Miradas del pensamiento -Reojos y astutos tropiezos-

[Quayle]

Antes de dormir, espada, pluma y fuego,
adoquines en brasas que puras queman
tu efímera espalda, sendero de mis dedos
que con valía a mis labios con fuerza arrastran.

Reino despoblado el de tus cabellos solos,
pendiente y literatura en sus tirabuzones
filo, el viento cortado por tus sollozos
que se van como un adiós con mis acciones.

Y con la paz sesgada y el sexo desmembrado
con sus entrañas y visceras sobre la mesa
el tulipán con mis dagas será atravesado
y sobre tu cuerpo mis dagas te serán fresas.

Hasta hundir mi pecho en el lago
sin mojar ni siquiera mi cuello
en tus brazos, estarás en mis brazos
deshojando el invierno beso a beso.

Hasta que la luna nos mire celosa
el campo, se erice entero y grite
y el cielo escupa mariposas
y volando, los sueños nos pinten.

Y te enterraría bajo una montaña de besos
y la escalaría poquito a poco con los labios
y me agotaría y por los suelos mis alientos
de tu frente hasta el tobillo caerían rodando.

Para verte en las falsas fallas, donde la profundidad y la soledad, nos dan cobijo, para hacernos poco a poco, con nosotros mismos. Lugares recónditos, que renacen con sólo unos labios y una piel, con sólo arena, agua y cuento, fábulas de ensueño y miradas del pensamiento.
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Robo -Quayle- HDS

[Leona]

Niño, no entiendo, de veras que no entiendo cómo puedes mantener vivo ese fuego Siempre.

Da gusto leerte pero estar en uno de tus poemas debe ser, uff, ejem. Vale, me corto.

Guiños

[+|Mîtzråë£|+]

Es preciosa...me encanta tu manera de llenar el poema de sentimiento con esas metáforas, simplemente genial.[/u]

[Quayle]

Leona, gracias por dejar que mis letras vean tus ojos cada vez que pasan por aquí.

+|Mîtzråë£|+, gracias a ti también, me alegra que te gustara.

Hasta la próxima.

[Cronos]

Quayle... como siempre, cojonudo. Me pregunto, como Leona como se hace para escribir tanto y que siempre tenga calidad. Plasísimos.

[Quayle]

Cronos, muchas gracias. Para escribir tanto basta con tener a alguien que te dicte algún verso cuando a ti ya no te queda nada, y por suerte, para eso yo tengo una amiga cojonuda.

Gracias otra vez.