Manerasdevivir.com - Noticias del rock

20 de abril de 2024 | Publica tus noticias El Rock and Roll es la Única Fe Verdadera Arrodillaos Perros Infieles


Vídeos Recomendados
Marea
Nuestra fosa
Marea
Buena Muerte
Kaotiko
Plan B
Kike Babas y la Desbandá
Darse a la María
Parabellum
Demonios en el jardín
El Cuarto Verde
Salud
Uoho
¿Cómo has perdido tú?
Kaos Urbano
Tú no eres de los nuestros

Redes Sociales
Facebook
Twitter
YouTube

Enlaces a mano
Foto de Boni en HD libre de derechos
10 discos de vinilo para regalar o para tu colección
Gira de Despedida de Extremoduro
Clasificados para músicos
Rap Kinki y Trap
Reportaje
Los Suaves
Especial
Extremoduro
Especial
20 años desde su último concierto
Los festivales y la COVID-19
La fuerza mayor

Grupos
Uno al azar:
Los Reconoces

Publicidad Mdv
Promoción efectiva en Internet. Consúltanos

Histórico
Citas y cosas

Colabora
Quieres escribir algo? Alguna noticia?
Somos más de 250.000 usuarios únicos mensuales

Sôber: Rock y música clásica. Su personal “Paradysso”

Mayo de 2018. Una entrevista de Rubén Rozas

El otro día tuve la oportunidad de intercambiar unas palabras con Jorge Escobedo y Antonio Bernardini, guitarras de Sôber, que, junto a la orquesta sinfónica O.C.A.S estrenan La sinfonía del Paradysso, un remaster muy especial de Paradysso (2002), álbum que cambió la vida al grupo y que supuso un antes y un después en la de todos los rockeros y metaleros.

Vamos a empezar por el principio: ¿Cómo surge el proyecto de Sôber?

Jorge: Yo siempre digo que nace un poco de la necesidad de querer hacer música y de juntarte con otras personas que comparten tus inquietudes y tus ilusiones. Un día vimos un anuncio en una tienda de instrumentos, yo ya venía de una banda de rock alternativo, y Carlos también se quería dedicar a la música. En el anuncio ponía que necesitaban un bajista, nos pareció atractivo, acompañé a mi hermano a la audición, donde conocimos a Antonio y a un par de miembros más. A mi me llamó mucho la atención el tipo de música que se quería hacer…. En seguida Carlos entró en la formación, en un principio lo hizo sin nombre. Al poco tiempo yo decidí dejar la banda en la que estaba y tocar junto a él. De este modo y poco a poco se fue forjando lo que es hoy Sôber, que empezó como Sôber Stoned, en 1994. Teníamos otro cantante que dejó ese proyecto inicial, así que Carlos se metió a las voces mientras seguía tocando el bajo. Ahí fue cuando empezamos a maquetar canciones que dieron lugar a nuestro primer álbum, Torcidos. A partir de entonces empezamos a ser fieles a un determinado estilo hasta llegar a Zero Records, la primera compañía que nos dio la oportunidad, hicimos un EP de tres canciones, que se materializó en el primer disco de la banda, Morfología. En definitiva, y respondiendo a tu pregunta, Sôber nace de la necesidad de hacer música y de tener un proyecto común. Además, los dos hermanos somos de la misma edad, tenemos los mismos gustos musicales… así que de alguna manera nos veíamos “obligados” a hacerlo.

¿Teníais pensado retomar vuestra carrera tras el parón de 2004?

Antonio: Sí, o sea nunca fue una ruptura, sabíamos que íbamos a volver, pero no sabíamos cuándo. La verdad es que fue duro. Además, veníamos de un momento muy alto, habíamos sido disco de oro y de platino con Reddo y Paradysso, así que el parón fue complicado, pero a la vez necesario. Llevábamos casi cuatro años muy intensos con estos dos discos, y necesitábamos hacer otro tipo de cosas… Jorge y yo cuando se hizo el descanso formamos Esquizo, Carlos y Alberto Madrid, que ya no está con nosotros, formaron Sabia, esto nos sirvió a los cuatro para adquirir una mayor madurez musical. Cada grupo hizo tres discos con sus tres giras, los dos proyectos funcionaron muy bien, aunque ninguno llegó a ocupar el sitio de Sôber. Al cabo de los años las cosas se fueron calmando un poco, los temores internos se fueron yendo y vimos que era el momento de volver, nos empezaron a salir las cosas como cuando empezamos, o incluso mejor, porque a la vuelta aprendimos a organizarnos y cada una de las cuatro ruedas del vehículo comenzaron a ir en su sitio.

¿Cómo sabéis cuando es el momento de volver?

Antonio: Porque lo notas. Una vez hubo un concierto en el que coincidimos, en Ciudad Real, fue el único en el que tocamos juntos los dos grupos. En ese momento nos dimos cuenta de que nos echábamos de menos a nivel musical.

Tenéis nada menos que 7 discos ya, 8 con este. ¿Os atreveríais a decir que cada uno de ellos narra una historia personal?

Jorge: Quizás más que contar una historia lo que cuenta es el momento que vive la banda. Intentamos no hacer apología de un estado político o social, simplemente nos dejamos llevar. Carlos intenta plasmar las inquietudes y las emociones que se le pasan por la cabeza en base a un momento de su vida o a un momento de la vida de la banda. Eso nos lleva hacia uno u otro lado, por lo que hay canciones que son más optimistas, otras que hablan de la religión, refiriéndose a la fe que tenemos en lo que hacemos... También hay confrontaciones sociales, pero no directas, sino interiorizando la situación del momento a través de nuestra perspectiva. Por supuesto que al fin y al cabo cada disco es una historia, pero intentamos que nuestras canciones tengan diferentes tipos de lectura. De hecho, Paradysso alguien lo pudo haber interpretado de una manera la primera vez que lo escuchó en 2002 y de otra totalmente distinta ahora, debido a los cambios que se hayan producido en su vida durante este tiempo. Pero eso es realmente lo bonito, que la gente haga suyas las canciones.

Vamos a pasar a hablar sobre vuestro nuevo proyecto. ¿Qué significa para vosotros Paradysso? ¿Por qué decidís versionar este disco y no otro?

Antonio: Es un disco que nos cambió la vida, fue el que nos empujó a querer dedicarnos de pleno a la música… Nos permitió ir a Los Ángeles, hacer allí la mezcla, conocer a productores importantes… Oías a la gente cantar sus canciones, sonaba de fondo en los centros comerciales, tuvo un recibimiento muy sorprendente y fue el que nos permitió dar el salto. Ahora iba a hacer 15 años desde que salió y queríamos rendirle un homenaje.

Podríais haber sacado colaboraciones con otros artistas, por ejemplo. Sin embargo, optáis por tocar con una orquesta sinfónica. ¿Por qué?

Jorge: Porque es una combinación que además de gustarnos mucho ya habíamos probado. Esas connotaciones tan sinfónicas encajan muy bien con nuestra forma de entender la música. Venimos de escuchar rock duro y heavy metal, pero también nos gustan cosas más clásicas. Ya la primera canción que hicimos empezaba con un violín de fondo, algunas canciones de Paradysso (2002) están acompañadas por un cuarteto de cuerda… Desde que empezamos nuestra carrera soñábamos con poder tocar algún día al lado de una sinfónica. Además, gracias a ese toque clásico que tiene el tema original conseguimos llegar a gente que huía del rock porque creía que todo eran gritos.

La orquesta es la pieza clave para rendir a Paradysso el homenaje que se merece, y no solamente al disco, sino también a los fans, a los medios... Ha sido un trabajo complejo, pero al final ambas partes hemos logrado ajustarnos. La peculiaridad de este disco es que está grabado en un estudio, queríamos hacer algo diferente y que este pasara a la historia al igual que ocurrió con Paradysso. Estamos muy contentos con el resultado.

Sôber

“Desde que empezamos nuestra carrera soñábamos con poder tocar algún día al lado de una sinfónica”

No se puede negar que suena realmente bien, pero a primera vista ¿no os pareció una apuesta un tanto arriesgada?

Jorge: Por supuesto. El hecho de tener una banda de rock durante 20 años e intentar innovar para emocionar al público sin dejar de lado tu estilo es arriesgado. Nos la jugamos de cualquier manera, haciendo canciones nuevas o versionando otras más antiguas. Quizás sí es verdad que este disco está en la memoria colectiva de mucha gente, por lo tanto, a esas personas seguramente les traiga buenos recuerdos. Por otra parte, como comentábamos antes, hemos intentado que la filarmónica le dé un toque mágico y que el disco esté lo más cuidado posible. Es cierto que fue arriesgado, pero al final todo lo que haces lo es.

Además de los temas de Paradysso el disco incluye tres bonus tracks de otros álbumes: Naufrago, El hombre de hielo y Superbia. Imagino que no ha sido fácil elegir tres canciones entre siete discos.

Antonio: Sí, la verdad es que ha sido difícil, pero pensamos que esos tres temas eran los que mejor se ajustaban. Además, son los que la gente más canta en los conciertos. Naúfrago es una canción que para nosotros significa muchísimo, El hombre de hielo y Superbia son muy solemnes... Teníamos preparadas más, pero pensamos que teníamos que incluir esas.

Por lo que me contáis, ha debido de ser una maravilla trabajar con una sinfónica.

Jorge: Sin duda. La considero una de las experiencias más gratificantes que hemos tenido a nivel musical. Cuando volvimos en 2010 nos planteamos la posibilidad de juntarnos con gente a la que le gusta (o no) el rock, que sentía la misma pasión por la música que nosotros. La orquesta se lo ha currado día tras día, han ido al conservatorio, han estudiado… Escuchar instrumentos como la guitarra eléctrica y el violín a la vez es una sensación única. Que ambas partes suenen sin desmerecerse entre sí es algo precioso. Ha sido muy gratificante.

Después de los showcases ¿Tenéis pensado hacer una gira con la orquesta? ¿O individual? Tampoco es fácil desplazar siempre a un grupo tan grande de músicos, supongo.

Antonio: Habrá un poco de todo. Hay fechas cerradas con la sinfónica, aunque en función de la zona de España en la que toquemos iremos con una orquesta o con otra, porque depende del formato y de las dimensiones del teatro entran más o menos personas. Por ejemplo, por el norte tocaremos con la que ha participado en el disco, por la zona de Barcelona y del Levante iremos con otra, por Andalucía con otra…

Y también habrá fechas de Sôber, en cuanto lo tengamos todo listo informaremos de ello.

¿Qué os queda por hacer?

Jorge: No fastidies (risas). Nos quedan muchas cosas por hacer, que nos hagan especial ilusión yo creo que pocas, quiero decir; levantarte por las mañanas, mirarte el espejo, y saber que hay gente que se siente identificada con tu música es la mayor ilusión. Luego ya está el querer tocar con algún artista o en un lugar determinado. Por ejemplo, en el Rock Fest de Barcelona, el 7 de julio, vamos a compartir escenario con Kiss, y nos hace mucha ilusión. Nos encantaría como grupo poder hacer una canción con una banda internacional y plasmarla en un disco. Quizás sería algo que nos falta, fuera de eso tenemos que dar las gracias cada día por lo que hacemos y por supuesto estar agradecido con los medios y con la gente que nos sigue día tras día.

Sôber

“Levantarte por las mañanas, mirarte al espejo, y saber que hay gente que se siente identificada con tu música es la mayor ilusión”

¿Cómo definiríais vuestra trayectoria a nivel personal?

Antonio: Constancia y trabajo, no hay más. Como en todas las facetas de la vida tienes que saber que nadie te regala nada, pero vale la pena. Para nosotros esto no es trabajar, porque hacemos algo que nos apasiona. Es una forma de vida.

Jorge: Estoy de acuerdo con Antonio. Yo hablaría también de una carrera sólida y sensata. Hemos intentado no desviarnos ni de nuestra forma de hacer música ni de nuestra forma de vida. Lo más importante yo creo que es, tener los pies en la tierra, ser tú mismo, actuar siempre con humildad, y tener claro que igual que hoy estás arriba mañana puedes estar abajo, pero siempre tienes que saber aguantar e intentar seguir hacia delante.

¿Después de este tenéis pensado sacar disco con nuevas canciones?

Antonio: Sí, seguramente para finales de 2019 saldrá un nuevo disco.

¿Hasta cuándo tiene pensado Sôber seguir dando guerra?

Antonio: Hasta que no podamos subirnos al escenario seguiremos haciendo música e intentaremos satisfacer al público en la medida de lo posible, porque lo que somos se lo debemos a ellos.

Mayo de 2018. Una entrevista de Rubén Rozas

Buscador
Publicidad
Publicidad - El Cuarto Verde
Publicidad - D'Ordago
Publicidad - Zalez - Nuevo disco
Publicidad - Radiocrimen