Hay pocos lugares donde estamos nos sentimos como en casa, donde siempre nos tratan genial y donde da gusto volver. Hablamos de Durango, hablamos del Kalera Rock. Ese “pequeño” festival de invierno que en su segundo año, ya se ha hecho un hueco en el calendario. Una gran fiesta sin olvidar el mensaje de fondo, una jornada festiva en defensa de los derechos de los presos vascos.

Para mí este Kalera Rock me ha permitido conocer grupos que no había visto nunca en directo como Governors, Iheskide, Vendetta y aunque parezca mentira Gatibu. Son muchos los ingredientes que han hecho este Kalera Rock un festival especial; un entorno increíble, un cartel variado y de lujo, el público joven (donde todos ven “chavalería” yo veo relevo generacional), organización, ocho mil entradas vendidas, el cartel de completo colgado desde semanas antes de empezar…

23-F. El día arrancó pronto y una tímida nevada acompañó durante el durante el viaje y a ratos durante el festival. Hacia frío, pero no llegamos a notarlo. Cuando llegamos Gozategi ya estaba en marcha, y el recinto a reventar. La gente ya estaba saltando y bailando, poco después llegó la primera sorpresa; Governors, un espectáculo brutal, un mazazo que despertó a los pocos que quedaban dormidos. Al final del concierto Zuriñe de Hesian se echo un tema con ellos mientras se soltaban las últimas cargas de fuego y gas. Hesian, cogió el testigo, pegaron un repaso a su nuevo disco en directo, con una especial mención a Xabi, guitarrista, en el que era su último concierto con la banda.

Después, hubiese sido el turno de Arkada social, pero un problemilla de salud les impidió estar. Por sorpresa, llenó el hueco MCD. En su enésima formación, fue cuanto más curioso ver a Iñiguito Txapelpunk a la voz. Por encima de los que están, los que han estado, y los que nunca estarán en MCD, nos queda ese puñado de canciones, que seguiremos tarareando esos días en los que todo sale mal.

Por mucho que nos guste, no solo de trompetitas vive la música en Euskera. Iheskide nos dejó con la boca abierta, posiblemente el grupo que mejor sonido sacó en todo el festival, y la segunda sorpresa de la noche. Tras estos, un breve “ekitaldi” (acto), donde con bertsolaris, un brindis y una breve actuación de Exaixu se recordaba (e insistía) porque estábamos ahí.

Hasta ahí todo bien… llegado el ecuador del festi, ya no había razón para guardar baterías… la gente así lo vivió. El suelo temblaba, KOP hizo saltar de rabia a todo el público, no había para menos. A continuación Gatibu, tocó en una densa nube de humo. Apenas se veía nada, aun con todo fue el grupo que más gente llego a congregar, y el que parece que más gustó.

No hay dos sin tres, Vendetta, fue mi tercera sorpresa. Con diferencia los que mejor se lo pasaron tocando en el Kalera Rock, y eso se nota. Una alegría contagiosa que nos dio para sonreir una semana.

Sin tiempo a cambiar de escenario, empezó Kaotiko. Probaron alguno de los temas de su nuevo disco. Como siempre, nos dejaron sin aliento… si parpadeabas, te lo perdías. Tras ellos, los incombustibles Betagarri cerraron el festival. Con ellos nos olvidamos del frío, del cansancio, y a ratos volvimos a la infancia…

No hay forma de explicar en palabras todo lo que fue ese festi, por eso un puñado de fotos, lo explicaran mejor. Para ver todas las demás podéis entrar en mi Facebook.

Ojalá no hiciese falta un Kalera Rock III, ojalá el año que viene podamos ir al “LortuDugu Rock”. Mientras tanto, seguiremos siendo incondicionales del Kalera Rock, y seguro que volveremos el año que viene.

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