos Kavafis
Súbitamente descubro en tu cuerpo mis líneas,
como el reflejo silencioso de una imagen delirante
como el susurro suplicante de palabras sofocadas
súbitamente
te propongo absoluta,
y redundando,
rindo culto a los murmullos de una estrella sumergida
Mujer terrestre
Mujer museo
Mujer delirio
Mujer estruendo
Desde estos nardos desvalidos te propongo imperturbable,
tan levemente develada
que te respiro cuando surges,
tan levemente resurgiendo
que te respiro cuando emerges
cuando te sueñas
imperfecta y sugerida
disonante nínfula de acero.
LOS PENSAMIENTOS PUROS
Washington Delgado
Señor rentista, señor funcionario,
se�or terrateniente,
señor coronel de artillería,
el hombre es inmortal:
vosotros sois mortales.
Es curioso como la podredumbre
se adelanta a veces al cad�ver.
Soportad vuestro olor, mostradlo
si queréis, poquito a poco.
Pero no habláis.
Señores, ense�ad el trasero,
pero no lloréis nunca,
cierta decencia es necesaria.
en las alas blancas
y en la música de las arpas
dulcemente tocadas
por vuestras dulces manos.
Pensad en vuestros libros de lectura, en las viudas
tísicas y abandonadas que ayudaréis con una
trompeta de oro.
Pensad en vuestros billetes, en los veranos junto
al mar, en la mucama rubia, en el amante
moreno, en los pobre que besaréis en la otra
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Pensad en todo,
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Howard Langston escribió:ceferino raffles escribió:tu estas sin bilis ninguna. menos de 100 mensajes y todos de asquerosazo repelente. te importara a ti mucho toda la mierda de la que hablas. tu eres el tipico tonto de todos los foros. aqui no se autohumilla nadie , te piensas que humillas tu a alguien con toda esa mierda que pones que ni sabes lo que es, eres de risa. toma anda, que me sobranHoward Langston escribió:Vuestros argumentos de peso no hacen más que darle la razón al hilo.
Bilis 100% gracias por autohumillaros.
Con ese montaje de hace, por lo menos diez años, y hablando así, una vez más dando la razón al hilo.
Venga dame razones más convincentes, pídele ayuda al pequeño de tus hijos.

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