
Vivo en una ciudad, en una ciudad gris. Vivo donde no llega la luz en una calle de París. Vivo en una ciudad, en una ciudad gris. Ciudad gris, no se puede escapar pero yo algún día saldré de aquí. Algún día amanecerá y ese día el sol brillará. Algún día amanecerá y el sol se volverá a marchar. Pero aún vivo en una ciudad gris y se pone el sol antes de salir. Ciudad gris, no se puede escapar, ciudad gris, y yo quiero salir, ciudad gris, sólo queda soñar, ciudad gris, lejos de aquí. Ciudad gris, cárcel de cemento, ciudad gris, cementerio sin fin, ciudad gris, donde mueren los sueños, en la ciudad gris. Ciudad gris de grises aceras, de grises paredes, de grises ideas, ciudad gris de tejados y antenas, de grises nubes que te envenenan. Ciudad gris de grises palomas, de grises calles y de grises personas. En la ciudad gris, las grises horas, y lloran y lloran las grises amapolas. Y lloran por sus cicatrices. Lloran por ver salir el sol. Lloran porque no son felices, porque quieren amor sin tener corazón.
Ya he visto demasiado, todo lo que tenía que ver. Tengo los ojos cansados y el alma, también. Estoy muy cansado, muy, muy cansado, estoy muy cansado, creo que voy a dormir.
Al final sólo queda tristeza, lágrimas amargas por lo que nunca será, donde los sueños empiezan, en el mismo sitio donde terminarán. La vida es sueño pero vivir no es soñar, con el tiempo lo entenderás. La vida es sueño pero vivir no es soñar, la vida es una pesadilla de la que despertar. Y al final todo el mundo reza sin saber a que dios invocar, una sorda queja en un mundo sin piedad.
Que tengas buena suerte, que todo te vaya bien, tú por mí no te preocupes que no te molestaré. Si tú ya no me quieres yo no te quiero querer, la verdad es que no estoy triste, aún no me lo acabo de creer, no me creo que no quieras, que no te quiero, no me lo creo mi cielo o no me lo quiero creer.
Mi novia no tiene brazos, mi novia no tiene piernas, mi novia es de madera y tiene seis cuerdas. Mi novia no tiene embarazos, mi novia no tiene la regla, yo la coloco en mi regazo y siempre pide más guerra. Mi novia es complicada, a veces no hay quien la entienda, es una mujer maltratada que pide a gritos clemencia. Mi novia es una guitarra y con ella sobran las palabras, mi novia es un ser inerte, y yo soy novio de la muerte.
Hasta la muerte. Hasta el final. Hasta siempre. La eternidad. Vuela alto, más duro caerás, contra el asfalto, lo último que verás. Vas volando, te quemarás, pobre Ícaro, quiso volar.
Tengo nubes de tormenta dentro del alma y mi esperanza siempre está gris, en mi cabeza retruenan palabras, la electricidad fluye dentro de mí. Se avecina tormenta. Se cierne el temporal. La tormenta se acerca. La tormenta va a estallar. Tengo el alma como una noche negra, sin luna, ni estrellas, ni lluvia de abril, oscuras nubes de tormenta que el viento nunca se lleva de aquí.
Vas caminando sin saber adonde ir y aún te sigues preguntando que coño haces aquí. Vas dando tumbos, te vas arrastrando así, uno de tantos moribundos en este desierto sin fin. En este desierto de muerte, en este eterno desierto gris sembrado de calaveras sonrientes con ojos negros que ven muy lejos de aquí.
El tiempo ha ido pasando y yo me he ido haciendo viejo, muy a mi pesar he ido aprendiendo, desoyendo los consejos, a vivir se aprende viviendo y yo siempre me tropiezo, levantarse acaba siendo puro acto reflejo. Y ahora sé que cada dolor tiene su placer. Cada adiós es un nuevo amanecer. Cada corazón se ha de romper. Cada canción tiene un trozo de mi ser. El tiempo pasa despacio, todo parece estar muy lejos pero no hay nada más falso, en el presente estamos presos, todo el tiempo que has estado esperando no será anda cuando llegues a viejo, ahora sé que el pasado ocupa tanto espacio como un reflejo en el espejo.
Entre el cielo y el asfalto no hay ninguna razón de ser y yo razones voy buscando en vez de asumir que no encontraré. Aún, aún le aúllo a la luna. Aún, aún, aún quiero creer. Poco a poco he ido aceptando que sólo iré donde lleven mis pies, que al cielo no se va caminando, para ir al infierno basta con dejarse caer. Aún, aún me queman las dudas. Aún, aún, aún quiero saber. Voy cayendo hacia el infierno, en el último momento, volaré, y podrás ver dos alas blancas que cabalgan hacia el amanecer. Aún, aún a la luz de la luna. Aún, aún, aún ha de amanecer.
El día que me conforme con mentiras, el día que no quiera seguir huyendo, el día que no duela la vida, el día que el mundo sea perfecto. El día que tenga bastante, el día que renuncie a mis sueños, si llega ese día matadme, matadme porque ya habré muerto.
Soy frágil como una hoja seca en el viento, frágil, como el sol de invierno, frágil, a merced de tiempo, soy frágil pero tengo el corazón de hierro. Soy frágil como castillos de naipes en le infierno, frágil, como frágiles son los sueños, frágil, como un recuerdo, soy frágil, me estoy rompiendo. Soy frágil y no quiero serlo. Soy frágil pero tengo el corazón de viento.
Un día soñé con un lugar entre las pesadillas donde nada dolía, nada salía mal, donde se contagiaba sólo la alegría, donde era inevitable la felicidad. Un día soñé y a veces sueño todavía con aquel remoto lugar donde de sueños se vivía, donde el mundo vivía en paz. He de encontrar ese lugar donde vivir es soñar. Voy buscando, todavía, ese lugar llamado utopía. Un día soñé pero los sueños se olvidan y al final toca despertar. Un día soñé pero los sueños son mentira y así malgasto mi vida, busco sin encontrar. Voy buscando y no lo encuentro, seguiré buscando hasta caer muerto, voy buscando y me pierdo y al final vuelvo al comienzo.
No se cura el daño del desengaño, no se va el dolor de la decepción, no se borran las cicatrices que llegan hasta el fondo del corazón. No hay días, ni meses, ni años, no hay consuelo ni perdón, no hay recuerdo más triste que el de lo que nunca jamás sucedió.
Un día cualquiera en cualquier lugar, la gente espera su suerte en la barra de un bar. Un día cualquiera en cualquier lugar, unos se venden, otros quieren comprar. Un día cualquiera en cualquier lugar, la muerte vendrá a verte, te vendrá a buscar, Un día cualquiera en cualquier lugar, un día corriente, otro día más. Un día cualquiera en cualquier lugar, tu suerte se tuerce y no se enderezará Un día cualquiera en cualquier lugar, el verde de repente se convierte en oscuridad. Un día cualquiera en cualquier lugar, el presente se convierte en una jaula de cristal Un día cualquiera en cualquier lugar, dices para siempre y luego es nunca más. Un día cualquiera en cualquier lugar, todo vuelve, vuelve, y al final, se va.
Destrózate el alma, rómpete el corazón con el método Stanislavsky, el método del dolor. Muestra tus entrañas, sácalas al sol, deja ver tus lágrimas, luce tu rencor. No hacen falta palabras, sólo introspección con el método Stanislavsky, el método del dolor.
No hay solución para la muerte. No hay solución para el cambio climático. No hay solución para mi suerte. No hay solución para el arte dramático. No hay solución para este presente. No hay solución para un dios enigmático. No hay solución para los hábitos. No hay solución, tal vez dejarlos. No hay solución, somos un problema más que un milagro. No hay solución, cómo solucionarnos? No hay solución para la energía. No hay solución para la vacuna del sida. No hay revolución para América latina. No hay solución, para África no hay comida. No hay solución, todavía. No hay solución y yo pensé que la había. No hay solución, que dura es la caída. No hay solución ni utopía. No hay dios ni justicia divina. No hay perdón, condena a muerte, condena a vida.
Una guitarra en la madrugada, una esperanza que muere al alba y las lágrimas que emana evocan la nostalgia de una época pasada. Una guitarra llora desafinada, así es como sangra el alma, tristes notas entrecortadas que matan, que mueren, que dañan.