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Siniestro Total: Diario de la grabación de Country & Western en Houston (USA)

Cuaderno de bitácora de la grabación de Country & Western de Siniestro Total. Por Julián Hernández.

Fecha estelar: 18-02-2010. En Vigo, Pontevedra, Texas, Galicia. Última anotación.

Estamos de vuelta. La diferencia horaria marca la diferencia y no hemos podido enviar esta última anotación de la tripulación de la nave Oklahoma hasta hoy. El viaje de regreso hubiera sido casi perfecto si no fuese por que hemos tardado alrededor de 15 horas en vislumbrar Galicia a través de la ventanilla del avión. Un aviso para navegantes: es mentira eso de que hay que estar quinientas horas antes en los aeropuertos americanos para que te revisen hasta la cartilla escolar. Bueno, dependerá de los días, pero nosotros salimos del Palacín (el Palace Inn) en la nave nodriza Oklahoma y una nave auxiliar (ellos las llaman Yellow Cab o algo así) porque no cabíamos nosotros y nuestro equipaje en una sola. Al devolver a Oklahoma, nuestra nave de alquiler, hasta se echaron a reír. Los currantes de la empresa le hicieron unas fotos para enseñárselas a futuros clientes como ejemplo de cómo no se tiene que devolver un coche. ¡Jo! Nosotros qué sabíamos…

Con cuatro horas de antelación lo único que queda por hacer en un aeropuerto es dar vueltas, beber, comer, gastar los últimos dólares y las últimas energías que te quedan en un estúpido intento de apurar las mejores vibraciones del viaje. El problema es que aún quedaban 10.000 kilómetros (algo más para Blanco y para mí) hasta llegar a casa. Gracias al Dios del Country, los aviones de Houston a París y de París a Vigo iban medio vacíos. En el aeropuerto George Bush (padre) de Houston había carteles que decían “High risk of terrorist atack”, pero pasamos relativamente bien el cacheo correspondiente. A mí me hicieron enseñar las armónicas (no sé qué es lo que piensan que son en todos controles del mundo) y la tarta que nos regaló Hardy. Como en la caja ponía “Made In Texas”, hasta les hizo gracia pero, francamente, dentro de una tarta puede ir cualquier cosa… ¿El vuelo Houston-París? Bueno, bien, si no fuera por la hora y pico de turbulencias que pasamos bordeando el Caribe a la altura de Nueva Orleáns. La cena tardó en aparecer porque l@s azafat@s daban tumbos por los pasillos del avión.

Los problemas surgieron en París. En el aeropuerto Charles De Gaulle tuvimos que correr cientos (o miles) de metros para llegar a lo que pensábamos que era nuestra terminal. Craso error: aún quedaba un autobús lanzadera que casi se estrella nada más arrancar. Al llegar al sitio que nos correspondía en semejante monstruo faraónico, con los aviones ejerciendo de momias, el nuevo control fue una risa. Otro aviso para navegantes: resulta que si compras unas salsas tejanas en el aeropuerto de Houston, en el de París te dicen que es ilegal llevarlas en el equipaje de mano. ¡Argh! Blanco se negó a dejarlas allí (¡25 dólares en salsas picantes!) y yo le seguí con las mías para facturarlas. ¡What a manager! Tuvimos que pasar otra vez el control y casi perdemos el avión, pero lo conseguimos acordándonos de la madre de los hermanos Lumière (¡si es que tuvimos que cargar con la cámara de Mikel a hombros para meter las salsas en la bolsa!) y de la del fundador de Air France. Y precisamente de Mikel Clemente (¡pareado!) nos despedimos en la puerta de embarque. (Como resulta obvio, no pudimos escribir desde allí.) Ya había amanecido llegando a Francia y volamos hechos una pena hasta Vigo. Descubrir las nuevas obras de la ciudad no fue una sorpresa (pasa cada dos días) y sobrevivimos a la aventura. ¡Ríase usted de Cabeza de Vaca!

Ahora, tras unas horas de sueño, puedo redactar estas últimas notas. Estamos vivos. Hardy mandó un mensaje alegrándose de que Dios no nos matara. El trabajo hecho, El cuerpo machacado. El cerebro con siete horas de adelanto; o de atraso, vaya usted a saber. Sólo queda que escuchéis el disco para que os creáis todo lo que os hemos ido contando. ¡Salud, compatriotas!

Julián Hernández. 18 de febrero de 2010

Fecha estelar: 16-02-2010. En Houston, Texas

Dos datos. El primero: hoy es (ha sido) Martes de Carnaval. El segundo: hoy es (ha sido) San Julián.

Y un tercer dato: hoy estuvimos en casa de Hardy bebiendo, comiendo y jugando al billar.

Ah, y el dato que me se olvidaba. ¡Me llamaron de casa para felicitarme el santo! (Thanks, darling!) Ellos (los yanquis) llaman al santo Feastday, o algo así. Por si fuera poco, el Martes de Carnaval es un día mágico.

Yo me llamo Julián porque mi padre se llama así; y él se llama así por su abuelo, Julián El Rojo, mi bisabuelo. Mi sobrino se llama Julián también. (Uf… Como soy el que suscribe pues pongo lo que me da la gana).

Bueno, a lo que voy. Esto es el fin de la fiesta. Hoy nos fuimos a la casa de Joe Hardy y nos pasamos la tarde bebiendo, comiendo, jugando al billar y escuchando algo del curro. Eso sin contar con la conversación que arregla el mundo. Hardy me contó cosas increíbles. Billy Gibbons es amigo personal de Robert Duvall y Johnny Depp nació en la misma ciudad de Kentucky que Joe: Owensboro. O el mundo es muy pequeño o los Estados Unidos son minúsculos. Hombre, podría mentir, pero yo también le conté que somos amigos de Daniel Monzón y de Luis Tosar, los cracks de los Goya de este año. Y eso no es mentira, folks!

Hardy mantiene una teoría: todos los actores quieren ser músicos y todos los músicos quieren ser actores. Independientemente de géneros. Una pequeña lista: Mick Jagger, Luis Tosar, Billy Gibbons, Leonor Watling, Andrés Do Barro, Björk, Manolo Escobar, The Residents, Bruce Willis y un larguísimo etcétera. Lo que pasa es que los músicos tienden a ser mejores actores y los actores peores músicos. Véase el caso de Bruce Willis. No pasa nada. Es lo que hay. (¡Jé! ¡Esto es barrer para casa, compatriotas!)

Nada que objetar, pues. Las mezclas de Hardy del disco son incuestionables. Suena todo bien. MUY bien, ¿para qué negarlo? Ya os iremos enseñando el trabajo. Y las fotos. Y los documentos.

A propósito de esto último, Ángel ya nos contó algo de su vida en Las Vegas. Al parecer, Evangelina es un encanto y una tía impresionante. Aún nos queda el vuelo de mañana hacia Vigo (vía París) para que remate la historia. Sé que suena todo raro y que a veces no hemos puesto fotos porque nos ha pillado la cuestión con los pies cruzados, pero creo que podemos enviar la foto del tanque con este blog. Se admiten apuestas: ¿quiénes son los que están subidos al trasto? No vamos a dar pistas que está más claro que el agua.

Buf, y terminando, que es gerundio. Hemos conseguido enviar postales, comprar juguetes para la perra de Beltrán y sobrevivir a Houston. Si sobrevivimos al vuelo de vuelta, va a ser épico. No pararemos de contar esta historia.. Permanezcan en sus puestos y a la escucha.

Julián Hernández. 16 de febrero de 2010

Fecha estelar: 15-02-2010. En Houston, TX

Houston vacio Click en la foto

Hola de nuevo, compatriotas. Bien está lo que bien acaba y la vida sigue adelante. Ángel ha llegado de Las Vegas. Al parecer la ciudad de CSI y los casinos está para casarse a toda velocidad y Reno para divorciarse del mismo modo. Ángel y Evangelina, su ex-mujer ya, se despidieron en la puerta del Circus Circus y han prometido volver a verse. La vida de los artistas y titiriteros es dura por aquello que decían los Ramones: Here today, gone tomorrow. Quién sabe si se volverán a encontrar, pero ahora que hemos establecido el contacto de Houston gracias a Joe Hardy y nos hemos hecho a la ciudad, es muy posible que volvamos por aquí en cuanto tengamos nuevo material que grabar. Ángel está feliz porque todo salió bien y ha hecho una amiga americana a la que le resultará difícil olvidar la aventura con el batería de un grupo de rock español. La vida es más rara que Dios… Aprovechando la llegada del hijo pródigo, nos hemos hecho unas fotos con el skyline de Houston al fondo. No fue fácil encontrar la perspectiva que proponía Mikel Clemente, pero la encontramos en un suburbio que parecía el escenario de un película. En el porche de una casita de madera estaba el señor Treviño (lo sabemos porque eso es lo que ponía en su buzón) que nos preguntó qué demonios hacíamos en semejante sitio dejado de la mano de Dios. El señor Treviño es negro y algún antepasado suyo tuvo que ser español. No sabía que su nombre venía de allá. Su perrito blanco (¿una ironía?) se enamoró de Oscar y se venía detrás de él. Nos contó que el barrio era peligroso por las noches. La verdad es que hoy alucinamos. En pleno centro de Houston con rascacielos de oficinas, bancos, administraciones, teatros y museos no hay ni un alma a la una de la tarde. En la puerta de la redacción del Houston Chronicle, el periódico de aquí, hay bastante menos movimiento que en la del Faro de Vigo. ¿Dónde está todo el mundo? Ni es festivo ni hostias pero se puede andar por el medio de las avenidas sin que te moleste ni un sólo coche. El campo de béisbol de los Astros de Houston es alucinante, con una doble estructura gigantesca que se desliza para taparlo todo cuando hace mal tiempo o para evitar que las pelotas salgan fuera del campo, vaya usted a saber.

La casa del Sr Treviño Click en la foto

Por cierto, hemos tenido una llamada de la NASA para confirmar que nuestra solicitud para entrar en el sorteo de un viaje gratuito a la Luna había sido aceptada. Si es que son unos detallista. El sorteo será dentro de un tiempo, cuando resuelvan sus problemas de presupuestos y demás, pero el primer paso está dado. Es un paso pequeño para Siniestro Total pero gigantesco para Galicia. Si nos toca, habrá, por fin, unos gallegos en la Luna. Hardy ha seguido enviando canciones con la vista puesta en mañana, cuando vayamos a su casa a escuchar todo lo que le dé tiempo a mezclar. Hemos escuchado ya Facundo Busca Lío, Asco, Mi Amigo Imaginario, Trastorno Bipolar y las dos que ya teníamos. Seis de catorce. Joe es capaz de no dormir con tal de adelantar el trabajo. Y nosotros encantados de poder escuchar el resultado antes de irnos. Salvo un par de detalles, el concepto general es impecable y el sonido espectacular. En algunas canciones hemos tenido que buscarle tres pies al gato para decirle algo a Joe porque odia que no le digamos nada sobre lo que va haciendo. Es un perfeccionista pero quiere que todo el mundo se quede contento.

La calle de Hardy Click en la foto

Dentro de un rato nos iremos a cenar y va a ser cuando Ángel tenga que contar todos los detalles de sus aventuras en Nevada. Hasta ahora no hemos tenido tiempo porque hoy hemos estado liados con las fotos y yo he tenido que hacer una entrevista con Mikel para el fastuoso documental que está preparando. Ha ido haciéndosela a todos los del grupo y la idea es muy buena porque a cada uno nos ha pillado en un momento distinto de la grabación y de las mezclas. Country & Western, un Work in Progress en tiempo real, vaya. No he podido evitar ponerme el mono que compré en La Grange. Es el uniforme de las entrevistas. Y eso es to, eso es to, eso es todo, amigos. Mañana os contaremos más cosas sobre este periplo pre-lunar. Bye!

Julián Hernández. 15 de febrero de 2010

Fecha estelar: 14-02-2010

Estás bébeda, Sue EllenClick en la foto

¡Jodeeeer! Estamos vivos, que es lo que importa, pero esto es una película escrita por el guionista más cabrón que parió madre. Ya os contamos que, mientras el resto de la peña se iba a Austin, Ángel se cogió un avión y se fue a Las Vegas. Primero nos llamó diciendo que estaba bien y que se manejaba de puta madre y todos nos quedamos tranquilos. Lo grande ha sido la llamada de hoy. Resulta que Ángel no bebe, pero en el casino del hotel Circus Circus (hacen numeritos en trapecios y esas cosas) daban alcohol por la cara y al mejor batería del mundo, después de meterse un T-Bone gigantesco en el Steak House, no se le ocurrió otra cosa mejor que echar un trago del dry martini que le pusieron en las manos cuando se sentó a jugar al Black Jack. Se lo bebió entero y de ahí al viejo proverbio de que un martini es poco, dos es mucho y tres es poco, sólo hubo un paso. ¡A saber cuántos más de tres se pimpló! El caso es que, al parecer, se sentó a su lado una chica afroamericana (seamos correctos) por aquello de que un moreno de ojos azules mola, y se cogieron una moña los dos de agárrate y no te menees. Ángel dice que lo recuerda entre brumas, pero Evangelina -así se llama la que ahora es su mujer- y él salieron del casino dando tumbos y se casaron en la primera capilla que vieron. Ángel asegura que la chavala está de quitar el hipo, aunque no ha mandado ninguna foto del evento.

La GrangeClick en la foto

Se despertaron en la habitación del hotel y cuando se dieron cuenta ambos de que se habían casado, gritaron a la vez y no se lo podían creer. Resumiendo: que se han tenido que pillar un Greyhound Bus y, en estos momentos, están viajando los dos hacia Reno para divorciarse. Esto lo escribo nada más llegar de vuelta a Houston desde Austin y Ángel nos llamó a eso de las cinco de la tarde de aquí. El viaje dura más de ocho horas, así que aún seguirán los dos durmiendo la mona en el autobús. Si todo va bien, mañana se tendrán que coger otro autobús de vuelta a Las Vegas (ella trabaja allí de bailarina) a tiempo para el vuelo hacia Houston que tiene Ángel cerrado. La verdad es que asombra un huevo lo bien que se llevan, pero claro, casarse es otra cosa. Viven a miles de kilómetros de distancia y quieren volverse a ver (como no nos presente a Evangelina algún día, lo matamos), lo que pasa es que la vida es como es, y tendrán que organizarse sin un mamadón del nueve largo en Las Vegas de por medio.

Uf…, la historia de Ángel es tan tremenda que no me queda casi espacio para contar el resto de lo que aconteció este Día de San Valentín en Texas. Joe Hardy nos envió las mezclas retocadas de The Very First One In The Drinking Line (queda de muerte) y de Como El Aceite Y El Yang. Todos (menos Ángel, claro) creemos que, salvo un par de detalles de intención, Joe lo está haciendo increíblemente bien. La del Aceite y El Yang tiene el estribillo más raro que jamás se nos ha ocurrido. A ver qué os parece.

¡Al Batmóvil, Robin!Click en la foto

Y lo de Austin fue grande. La ciudad es una juerga de aúpa. Vimos bolos, tiendas de todo lo que mola (Óscar se compró un par de camisas chulísimas), a la policía a caballo cerrando los bares (chapan a las dos de la mañana pero nosotros empezamos el mambo a las siete de la tarde) y comprobamos que era cierto lo que nos contaron nada más llegar. Es tradición que las chicas enseñen las tetas para conseguir un collar de colorines. Esto sale en un episodio de Monk: Sharona se emborracha y aparece a la mañana siguiente (¿a qué me recuerda esto?) con dos docenas de collares al cuello. En fin, que lo vimos y flipamos. Por la mañana, Blanco y Mikel se dedicaron a subir el video que hicimos en el hotel para que tod@s lo vierais. Los demás (Soto, Óscar, Beltrán y yo) nos fuimos al Wal Mart a comprar V-8 (esas especie de bloody mary sin vodka que beben estos carallos), cerveza y salsas tejanas para llevar a casa. De vuelta nos paramos en el restaurante y casino (¿a qué me recuerda esto?) de Clyde. Ya lo veis en las fotos: ¡tiene el puto Batmóvil aparcado ahí delante! De camino nos paramos otra vez, siguiendo las órdenes de Mikel Clemente, en unos pozos de petróleo de película. Yo intenté sentarme en la nevera portátil que compramos en una gasolinera un rato antes y la muy desgraciada se rompió y me caí de culo. ¡Vaya una manera de hacer el ridículo! Eso sí, la puesta de sol en Texas es preciosa.

Bueno, compatriotas, esto va llegando a su final. Si Ángel coge mañana el avión en Las Vegas, el martes nos vamos todos a casa de Hardy a escuchar lo que tenga currado y, de paso, beber, comer y jugar al billar. Blanco dice que ya es negro y yanqui. Los demás lo vamos intentando. Besito gigante y permaneced a la escucha, que esto promete.

Julián Hernández. 14 de febrero de 2010

Fecha estelar: 13-02-2010


Vídeo entrada del 13 de febrero

Julián Hernández. 13 de febrero de 2010

Fecha estelar: 12-02-2010

Aledaños de la NASAClick en la foto

Hola, juventud. Hoy ha empezado la desbandada, lo que quiere decir que la banda se desmanda. Siempre hemos pensado que la convivencia se consigue mantener si -y sólo si- nos dejamos de ver de vez en cuando. Esta mañana Ángel llegó a la habitación de Blanco (el centro de reunión habitual) y dijo que tenía un billete de avión que le llevaba a Dallas para coger un enlace a Las Vegas. Como lo hacía a hechos consumados no pudimos insistirle para que se viniera con nosotros a Austin mañana. En fin, el caso es que Ángel ha mejorado mucho su inglés y ya es mayor de edad, dignidad y gobierno para hacer lo que le salga de las narices. Quedamos en hablar por teléfono por la tarde para saber que todos estábamos vivos. A estas horas, Ángel debe de estar jugándose las pestañas en algún casino o metiendo dólares entre las bragas o los slips de algún/a stripper. ¡Viva Las Vegas!, que decían Elvis y ZZ Top.

El plan de hoy no se alteró por la marcha de Ángel y nos fuimos a la NASA y a Galveston. En la primera hay una tienda de souvenirs flipante y una lista de espera para que te lleven gratis a la Luna cuando se les ocurra volver. Nos apuntamos todos, por supuesto, y añadimos a Ángel falsificando su firma. No creo que nos denuncie…

Congelados en el puerto de GalvestonClick en la foto

Galveston es el paraíso de los oilies, o sea, de la gente que se hace multimillonaria con el negocio del petróleo. Las plataformas de extracción se ven desde la playa y los astilleros donde las construyen son a-lu-ci-nan-tes. Nos paseamos los cuatro muertos de frío por los muelles (ver foto adjunta) y los pelícanos nos daban la razón [foto] con esa cara de camareros escépticos que la Madre Naturaleza les ha dado. Empezaban a montar todo el follón del Mardi Gras, que Galveston es una prolongación del Bayou Country de Louisiana y tienen su misma cultura de pantanos, carne de cocodrilo, zydeco y privar hasta morir. En todo caso, el pueblo es precioso y tiene un aire a Nueva Orleáns que tira patrás. La calle central, llena de bares, recuerda a Beale Street de Memphis o a Bourbon Street de la vieja Nueva Orleáns. Guay del Paraguay, pues. A pesar de la insistencia de la camarera del primer bar en el que nos metimos (el frío era insoportable en la playa) no nos quedamos a la gran juerga de esta noche, que seguro que acaba con varios turistas muertos por congelación. Ya lo decíamos ayer, o el calentamiento global es una trola de proporciones bíblicas o esto no está en el Caribe sino en Alaska. Para mí esto del frío hubiera sido muy jodido si no hubiera sido porque Ángel me prestó su gorro de lana antes de irse. Lo digo porque anoche me dio por afeitarme la cabeza (sí, cariño, lo volví a hacer) y el bueno de Ángel me ayudó a rematar la faena por la mañana. Me se enfrían las ideas en esta Texas Bipolar. El fenómeno de El Niño es la repanocha.

Mardi Gras en GalvestónClick en la foto

Estuvimos escuchando varias veces la primera mezcla de Hardy (ya sabéis, The Very First One In The Drinking Line) y todos estamos encantados salvo el Abuelo Soto que tiene sus dudas. Se lo diremos a Hardy el martes y que se peleen entre los dos. Total, ni Hardy sabe ni papa de español ni el Abuelo sabe ni papa de tejano. Si consiguen ponerse de acuerdo va a ser lo nunca visto ni oído. Lo que sí tenemos es un orden aproximado de las canciones. Serían quince en total y estarían divididas entre la cara A y la cara B de un vinilo, que va a ser el formato base de este Country & Western. ¡Que no se diga que no damos un palo al agua, coño! ¡Un beso cajun enorme para tod@s!

PS.- Mientras estábamos cenando en el Cancún (¡cómo no!) y escuchábamos al Chapo de Sinaloa (¡flipante!), llamó Ángel y dijo que estaba bien y que también por Las Vegas hacía un frío de cojones. Este no sale del casino del hotel, lo que yo te diga…

Julián Hernández. 12 de febrero de 2010

Fecha estelar: February 11th, 2010

Julián con la Gretsch Billy-Bo Click en la foto

Yeehah! Esto es como una película. Como decía Nino Bravo, cuando Dios hizo el Edén pensó en América. Y cuando los cineastas de Hollywood inventaron las persecuciones de coches, los americanos las imitaron a pies juntillas. Hoy nos ha pasado rozando por la Sam Houston Parkway un Hammer a todo filispi (a toda hostia, para los no gallegos) y detrás iba un coche de la poli con toda la parafernalia de luces y sirenas. Un poco más adelante se pararon y sólo pudimos ver cómo se bajaba del coche de la pasma una policía que apuntaba con su pistolón a tres tipos enormes con los brazos en alto. En ese momento nos desviamos hacia la tienda de licores… Por si fuera poco (cuánto lamento que no haya más tiempo para contarlo) hemos visto lo que parece un chiste. Era una manifestación de los trabajadores de la NASA despedidos vestidos de astronautas y con pancartas como de Expediente X en las que ponía “La verdad está ahí fuera”. Sólo faltaba una que dijera “Von Braun, cabrón, trabaja de peón”. Están locos estos romanos.

Acontecimientos surrealistas aparte, hoy ha sido un día raro. Llueve desde primera hora de la mañana y hace un frío de cojones. ¿Pero esto no está en el Caribe? No digo que vaya todo el mundo por la calle con maracas y guayaberas, pero no estaría de más un poco de seriedad climatológica. Hemos aprovechado para hacer fotos en sitios tan típicos como el motel, la tienda de abastecimiento general (salvo alcohol, que esa está en otro lado) y en el estudio de Gibbons. Habíamos quedado con Hardy a las dos de la tarde precisamente para hacer alguna foto de familia con los instrumentos que hemos utilizado y el muy cabrón ha llegado con la primera canción mezclada: The Very First One In The Drinking Line. Por aclamación general (a mí ni se me había pasado por la cabeza) va a ser la primera del disco. No sé cómo describirla. Es tal que Johnny Cash cantando desde el psiquiátrico un himno gospel psycho-country con saxo demencial. Que Dios nos perdone y que a vosotros/as os coja confesados/as. Sé que es la disculpa más tonta que hay con respecto a un disco, pero suena increíblemente bien. Para la fiesta de despedida del martes, seguro que Hardy tiene unas cuantas más. Y hemos empezado a hacer un orden de todo este sarao. Definitivamente, el formato en el que nos basamos es el vinilo (última de la cara A, primera de la cara B y esas cosas). Ya que la primera es en inglés, la última va en gallego. Se trata de Quen Me Dera Na Casiña, canción que estrenamos en TVG el verano pasado en el programa de celebración del Día da Patria o del Apóstol, si ustedes lo prefieren. El estribillo va en inglés (”wish I were at home by your side”) por aquello de que la Xunta de Galicia pretende que los niños gallegos aprendan por igual en castellano, gallego e inglés. Que no se diga que no hacemos patria, vaya.

Corazón Loco Click en la foto

Por cierto, hoy Billy Gibbons ha telefoneado a Hardy para preguntarle si todo estaba bien, si estábamos contentos y esas cosas. Básicamente, yo creo que lo que quería saber es si habíamos roto algo (ya dijimos que hay incunables y tesoros impagables por ahí) y si Hardy no se arrepentía de habernos traído a Houston. Como hemos terminado antes de lo previsto y no hemos tirado ni una maldita cerveza al suelo, hemos quedado como duques. ¡Loado sea el Señor y God Bless America! Ahora estamos sueltos por la ciudad. Houston tiene un problema.

PS: Terminando estas líneas escucho un estruendo de sirenas que suenan desde fuera del Palacín a toda hostia. Mejor no me asomo no sea que comience la balasera… ¡Argh! Mikel Clemente acaba de entrar en mi habitación con un sombrero tejano…

Julián Hernández. 11 de febrero de 2010

Fecha estelar: 10-02-10

Hardy, Beltrán y ChavesClick en la foto

Er… ¿Cómo decirlo? En tres palabras: ¡finito! “Country & Western” está visto para sentencia. Hoy hemos terminado un instrumental que se titula La Balada del Látigo y capta ferpectamente el ambiente de terror que se vivía en el barrio de El Calvario de Vigo bajo la amenaza constante de la Banda del Látigo, un macarra de mucho cuidao. Ennio Morricone no lo podría haber hecho mejor… Hemos grabado también los saxos de La Paz Mundial y a Hardy casi le da un ataque. Son absolutamente demenciales pero quedan de muerte mortal. Por si fuera poco, hemos repasado las canciones que traíamos grabadas de Casa de Tolos, el estudio de Segundo Grandío, y hemos escuchado todo el puto disco con Hardy. No falta ni una pandereta.

Mañana nos vamos al estudio a recoger algunos trastos y hacer las fotos pertinentes. No os perdáis el reportaje que va a escribir Salvador Rodríguez para el suplemento Estela de El Faro de Vigo: saldrá este domingo que, ¡argh!, es el Día de San Valentín.

Property of ZZ TOP Click en la foto

Y hasta aquí nos callábamos lo más gordo. Algunos ya lo sabréis, pero hemos grabado todo esto en el estudio de Billy Gibbons de ZZ Top [foto]. Hemos podido manosear sus guitarras y husmear las demencias que dejó en el estudio sabiendo que venían unos amigos gallegos anarco-comunistas de Joe Hardy. Estos días no está en la ciudad (¡lástima de foto!) pero ha pasado lo más grande que sus podéis imaginar. No sé cómo contarlo sin que parezca una trola morrocotuda pero hoy, a eso de las tres de la tarde de aquí (las diez de la noche en Galicia), llamaron a la puerta del estudio y era un amigo de Gibbons preguntando por él. Esto sería lo de menos si no fuera porque el pavo en cuestión se vino montado en ¡una tanqueta con torreta y cañón incluído! Se paseó por el barrio con el puto trasto y nadie le paró. ¿Quién podría? Sólo pretendía enseñarle a su amigo Billy su nuevo vehículo. Según Hardy se trata de un tipo que ha ganado un montón de pasta con el negocio del petróleo. Recuperar la concentración para seguir grabando costó un buen rato… (Ah, por cierto. No os fiéis de las compañías de móviles. Yo tengo el mío apagado y sin cobertura desde que llegamos y al Ganso, el hermano de Bilbao, le llamaron hoy tres veces desde mi número. Fuck ‘em!)

La sensación general la describe muy bien Mikel Clemente. Después de diecisiete años de empezar a grabar con Joe Hardy -The Real Master-, esto parece como una reedición mejorada de todo lo que hemos hecho durante este tiempo. Hombre, en un momento dado, se parece todo a Space Cowboys, la peli de Clint Eastwood en la que unos astronautas viejunos vuelven al espacio después de la jubilación. Pero claro, la eficacia a la hora de grabar ha sido bestial (es lo que tiene lo de ensayar un poco) ayudada por la velocidad de vértigo de Joe a la hora de sonorizar todos y cada uno de los instrumentos.

Tex Mex FoodClick en la foto

¡No, por favor, no lloréis! Seguiremos con este Cuaderno de Bitácora hasta que nos vayamos de aquí. Aprovecharemos para visitar Austin y ver algo de Texas (la NASA, los pozos de petróleo, ¡yo qué sé!) y seguiremos informando hasta entonces. Tenemos hasta el miércoles 17 para eso. El día antes, el 16, hemos quedado en casa de Hardy para corrernos una juerga casera de papeo y bebercio y, nobleza obliga, escuchar las primeras mezclas. Joe promete tener dos o tres canciones acabadas para entonces. En un cierto sentido, y después de tanto tiempo, confiamos ciegamente en él. Es un miembro más de la banda, como lo es Mikel Clemente con su cámara.

Fin del día capicúa (10-2-10) y con un mono de comida mejicana que no veas (es mentira: estamos hasta las narices, pero es lo que hay…). Felices Pascuas y los mejores deseos desde Texas, compatriotas.

Julián Hernández. 10 de febrero de 2010

Fecha estelar: 09-02-10

Lone StarClick en la foto

Tercer día de grabación en Houston y esto no tiene trazas de frenarse. Si el primer día grabamos todos los bajos y baterías y el segundo acabamos cuatro canciones, hoy hemos liquidado cinco. Gary Moon, el ayudante de Hardy, está definitivamente enfermo y no va a poder venir en lo que queda de curro. Esto nos deja solos a Joe Hardy, al grupo, a Blanco y a Mikel con su cámara haciendo de todo y todos a la vez. Promete paga extra a los que coloquen micrófonos y él no tenga que pasearse treinta veces por canción de un lado al otro del estudio. En realidad, la velocidad a la que vamos no es cuestión de dejadez, sino del trabajo que hicimos en Vigo (es lo que tiene lo de ensayar un poco) y el hecho de conocernos desde hace tantos años.

Un pequeño avance/apunte para mitómanos. Estamos grabando con una colección de trastos que realmente impresiona. Según de qué canción se trate, hemos utilizado hasta ahora cosas como un Vox AC-30 del 64, una Fender Telecaster Squire del 54, un amplificador para la armónica del 52 y una Gretsch Billy-Bob roja como la de Bo Diddley . Cada chisme cuesta un pastazo (decenas de miles de dólares, ¡ahí es ná!) y Hardy nos lo pone en las manos, como buen inconsciente que es. Intentaremos hacer un catálogo de todo y sacar fotos para que conste de qué clase de lujo estamos hablando. Por otro lado, hemos conseguido no derramar ninguna cerveza en tres días. Esto no garantiza que no vaya a pasar mañana pero, para Siniestro, es un auténtico record.

El viejo jodido bluesClick en la foto

Hoy ha hecho un solazo de solemnidad por primera vez. Al mediodía, semejante trallazo deja ciego y la luz de Texas al atardecer es exactamente igual que la de “París, Texas”, la peli de Wim Wenders con música de Ray Cooder y con Natasha Kinski y Harry Dean Stanton de protas. La bandera de la estrella solitaria ondea como con más cojones con este sol. Este estado, que aspira a la independencia de los Estados Unidos, se lo robaron los yanquis a México. Algo vieron por aquí. ¿Petróleo tal vez?

Nuestro hogar, el motel Palace Inn (Palacín para los amigos), nos viene de perlas para hacer una foto como la de los guardaespaldas de Martin Luther King señalando hacia arriba después de que le balaseasen en uno igual en Memphis. A ver si conseguimos una recreación de la escena.

Algunos de los fieles y fielas de este cuaderno de bitácora se preguntarán que porqué no hablamos de canciones si esto, al fin y al cabo, es un disco. Bueno, prometemos ir contando alguna cosa. Hoy hemos acabado la canción que estrenamos en enero en la sala La Riviera de Madrid en la fiesta del centenario de la CNT. Si alguno estuvo por allí, sabrá que se llama Los Putos Amos. No hablamos de Siniestro, sino de los romanos, que conste. Pretendíamos hacer un disco de country y nos salen canciones como de AC/DC. El ruido es infernal, lo juramos, pero no tenemos la voz de Bon Scott ni la de Brian Johnson, así que hay que apechugar con lo que hay. Otra canción que terminamos hoy es The Very First One In The Drinking Line, que esta sí que es como de Johnny Cash (salvando las distancias, of course). Nos salió en inglés, que lle imos facer.

En fin, miles de besitos tejanos para tod@s y permanezcan a la escucha. ¡Mañana, mañana!

Julián Hernández. 9 de febrero de 2010

Fecha estelar: 08-02-10. February 8th, 2010

El Palace InnClick en la foto

Hola de nuevo, compatriotas. Aquí nos tenéis, fieles a nuestro compromiso de escribir todos los días contando lo que pasa por Houston. Y hoy han pasado un montón de cosas. Resulta que el equipo de Nueva Orleáns ganó la Super Bowl de los cojones por primera vez en su historia. Imposible no enterarse: ninguna cadena de noticias hablaba de otra cosa. Si los iraníes hubiesen tirado una bomba atómica sobre Israel, aquí ni siquiera se hubiesen enterado. La primera vez que grabamos con Hardy en Memphis (¡en 1993!) nos fuimos hasta la vieja Nueva Orleáns (como decían Labelle) de antes del Katrina y tenía gracia ver la Bourbon Street que conocimos llena de gente celebrando la victoria. Dentro de unos días empieza el Mardi Gras, que también se celebra por Texas, así que tienen borrachera asegurada y juergaza “non stop” para rato.

Hoy (ayer en Galicia) es el cumpleaños de Soto. Joe Hardy decidió, con tal motivo, cederle el puesto de productor, o sea del gilipollas, que es lo que piensa el yanqui que son todos los productores del mundo. (Viniendo de un productor suena un poco raro pero Hardy es así…) El caso es que empezamos a las diez de la mañana con la idea de acabar a las seis de la tarde: exactamente igual que el horario que tuvieron los Beatles en Abbey Road durante años. (Me parece a mí que en este disco va a haber más referencias a los chicos de Liverpool que en cualquier otro de Siniestro y no creo que sea culpa de las tazas que vendía El País hace unas semanas.) El problema es que a Hardy le despertó una llamada telefónica a las dos de la madrugada y pensó que llamábamos nosotros desde la cárcel. Obviamente no fue así (crucemos los dedos), pero Joe ya no volvió a dormir y, por desgracia, no pudo venir Gary Moon a ayudarle porque tenía una cita con el médico. A ver si se pone bueno y mañana viene, que tenemos un regalo para él. Y también Soto tuvo su regalo: ¡una camiseta de Lynyrd Skynyrd! Como dicen las emisoras hispanas de Texas: ¡estamos en el mes del amor! Será por el día de San Valentín, digo yo.

Comiendo en el estudioClick en la foto

El caso es que Hardy tuvo que trabajar el doble pero conseguimos terminar cuatro canciones (es lo que tiene lo de ensayar un poco), con sus guitarricas eléctricas y acústicas , sus steel guitars, sus mandolinas, sus saxos (“Beltrán is very good”, dijo Joe), sus voces, sus órganos, sus armónicas y sus coros. Bueno, no todo en todas las canciones, que menos es más en estos casos. Dosificando, que es gerundio. Esto corre como el viento. Para celebrarlo, Texas nos regaló un tormentón de aúpa con rayos apocalípticos y todo. (Ahora parece que ha amainado, glubs.) Todo suena muy bien y Joe ya ha puesto fecha para la fiesta de fin de grabación. Ya os contaremos. Bueno, y por fin podemos mandaros unos afotos de lo que nos rodea. Perdón por no haberlas colgado antes. No era porque no las tuviéramos ni porque quisiéramos ocultar algo: es que nos faltaba un cable para pasarlas al ordenador de Blanco que es el trasto desde el que os enviamos este cuaderno de bitácora. Se admiten todo tipo de comentarios…

El estudio. Foam BoxClick en la foto

Houston no tiene nada que ver con Memphis, donde cada noche nos íbamos a algún garito de blues o similar. Ayer caímos por el House of Blues de aquí y resultó ser un coñazo con la Super Bowl de los cojones puesta en una docena de televisores. Y la cerveza Modelo ¡a seis dólares! Esto no es de recibo. A ver si conseguimos acercarnos a Austin donde hay música a esgalla; y con música cuesta menos aflojar la mosca, qué coño. Ah, hoy hablamos de cine (es un decir) en el estudio. Oscar, Mikel y Hardy pusieron a parir “Paranormal activity” (yo no la he visto pero me se han quitao las ganas). Mmmh, quizá nos equivocamos de título: en vez de Country & Western este disco debería llamarse Actividad Paranormal. Para anormalidad, esto. Besote grande desde Houston, Texas. ¡La Ciudad Espacial, compatriotas y compatriotos! “Mañana, mañana”, como dice Hardy con su acento irreductible de Kentucky.


Julián Hernández. 8 de febrero de 2010

Fecha estelar 07-02-10

Siniestro Total en su local de ensayoClick en la foto

La diferencia horaria de 7 horas con Galicia ha hecho estragos relativos en la tripulación. Salimos de París a las 11.30 y llegamos a Houston a las 14.30 después de diez horas de vuelo. La apocalíptica oferta de registros, cacheos y escáners que nos hacen desde los telediarios cada dos por tres desde el atentado fallido de estas Navidades, resultó ser un bluff, al menos en este caso. Eso sí: tardamos un montón en que nos diesen un coche de alquiler y nos perdimos por Houston buscando el hotel. Joe Hardy nos vino a buscar y nos llevó a un restaurante mexicano a cenar después de una primera visita al estudio. Fue el segundo intento porque el plan A (un restaurante más finolis) falló porque era víspera de la Super Bowl, el mayor acontecimiento deportivo yanqui, y aquello estaba lleno hasta la bandera. Hay que decir que, en el plan B, estaba todo buenísimo y que era curioso volver a escuchar ese acento tan sexy en pleno Texas. Resumiendo: nos tiramos veinticuatro horas sin dormir así que caímos como piedras nada más llegar al hotel.

Hoy (ya ayer por el horario gallego) estábamos todos en planta para empezar a currar a las diez de la mañana. Joe Hardy y su ayudante Gary Moon colocaron micros y escuchas y Oscar y Ángel empezaron a grabar bajos y baterías con Soto tocando una guitarra de referencia. Decía más arriba que los estragos del jet- lag fueron pocos porque ya están grabadas todas las bases para asombro de propios y marcianos. (Es lo que tiene lo de ensayar un poco.) La batería suena de muerte y el bajo es exactamente lo que quería Oscar. Miel sobre hojuelas.

Mañana lunes empezamos con guitarras, saxo, voces y otros asuntos.

Dos apuntes sobre los sitios donde nos vamos a pasar más tiempo estos días. El hotel es en realidad un motel mezcla del de Norman Bates en Psicosis y el de Memphis donde mataron a Martin Luther King, como dice Mikel Clemente. El intercambio de sexo por dinero parece ser la principal fuente de ingresos del establecimiento, sospecha que corrobora la presencia de enormes espejos en las habitaciones. Con respecto al estudio, hay que decir que está lleno de cachivaches y artilugios difíciles de describir pero que ya iremos mostrando en las imágenes que colguemos en este cuaderno de bitácora. Parece diseñado para nosotros. Tenemos a nuestra disposición la colección de guitarras de Hardy y alguna de Gary, aparte de varios trastos de origen incierto que hay por las esquinas. Es lo que tiene llevar diecisiete años grabando con este hombre… A estas horas no tenemos ni idea de quién ganó la Super Bowl, pero como tampoco sabemos ni siquiera quién jugaba, pues nos da igual. A Joe tampoco le gustan mucho los deportes así que aprovechamos bien esta fiesta de guardar (lo siento, mamá, no pude ir a misa) y dejamos visto para sentencia el primer tramo de este disco de country que no es country y de western que no es western. A Hardy ya no le sorprende nada. That’s all, folks! Mañana más…

Julián Hernández. 7 de febrero de 2010

Enlace corto a este reportaje: http://goo.gl/K6Jx

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