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Albertucho. "El regreso del perro andaluz"

Por Kike Babas y Kike turrón. Fotos de Juan Pérez Fajardo.

Albertucho presentará su nuevo disco en directo esta noche en La Riviera de Madrid.

Vuelve Albertucho, aunque de alguna manera nunca se fue. Todo pasa por el proceso compositivo, anímico y vital de Alberto Romero, el sevillano que a comienzos de los dos mil irrumpía en el panorama con un vozarrón y una poética que bebían de las raíces de su tierra (el rock andaluz) y del rock urbano patrio. En aquella primera década, Albertucho fue trasmutando, a medida que se sucedieron sus cinco discos, en un peculiar cantante de dylaniano folk electrificado, lo que desembocó en su etapa como Capitán Cobarde, que ha durado otra década y ha dejado tras de sí tres encomiables discos de autor, y que ha dado paso a una nueva vuelta de tuerca en su arte creativo: el regreso de Albertucho y con él, un disco concienciado y libertario, desbordante y rugiente como un hombre lobo recibiendo los primeros rayos de la luna llena. A punto de enfrentarse al concierto de presentación en La Riviera madrileña, charlamos unos instantes con el perro andaluz.

Albertucho

¿Qué fue lo que te hizo colgar los hábitos de Capitán Cobarde y calzarte de nuevo la botas de Albertucho?

Las que me ha llevado a volver al nombre de Albertucho han sido las canciones. Además, lo veo muy natural, igual que me cambié el nombre y me puse Capitán Cobarde porque tenía otras inquietudes y estaba metido en el mundo del sonido acústico del folk y demás, pues ahora, de estos años hacia acá, he hecho una colección de canciones que me han salido roqueras y las he vestido de la mejor manera que he creído. Han salido roqueras y muy callejeras, de la vieja escuela. Entonces, pues claro, simplemente por honestidad, tiene que volver el artista que empezó haciendo este rocanrol callejero andaluz que es Albertucho. Capitán Cobarde era otra cosa. Han sido las canciones las que han mandado.

¿Y qué lecciones, musicales o vitales, incorpora Albertucho de lo aprendido de su etapa como el Capitán Cobarde?

Han sido diez años de Capitán Cobarde en los que siempre tuve mucha inquietud por aprender. Me he pegado mucho tiempo tocando en acústico con el bombo y la pandereta, llevando el piano, aprendiendo un montón de cosas y poniéndole la oreja a muchísima música, en ese camino siempre se aprende. Creo que el yo de ahora, si no llega a ser por estos diez años, sería otra cosa. Luego, a nivel vital y personal, han pasado cosas: he tenido un hijo, pasamos la pandemia… Todo eso se ha visto reflejado y me ha salido esta vena, que la llevaba dentro pero ha salido hacia fuera, como un hombre lobo.

Hablemos del disco, la emoción y satisfacción que sientes se palpa, ¿cómo fueron surgiendo esas canciones?

El proceso de creación ha sido como siempre, de manera muy natural: yo me levanto y escribo canciones, es lo que he hecho siempre y esta vez no ha sido distinto. Lo que ocurre es que en esta ocasión hubo más tiempo, por lo de la pandemia, y en vez de quince o veinte, pues había treinta… Pero vamos, que el proceso es para mí como respirar, es la vida misma, escribir canciones y sentirme bien conmigo mismo, lo hago de manera natural.

¿Y llevarlas al estudio?

Pues fíjate que me di cuenta de que estaba haciendo canciones de Albertucho justo después de que me pasaran las premezclas de los dos o tres primeros temas que grabé. El proceso de grabación fue, primero, coger una colección de canciones y, después, irme a hablar con Diego Pozo “El Ratón”, que es el productor, a Jerez de la Frontera, precisamente porque quería que fuera un disco de rock callejero y que tuviera el toque nuestro de Andalucía, que es la guitarra flamenca. De hecho, una cosa muy curiosa de la grabación ha sido panear hacia la derecha la guitarra eléctrica y hacia la izquierda la flamenca, para que tuvieran ambas la misma importancia. Por eso me fui a Jerez, es el sitio donde mejor se graban guitarras flamencas del mundo, y quería aportar ese punto: darle la misma importancia, hacer un rock tan potente en guitarras eléctricas como en flamencas. Las baterías las hemos grabado en un bodega de vinos, porque queríamos las reverbs naturales, los techos altos, me he basado mucho en las baterías de los discos de los noventa, del grunge, baterías grandotas. Nos lo hemos pasado muy bien, muy bien.

Albertucho

Tenías claro el sonido que querías, el de tus raíces…

El sonido quería que fuera ese, somos herederos del rock de aquí y del de allí. Que se pudiera poner mi pueblo en el mapa era muy importante: mi pueblo es Andalucía y tenía que sonar a Andalucía, y por eso había que darle importancia a la guitarra flamenca. Los músicos han sido Diego a la guitarra flamenca (yo también la he tocado), Carlos a la eléctrica, Jesús Pedrote a la batería, que ha sido el baterista de todos los discos de Albertucho, lo cual le ha dado un sonido muy Albertucho al disco, y Dani Quiñones al bajo, que ha sido el bajista de Los Delinqüentes de toda la vida, y que por cierto tiene un grupo muy bueno, La Tarambana.

"Mi pueblo es Andalucía y tenía que sonar a Andalucía."

Repasemos los adelantos que has ido haciendo del disco, que han sido las primeras tarjetas de presentación de tu regreso, que arrancaron con “Respirar”.

“Respirar” fue el primer single, llevaba dos años escrita, creo que es la canción más antigua de esta colección. Se la hice a un amigo, un poco rollo psicoanálisis, de lo que habla es del aguante que hay que tener ante la necedad, de saber mantenerte en tu sitio, respirar tus problemas y tirar para adelante. El videoclip es un homenaje a las películas de Darío Argento, con esos colores fluorescentes de rojo y de verde; también es un homenaje a la película Enterrado vivo, es un poco esa sensación de claustrofobia la que quería representar. El video lo hizo Juan María Mora, que fue durante mucho tiempo el bajista de Albertucho. Empieza con un finger-pickin, es una especia de rumba, pero que me la llevo a Soundgarden y Nirvana. Estoy muy contento con esa canción, la verdad.

"Uróboros", con ese video en la playa y la colaboración (una vez más, y ya van…) de tu compadre Kutxi Romero.

Es una canción muy importante para mí porque está Kutxi, evidentemente. Él escribe la mitad de la letra. Hablamos de este regreso mío, como dos amigos que somos y como dos personas que nos dedicamos a este oficio tan bonito. Se vino a grabar el video a Isla Cristina, cosa que me sorprendió, porque al principio íbamos a hacer un video-lyric. Echamos un día estupendo: comimos, nos tomamos nuestro cubatita después… Super a gusto. Kutxi para mí siempre ha sido un especie de gurú, y además ha sido el gurú de mi regreso, fue la primera persona que llamé cuando me di cuenta que tenía que volver Albertucho. Y cuando coincidimos en el concierto de The Rolling Stones en el Wanda me habló del uróboro, ese símbolo tan antiguo, que yo no conocía, un ser mitológico que se muerde la cola, que en verdad somos nosotros mismos cuando nos damos la vuelta, cuando creemos que lo sabemos todo y todo lo hemos aprendido, porque nos hemos querido y nos hemos odiado y, pum, de pronto estamos otra vez en el mismo sitio, es como el círculo infinito de la cosas. Kutxi ha sido muy importante en esta vuelta mía y esta canción es una de mis favoritas.

Albertucho

"La manzana prohibida", o esa revisión de la adolescencia acometida en el video por Aaron Romero.

Sigue la familia Romero del norte. Se me ocurrió que para “La manzana prohibida” podríamos hacer una especie de máquina del tiempo y representar mi adolescencia, cuando iba al instituto con la camiseta de Extremoduro… Le pregunté a Kutxi si su hijo, Aarón, podría hacerlo, y me dijo que le iba a encantar la idea. Y nos fuimos a Berriozar, al instituto que está al lado de su casa y Aarón habló con sus compañeros de clase. Después el padre de Kutxi nos hizo una caldera de papas con carne, fue super bonito. La canción la hice en la pandemia, habla de lo que nos gusta el pecado, estábamos todos encerrados en la casa y pecábamos todos poco y en privado y teníamos ganas de vivir la vida, de salir.

Y el último ha sido "El perro andaluz", canina y espectacular radiografía del presente.

Primero fue buscar el título del disco, le di muchas vueltas, buscaba una especie de símbolo del animal mitológico. Y, cuando estuve hablando con Kutxi del uróboro, de que todos volvemos a nuestro yo más primigenio y original, se me vino a la cabeza lo del perro andaluz. Quise hacer una especie de monstruo, de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, que se transforma ante las injusticias, ante el odio, ante todos los pilares que viene a reventar la extrema derecha en Europa y en el mundo, y ahora en España, con los partidos de ultraderecha. Tanto el videoclip como la canción quieren representar eso, esa bestia que es la rabia de la gente bien pensante, de la gente pacífica.

Habéis hecho Barcelona, ahora la Riviera de Madrid... ¿Qué primeras sensaciones te estás llevando? ¿Qué feedback te llega del público?

Llevo el concierto de Barcelona, solamente, y ahora Madrid. Está yendo muy bien, la gente se nota que le tiene mucho cariño a unas canciones que forman parte de su vida. En Barcelona fue alucinante ver cómo la gente cantaba. Fue una comunión, recordamos muchas canciones que hacía mucho tiempo que no cantaba. Lo de Madrid tiene muy buena pinta, La Riviera es una plaza muy importante para cualquier artista, para mi hay un antes y un después… Hay ganas de rocanrol, a mi público le gusta mucho el rocanrol y se ha puesto muy contento de que vuelva mi yo más roquero.

Te postulas como genuino representante del Rock Andaluz contemporáneo, podio a compartir con algunos paisanos (Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, El Canijo de Jerez) ¿Qué opinas de tus congéneres?

Pienso que cada proyecto que tiene un apego a su raíz y su folclore es digno de admirar porque quiere representar sus raíces, y no quiere disfrazarlas de otra manera. Tanto los Derby como El Canijo son gente con mucha identidad y que llevan Andalucía por los cuatro costados, a mi me pasa lo mismo, no sabría hacerlo de otra manera. Somos distintas semillitas y aportamos cada uno su personalidad. El Canijo lo tiene en la rumba y su punto de rock muy personal, los Derby tienen ese punto stoner. Cada uno tiene cosas distintas, yo, desde mi caso, creo que con este disco y con el regreso, donde vuelvo a mis orígenes, lo que ofrezco y me hace distinto es ese rock callejero, que viene de los Leño, de los Reincidentes, mi punto viene del rock urbano… pero en andaluz.

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