La Fira i Festes de Gandía se queda un año más sin representación local en sus fiestas
No todos los grupos de rock se llaman Soziedad Alkoholika, Su Ta gar o Fermin Muguruza y por tanto su erradicación resulta más fácil y cómoda, basta con aplicar aquella vieja y brutal fórmula de la solución final, es decir, si lo que se pretende es acabar con el músico el mejor atajo es exterminar el panorama musical por completo y a poder ser sin dejar huellas.
La población de Gandia no escapa a la aplicación de la barbarie contra cualquier vestigio cultural, menos aun si del panorama musical hablamos. Aquí, en lo musical, donde las politicas nunca deberían ser bienvenidas, los intereses urbanisticos de unos y los miedos ideologicos de otros han atajado yendo por la vereda que antes les conduce hasta el silencio que nos reclaman, la censura directa, sin disimulo alguno, dejando huellas... sin que eso importe lo más mínimo.
Da lo mismo que hablemos de Rock & Roll, Heavy o Nü metal, de Emocore, Punk, Hip Hop o Reagge Mestizo, incluso da igual que hablemos de Pop, en Gandia, simplemente, está prohibido expresarse musicalmente porque no existe ni un sólo emplazamiento donde los músicos locales puedan dar un primer paso, bien sea para poder dar un segundo paso o bien para pegarse un batacazo artistico, eso si, existe una Casa de la Cultura donde han actuado pequeños y grandes artistas foráneos, existen dos salas de teatro donde la música indeseable jamás será escuchada y, lo peor, existen unas fiestas patronales financiadas mediante el impuesto ciudadano en donde los escenarios aparecen para unos como por arte de magia allí donde para otros queda vetada cualquier posibilidad de actuar en ellos.
A pesar de todo, los músicos de Gandia no piensan ceder ante lo absurdo, que la música es un negocio lo dice el empresario pero si el músico se quiere convertir en mercancia o no lo decide el propio músico. Por lo demás los grupos seguiremos dando conciertos porque afortunadamente los tentáculos del Imperio Gandiense no dejan de ser cortas patitas de calamar que no pueden llegar hasta el pueblo próximo, de esta manera es la periferia de esta ciudad, que junto al Imperio forman La Safor, quienes terminan por apoyar al músico desprotegido de su Ciudad Ducal, como desde el Ayuntamiento tanto se hace saber, ciudad que más parece un pueblo bananero por como se la trata que lo que realmente es, un pueblo en manos de cuatro empresarios que manejan al Alcalde, porque este se deja manejar, a su antojo y capricho.
Que Gandía esté en venta no significa que su gente se venda.
S.O.S. Save the music!!!
Enviado por Músicos: ¡Especie Protegida Ya! el 05.09.07