Robe Iniesta tiene eso que muchos asocian a la cualidad de genio: un indiscutible talento para comunicar emociones y su visión del mundo con música o palabras encerradas en un texto o una canción, y una tremenda incomodidad para hablar de ello. Tampoco necesita muchas palabras para adornar un disco de tanta densidad emocional como Destrozares, Canciones para el final de los tiempos, su segundo trabajo en solitario. Ahí dentro está todo. Sin embargo, Iniesta ha tratado de hablar del disco en la rueda de prensa que este miércoles ha congregado a varias decenas de periodistas en el Barclaycard Center de Madrid.

Arropado por sus músicos, el extremeño salía a la sala de prensa pidiendo preguntas "de una en una", para explicarse bien, "porque a estas horas no tengo el cerebro muy en su sitio", bromeaba. Y así, con naturalidad y sencillez, ha explicado cómo nació este nuevo disco, "con una guitarrilla, componiendo las letras al mismo tiempo que la música" o cómo le sorprenden las cientos de fans de Justin Bieber que rodean el recinto: "Deben ser mucho peor que un grupo de punkies borrachos".

Tras casi treinta años de carrera, hay quien sigue buscando respuestas a su evolución musical. Para Robe, sus canciones son el resultado de una "evolución lógica". "No quiero ser el Robe de antes, ya lo fui. Esas canciones ya están hechas, esos discos y esos conciertos ya están hechos. El que estuvo, estuvo, y el que no, se lo perdió. Estoy en otra época. No puedo seguir cantando 'Estado Policial' porque ya la hice y está ahí, y no lo voy a hacer otra vez".

Ese "nuevo" Robe se confiesa "mucho más abierto" en lo musical: "He ido viendo que todos los instrumentos pueden sonar bien, incluso un acordeón en un momento dado". Tal vez por eso en sus trabajos en solitario, y en este último especialmente, los instrumentos se multiplican, con arreglos de vientos y cuerdas que ya asomaban en La Ley Innata (2008) de Extremoduro. Ahora, en solitario, dice disfrutar de la capacidad de sorprender: "Me permite no tener paredes, quería sorprenderme primero a mí mismo y luego sorprender a los demás. Tengo más libertad, y el cambio me apetecía", cuenta el de Plasencia. Eso sí, sigue sin dar importancia a cualquier etiqueta colocada sobre sus canciones, sobre si éstas son "más tristes o menos beligerantes": "Me he dejado llevar, salen las canciones, como si las vomitaras, y luego veo lo que hay (...) Pero no podría hacer 'Puta Humanidad' si no lo sintiera".

Aunque se le invitó en varias ocasiones a hablar de la situación política y social dentro y fuera de nuestras fronteras, Robe prefirió hablar del ser humano y del camino interior como único motor del cambio social. "Me niego a seguir hablando de los políticos. No son ellos los culpables, es la gente que los escoge. El cambio tiene que venir de cada uno, la gente tiene que empezar a cambiar su manera de pensar". Un cambio que, según el músico, aún no se ha producido. "El hombre ha cambiado poco desde las cavernas. Han cambiado las cosas que hemos inventado, armas cada vez más poderosas... pero el hombre no ha cambiado. El egoísmo, ese 'para mí, para mis hijos, para mi tribu, para mi clan, para mi país'... eso ha cambiado más bien poco.

El resultado de esa forma de vida, según Iniesta, dejará un pesado lastre a las próximas generaciones: "Vivimos tiempos oscuros y peligrosos. Estamos todos en la nube. De aquí a cincuenta o cien años, la gente se preguntará: ¿Quiénes eran esos tipos que vivieron en esta época y lo dejaron todo hecho una puta basura? ¿Cómo era esta sociedad de egoísta que decidió acabar con los recursos y dejar el planeta hecho una mierda con un riesgo continuo de que desaparezca todo de repente? Me imagino a los nietos de nuestros nietos diciendo: ¡Qué tipejos, qué gentuza andaba por el mundo en los siglos XX o XXI que lo dejaron así! Es terrible".

Pese a la oscuridad de algunas de sus canciones, Robe niega estar atravesando un mal momento personal: "Las canciones no hay que tomarlas al pie de la letra, porque puede ser que no haya sido ahora cuando he llorado. La cosa no es tan inmediata. Sacas cosas de ti, pero no justo en el momento en que las sientes, también está la imaginación, o el irte a otros momentos atrás para hacer esas canciones". Además, insiste en que hay optimismo tanto en el álbum como en su manera de ver el mundo: "Podemos cambiar el mundo. Que en el disco esté un poco hasta los cojones no quiere decir que no lo podamos cambiar, por eso hablo de mis carencias y de mis errores, porque se puede cambiar el mundo, pero debe cambiar cada uno. No estoy diciendo que yo sea la hostia y los demás no. Somos todos, tenemos que cambiar la manera de pensar todos".

Giras, directos y videoclips

La banda no ha querido hablar de gira ni videoclips ni nuevos discos próximamente: "Tenemos ganas, pero no podemos comprometernos ahora a nada, puede ser que haya gira pero no lo tenemos claro. Planeamos poco, poquísimo. Esta historia empezó porque queríamos tocar en el local de ensayo, luego vimos la oportunidad de hacer un disco, lo pasamos muy bien y quisimos hacer otro... Las planificaciones no suelen funcionar, prefiero ir viviendo el momento". Y esta respuesta se repite cuando apuntan a un posible videoclip o al directo de Extremoduro grabado durante la gira de Para Todos Los Públicos y pendiente de publicación: "Yo estoy a lo mío e Iñaki a lo suyo, él va a sacar disco y a hacer gira con Los Inconscientes. Lo dejaremos para cuando estemos más libres los dos, no es algo que nos haga tampoco mucha ilusión, es como hacer los deberes".

Iniesta ha tenido tiempo para repasar (y lamentar) la situación en la que se encuentra el rock en la actualidad: "No levanta cabeza desde que empezamos con la caída de las discográficas y la transformación del mercado. Hoy una discográfica no te vale para nada: no te van a hacer promoción, malamente estarás en las tiendas, probablemente te pidan que pagues tú el estudio y, con un poco de jeta, te pedirán dinero del directo (...). Mientras eso no se asiente seguirá costando mucho trabajo salir adelante a los grupos de rock. Los viejos tenemos que dejar en algún momento de tocar, pero ¿dónde van a estar los nuevos?".

El "rey de Extremadura" arrancó la rueda de prensa diciendo que los medios de comunicación, "si te preguntan por las pastillas, no va a ser por las de las guitarras", pero acabó accediendo a fotografiarse con cada periodista que dio rienda suelta a su mitomanía y quiso una instantánea con el de Plasencia. Parece que a veces, sin pretenderlo, a Robe se le escapa la misma calidez que desprenden sus letras, y es desde ahí desde donde confesó cómo querría ser recordado: "Con buen rollito, como un poeta y compositor que hizo lo que quiso, que hizo algo en lo que creía".

Texto de África Egido. Fotos de Enrique Jiménez

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