Sacúdeme el alba
contra mis retinas de cristal,
gimientes, sangrantes,
ventanas teñidas de soledad.
Mátame sin tu alimento
y clávame el aliento de tu voz
en mi garganta desgarrada
de oscuridad y tiniebla.
Mátame, que yo moriré
en el lecho del destino,
donde vida y muerte confluyen
como dos cuerpos de fuego
incendiados de pasión.
Entre espinas de terciopelo,
entre nubes de guijarros,
en la sin razón de mi razón,
allí estoy yo ahora.
Hasta cuándo este suplicio,
hasta cuándo mi castigo
de inocente malherido
por una batalla de amor.
Muy buenas gente, qtal esta todo x aki¿? Ya se os exaba d menos. Pues nada, algo q escribi este verano, a ver q os parece

PD: Ya sabes peque, si quieres continuarlo es toda tuya
